Recordando a Luis Aragonés Griezmann
⚽ Atlético de Madrid

Recordando a… Luis Aragonés, el ‘Sabio de Hortaleza’

Ya ha pasado lo que parecía imposible. Aunque solamente sea a nivel goleador, hay un futbolista que ha superado a Luis Aragonés en el Atlético de Madrid. Antoine Griezmann ha sido el encargado de romper ese récord de 173 goles que tenía el ‘Sabio de Hortaleza’ con la camiseta rojiblanca. Por ello, no hay mejor momento para recordar a una de las grandes figuras del fútbol español, al hombre que mejor definió los valores de un club tan grande como es el rojiblanco.

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Luis Aragonés nació en el verano de 1938, en lo que hoy es el madrileño barrio de Hortaleza. Los primeros años de su vida estuvieron marcados por las terribles consecuencias de la Guerra Civil Española, así como todo el país. En medio de tanta penuria, se enamoró del fútbol en un colegio jesuita de Chamartín. De ahí en adelante, este deporte sería el hilo conductor de su existencia. Llamó la atención del Getafe, y sus buenas actuaciones al sur de la capital le valieron el fichaje por el club más grande del momento. El Real Madrid, inmerso en su conquista de cinco Copas de Europa consecutivas, se fijó en su talento para apuntalar un equipo de leyenda.

Por desgracia, nunca cuajó con los blancos. El destino le estaba hablando: su futuro no era merengue, sino colchonero. Tras encadenar varias cesiones y firmar un buen papel con el Real Betis, regresó a Madrid en 1964 para ser la referencia del Atlético. Ya se había destacado como un excelso centrocampista, capaz de organizar a los suyos y de hacer daño a los rivales con su tremendo golpeo de balón, por lo que no tardó en encandilar a su nueva afición. Su estatus de leyenda lo creó dos años más tarde, cuando anotó el primer gol del Estadio Vicente Calderón (por aquel entonces era el Estadio del Manzanares). No se quedó ahí, pues le quedaba engordar las vitrinas de su nuevo hogar. A lo largo de su década como jugador del Atlético, logró tres ligas, dos Copas del Rey y un trofeo Pichichi por sus 16 goles en la temporada 1969-1970.

Luis Aragonés Atlético de Madrid

Luis Aragonés fue la figura sobre la que creció el Atlético de Madrid.

Y pudo ser aún mayor su legado si la fortuna le hubiese acompañado en su último partido. En 1974, Luis Aragonés lideró al Atlético de Madrid que alcanzó la final de Copa de Europa ante el Bayern de Múnich. Un gol suyo de falta directa adelantó a los madrileños. Dicen las malas lenguas que su chut fue tan perfecto que, cuando este sorteó la barrera, comenzó a celebrar el gol. No era para menos, pues estaban muy cerca de reinar en el viejo continente por primera vez. Pese a ello, el destino volvió a cambiar de parecer. Los de Baviera empataron en los minutos finales para forzar el encuentro de desempate. Se celebró dos días después, y el Atlético perdió 4-0. Con ese sabor agridulce, Luis Aragonés colgaba las botas.

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Siempre había jugado al fútbol, por lo que ese retiro se sentía extraño. ¿Cómo iba a seguir el Atlético de Madrid sin su referente? La solución era muy sencilla. Con 36 años, Luis Aragonés se convirtió en el entrenador del equipo de su vida. Estaba tan listo para el puesto que en su primer año logró algo imposible: ganó la Copa Intercontinental sin ser campeón de Europa. La disputaron ellos porque el Bayern de Múnich no quiso disputarla por las tiranteces políticas entre Alemania y Argentina, por lo que los rojiblancos recogieron el guante para llevarse el título. Así como sucedió cuando era jugador, su carrera en el banquillo del Calderón no se quedó en ese único triunfo. Conquistó una liga, tres Copas del Rey y una Supercopa. Años más tarde, en su última etapa en el club de su vida, logró el ascenso a Primera División en 2002.

Luis Aragonés Metropolitano

La estatua de Luis Aragonés adorna las puertas del Civitas Metropolitano.

Solo Simeone ha conseguido superar el número de partidos de Luis Aragonés al frente del Atlético de Madrid. Pese a ello, su carrera va más allá del rojiblanco. Dirigió al Barcelona en la década de los 80, y acumuló más experiencia y buenos resultados en el área técnica del Betis, Sevilla y Mallorca. El conjunto bermellón fue el último club español en contar con sus servicios antes de convertirse en seleccionador español en 2004. En ese momento era difícil imaginar todo lo que suponía su llegada al banquillo de la Roja. Pese a las críticas por sus convocatorias, inició la época más gloriosa del fútbol español. El tiki-taka, aunque forme parte de la idiosincrasia culé, nace con Luis Aragonés en la Roja y tiene su colofón en la Eurocopa de 2008. El ‘Sabio de Hortaleza’ cerró sus cuatro años como seleccionador volviendo a dejar a España como campeona de Europa.

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Tras la Selección, se marchó al Fenerbahçe, pero dimitió a inicios de 2009. Había cumplido 70 años, lo que significaba que había estado siete décadas al servicio del deporte que amaba. Pese a que había rumores sobre una posible vuelta al banquillo, anunció su retirada en 2013. Dijo que si le volvían a llamar para entrenar, se lo pensaría. Ahí volvió a entrar el dichoso destino, aquel que le llevó a vestir de rojiblanco y le arrebató la Copa de Europa. Esta última vez también fue cruel, pues le detectaron una leucemia. Luchó contra la enfermedad dos meses. No pudo vencer. Luis Aragonés falleció el 1 de febrero de 2014 a sus 75 años.

Casi una década después de su adiós, el ‘Sabio de Hortaleza’ sigue estando presente. Lejos del tremendo impacto que tuvo en la Selección española, el Metropolitano le recuerda cada fin de semana. Los aficionados corean aún su nombre y asocian a su leyenda cada triunfo que consiguen. Por ello, ver como Simeone (en el banquillo) y Griezmann (en el verde) superan sus números es la mejor forma de cerrar el círculo. Es lo que él hubiese querido, pues es la mejor señal de que su Atlético de Madrid continúa por la senda del «ganar, ganar, ganar y volver a ganar».

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