A cada jornada que pasa, menos queda de Xavi Hernández en el banquillo del Barça. No se sabe si le obligarán a irse antes del final de temporada, pero tampoco hay dudas de que estamos en una fase crepuscular de su relación. Su era, esa que prometía levantar al club, está acabada. Ahora, mientras empiezan a salir los nombres de sus potenciales sustitutos, surgen las dudas en torno al futuro del catalán. Con la irregularidad de su equipo y ese discurso caduco en sus últimos meses, cuesta vislumbrar cuál será su próximo destino. Ha comenzado su carrera por encontrar un nuevo trabajo. ¿Qué es lo siguiente para Xavi?
✅ El potencial de ser tan buen entrenador como jugador
Si Xavi Hernández no es el mejor jugador español de la historia, es el segundo; y si no, es el tercero. Pocas dudas hay sobre lo que supuso su figura como centrocampista. Él fue el que personificó el juego del mejor Barça de la historia y de la Selección española que ganó el Mundial en 2010. Su tremendo éxito nos aventuraba a pensar en que sería un entrenador de época. Por ello, era lógico que llegase al banquillo del Camp Nou y que hubiese tanta fe en él. Ya fuese por su indudable carisma o por su convicción en el modelo azulgrana, consiguió remontar el vuelo del club de sus amores. El problema ha llegado a la hora de seguir creciendo, pues el equipo ya no era ni capaz de competir por su inmovilismo. A partir de ahí, llegaron las excusas y los señalamientos públicos, lo que erosionó enormemente su figura.
Lo cierto es que, pese a este tropiezo, se encuentra su mayor punto a favor: sigue teniendo potencial para ser un buen entrenador. Posee esa aura que tienen los grandes jugadores, y solo tiene 44 años. Tiene tiempo para seguir desarrollándose. Además, su etapa no ha sido tan mala como parece desde el punto de vista más resultadista. Cogió un equipo muerto y lo volvió a hacer competitivo. Con sus luces y sus sombras, dejó varias goleadas contra el Real Madrid y ganó la Supercopa y la Liga en 2023. El mérito está ahí, en medio de esa tormenta constante que hay en el banquillo del Barça. Queda ver si ese hipotético sustituto mejora lo que consiguió Xavi en una de las etapas más complicadas del club azulgrana.
Todas las certezas que consiguió Xavi en los primeros meses de 2023 se fueron por el desagüe en la presente temporada.
❌ Sus últimos días en Barcelona, el gran hándicap
El gran problema del mundo del fútbol es que no se acuerda de nadie. Es una bestia insaciable que vive del presente y se olvida del proceso. Toda esa narrativa es un añadido de quienes están alrededor del juego, pues lo único que importa es la rabiosa actualidad. Ahí es donde pierde Xavi. Sus últimos meses en el Barça han conseguido colapsar su título de liga de la campaña pasada y han expuesto todos sus fallos. El discurso que tenía se cayó en consecuencia, lo que le mostró como uno de esos entrenadores que tienen más excusas en rueda de prensa que soluciones a pie de campo. Por su pésima gestión de su mensaje en tiempos de crisis, el catalán quedó como un técnico incapaz y sobrepasado. Esa imagen derrotada es lo que más juega en su contra.
Además, Xavi solo tiene una experiencia lejos del banquillo del Barça. Fue en el Al-Sadd, equipo de la liga catarí. Cuando ha dado el salto a Europa, lo hizo en el club de su vida y ha acabado mal. No es demasiado esperanzador para los equipos que busquen un nuevo inquilino para su banquillo. Si no ha logrado rendir allí donde se respira el modelo que defiende, ¿por qué iba a hacerlo fuera? En este punto es en el que entra su inmovilismo y tozudez con el estilo. Su Barcelona no logró la excelencia en el juego que buscaba, ya que quedó a medio camino entre varias ideas y no llegó a ninguna. Mientras que Xavi hablaba de brillantez, su equipo se movía con la contradicción como motor y una escala de grises como su paleta de color. Es un entrenador que, pese a saber lo que quiere, no es capaz de transmitirlo al grupo. No hay peor negocio que este para un técnico.
Xavi y un discurso con grietas: «Hay poco liderazgo en sus palabras»
⚖️ El futuro inmediato de Xavi Hernández
Entre los pros y contras que maneja Xavi se debaten los clubes interesados. De momento, parece difícil que coja a un equipo de inmediato. Ya dijo que estaba muy quemado por la erosión constante que exige el puesto de entrenador del Barça, lo que parece cerrarle la puerta al corto plazo en los banquillos. Luego, a lo largo de la temporada siguiente, su nombre puede salir. Quizás no sería lo mejor por no tener una pretemporada previa, pero es una opción viable. Lo que está claro es que ese hipotético nuevo equipo no será del nivel del Barça, pues parece haber perdido su situación de técnico llamado a dirigir semejantes transatlánticos. Tendrá que reivindicarse uno o dos escalones por debajo.
Al menos, para ir recorriendo ese camino, va a tener el plus de seguir al frente del Barça. Xavi, mientras confecciona su currículum, tendrá la oportunidad de limpiar su nombre en el banquillo. La eliminatoria ante el Napoli será una de sus últimas balas. Lo que está claro es que ya ha comenzado una nueva etapa para él y para la institución de la que es leyenda. De como sean sus últimos partidos como azulgrana se podrá maquillar mínimamente su legado, lo que facilitaría el futuro de ambas partes. Ya no solo defenderá al Barça, sino que también tendrá que hacerlo por sí mismo.
