⚽ Atlético de Madrid

‘El Glorioso’ Alavés hunde a un Atlético sin alma ni fútbol

Continúa la tétrica temporada del Atlético de Madrid fuera de casa, con los peores números en la era Simeone lejos del Metropolitano: apenas han sumado 8 de los últimos 33 puntos ligueros en juego, sin contar las derrotas en sus visitas al Inter y Borussia Dortmund en Champions, ni tampoco la goleada del Athletic Club en la vuelta de semifinales de la Copa del Rey. Esta vez, además, se encontró a un Alavés rocoso como siempre, y efectivo (2-0) como no tantas veces en un duelo con pocas intervenciones de Antonio Sivera y Jan Oblak. Un zapatazo de Carlos Benavidez en el minuto 15 sirvió para abrir la lata y la volea del fin de semana de Luis Rioja, hoy como revulsivo, ajustició en el descuento a unos colchoneros sin reacción, muy tocados tras la eliminación en la Liga de Campeones.

🤕 El plan de LGP fue un calvario para el Atlético

De inicio, Luis García Plaza sorprendió a propios y extraños. Para bien, una vez más. El técnico del Alavés sigue sacando el máximo partido de una plantilla limitada. Y construir desde la escasez, implica ser uno de los mejores destructores de la liga. Eso fue lo que se vio hoy en Mendizorroza por parte de los babazorros, porque pese a la inclusión de cinco teóricos defensores, los locales salieron con un 1-4-2-3-1 en el que Andoni Gorosabel actúo por delante de Nahuel Tenaglia. En el segundo tiempo, en ventaja y con las fuerzas más justas, sí cerró con línea de cinco, pero su primera premisa fue asfixiar al Atlético desde la presión alta, verticalizar cada ataque, no cometer errores y castigar a un rival débil en el área y el juego aéreo desde sus balones directos a los puntas.

Para esto fue clave Kike García como ‘9’ batallador, el máximo intangible del exdelantero de Osasuna, pero también la inclusión de Giuluiano Simeone. Stefan Savić como central diestro, con Azpilicueta en la izquierda de la línea de tres, volvió a salir en la foto de varias acciones negativas, superado por el modo tan incisivo con el que atacaba el Alavés. El hijo de Diego Pablo tuvo mucha culpa, cuajó un partidazo, con el compromiso y la agresividad bien entendida que se intuye al leer su apellido. Y también con la determinación y energía para chocar e ir al espacio. Eso, unido a la proactividad del bloque, fue suficiente para desnaturalizar a un Atlético que vivió lejos de la meta rival, con problemas en su circulación y que no hizo ni cosquillas a Sivera antes del descanso.

🤷 El arreón final no fue suficiente

El castigo pudo ser mayor, en caso de que el VAR no hubiese entrado para anular el penalti decretado a favor del Alavés en el minuto 45 por una mano involuntaria, pero despegada del cuerpo de César Azpilicueta. A la salida de vestuarios, cuando el temporal parecía haber pasado ya para el Atlético de Madrid, los rojiblancos crecieron ligeramente en el partido. Al menos, ganaron metros, presencia con pelota en campo rival y algo de amenaza con la rebeldía de Samu Lino desde la izquierda, algún que otro apoyo con fantasía de Griezmann y la fe de Ángel Correa. Simeone movió pronto el banquillo: primero introdujo a Saúl Ñíguez por Rodrigo De Paul y, poco después, a Reinildo y Rodrigo Riquelme por Pablo Barrios y César Azpilicueta.

Kike García Savic Alavés Atlético

Kike García, con la incombustible ayuda de Giuliano Simeone, torturó en cada duelo a Stefan Savić.

El Atlético pasó a atacar con laterales y extremos en cada lado, en un 1-4-4-2 que juntó a ‘Roro’ y Lino en los costados, derecho e izquierdo respectivamente. Sin Morata, Memphis, ni Llorente, este último sancionado, hasta tuvo un cuarto de hora de juego el joven delantero Abde Raihani, debutante en el primer equipo a sus 20 años. Nada cambió, porque los ataques del conjunto visitante fueron más corazón, y no demasiado, que claridad ofensiva. Y el Alavés, en una de sus pocas salidas al espacio en la segunda mitad, lo sentenció en el descuento.

Otro tanto que hay que apuntale a Luis García Plaza, que leyó bien el partido en todo momento y refrescó al glorioso con la entrada de Carlos Vicente, Joaquín Panichelli y un Luis Rioja que marcó uno de los mejores goles de la liga para acercar a los suyos a la salvación. Al Alavés ya le separan 10 puntos del descenso, a falta de 18 por jugarse; mientras que el Atlético de Madrid se mantiene en cuarta posición, aunque ve como el Girona coge una distancia de 7 unidades que parecen definitivas para que los de Míchel entren en Champions. Ahora la amenaza corre a cargo de un Athletic Club que pinchó en casa ante el Granada, pero que aun así recorta uno y se queda a tres de los colchoneros.

Ir al contenido