Aquel 18 de abril de 2007 parecía un miércoles cualquiera, pero nada más lejos de la realidad. Transcurría el minuto 29 de la ida de semifinales de la Copa del Rey entre Barça y Getafe cuando Lionel Messi marcó uno de los goles más icónicos de la historia del fútbol. Seguramente, el más recordado de los más de mil que acumula el genio argentino en su carrera. Y eso que por aquel entonces apenas tenía 19 años, 9 meses y 23 días.
La cosa iba de diecinueves porque era el dorsal que portaba en la espalda y el decimonoveno tanto con el equipo de su vida, en el partido número 62 como azulgrana. Ante la atónita mirada de 53.599 espectadores, Leo regateó a seis rivales, emuló la obra de arte de Diego Armando Maradona e hizo enloquecer a Joaquim Maria Puyal con su famoso «encara Messi, encara Messi, encara Messi…» Él, casi ni se inmutó. Y en declaraciones por partido dijo dos cosas: «Gracias a Xavi por la asistencia» como si este le hubiera servido el remate en bandeja. «Vi el espacio y le metí para adelante». Como si fuera fácil…
🤤 El primer gol de Messi para la historia
A decir verdad, aquel tanto fue bastante trascendente, dado que el partido marchaba 1-0 en el Camp Nou y el Barça se jugaba el pase a la final de la Copa del Rey. El resto fue cosa del rey. Once minutos antes de semejante barbaridad, el propio Xavi Hernández ya había roto las tablas a pase de Leo. Se ve que le tocaba compensar al actual entrenador culé, de ahí su asistencia, antes de que Lionel recorriese la friolera de 55 metros en conducción, a una media de 16,5 kilómetros por hora. 13 toques de balón en 12 segundos necesitó, el resto fueron todo fintas y cambios de ritmo propios de un tahúr de tal calibre.
El primero al que regateó fue a un Javi Paredes que todavía recuerda esa acción en el Diario Olé: «Cuando Messi agarra la pelota, va con el balón dominado y te encara, siempre piensas lo mismo. Hace lo que quiere contigo, aunque buques la ayuda de los compañeros. Si el equipo está bien replegado, tratas de que él salga hacia el centro para que te ayude el interior de tu lado. Y si estás más desguarnecido, le dejas la salida a su pierna diestra, hacia banda, ya que es un jugador al que no le gusta tanto salir por ahí. Pero se ha visto que hagas lo que hagas, él decide por dónde se quiere escapar».
Tras dejar atrás a Paredes, le tiró un caño a Nacho Pérez, serpenteó entre Alexis Ruano y David Belenguer como si los centrales del Getafe fuesen conos, tumbó a Luis García, el portero, y a pesar de que David Cortés se lanzó a la desesperada para tapar el disparo, con su teórica pierna mala, a los de Bernd Schuster no les quedó otra que sacar el esférico de dentro de las mallas. El técnico alemán cree que el error fue no parar la jugada antes. «Tendríamos que haber hecho alguna falta, no puede ser que llegue hasta el área. Había que frenarle antes». El Barça ganó 5-2 ese encuentro, doblete e indudable MVP para Messi mediante, antes de que el Getafe completase una proeza de dimensiones bíblicas al remontar con un 4-0 en la vuelta. Sin embargo, prácticamente nadie se acuerda de que los azulones alcanzaron la final en la que el Sevilla se proclamaría campeón en el Santiago Bernabéu.
🤔 ¿Fue mejor que el de Maradona?
Ese gol ante el Getafe supuso también el principio de la eterna comparación entre Lionel y Diego Armando. Primero, sobre cuál era mejor jugada, recordando que ‘El Pelusa’ marcó 20 años antes uno muy parecido y aún más trascendente. Y después, sobre si Messi ya había superado a Maradona en su trayectoria. Para gustos, goles de todos los colores. Hasta con la mano, por parte de ambos. Qué más da si maradonianos o messianicos?
El bautizado como ‘Gol del Siglo’ de ‘El Diego’ tuvo lugar en el ámbito de selecciones, contra Inglaterra, en los cuartos de final del Mundial de México 1986 que terminaría ganando la Argentina de Bilardo. También conocido por el relato de Víctor Hugo Morales y su «genio, genio, tá-tá-tá-tá…» Sucedió en el minuto 55, concretamente, tras recibir en campo propio y sortear a cinco rivales, uno menos que Messi. En once segundos, otro menos que Leo, para marcar el que también era el 2-0. Doblete, en su caso.
Para Frank Rijkaard, fue ligeramente mejor el de su pupilo, al que hizo debutar y al que tuvo el privilegio de dirigir en ese momento, obviando que ‘La Pulga’ tiene altos componentes de futbolista teledirigido. «Es un gran talento, ha marcado un gol estupendo. Es cierto que se parece mucho al gol de Maradona, pero creo que Messi acelera aún más. Ha sido una auténtica obra de arte», declaró Rijkaard en su momento. El que no resultó del todo políticamente correcto, cuándo sí, fue Carlos Bilardo, quien al ser preguntado por la comparación del heredero con su estrella, sostuvo que «Messi podría ser como Maradona». Seguramente, como el resto del planeta fútbol, vio venir que aquello no era flor de un día. Y acertó.