La noche del 29 de noviembre del 2023 se recordará en el Santiago Bernabéu. Por las fantásticas actuaciones de Jude Bellingham y Toni Kroos, por la media docena de ocasiones que mandó Joselu al limbo en poco más de media hora o por el estreno goleador de Nico Paz con el primer equipo. Suficiente para que el Real Madrid superase (4-2) a un Napoli que se adelantó y compitió el partido sin ser tampoco un dolor de muelas, pero que tendrá que certificar su pase a los octavos de final de la Champions en la última jornada.
🥊 Intercambio de golpes inicial
El partido no defraudó, tuvo de todo. Emoción, ritmo, ocasiones, paradas, goles, detalles tácticos, actuaciones individuales potentes… Para abrir boca, Real Madrid y Napoli lucieron acierto en área contraria, por si alguno tenía pensado irse a ver el vendaval de goles en otros campos. Pegó antes el conjunto italiano, tímido en la primera parte y sin demasiado peligro, pero con Kvaratskhelia, que cuando te quieres dar cuenta ya te ha metido en un embrollo. Más por calidad que por cantidad, en todo caso, que no es poco a día de hoy con este Carvajal como pareja de baile. Mazzarri, nada más llegar, ha tocado pocas cosas, pero ha invertido a base de pizarra en que el georgiano reciba en situaciones de uno contra uno o, incluso, de dos contra uno. Con total sentido.
Así se originó el 1-0, gracias a un centro suyo a la espalda de Bellingham, distraído. Ese balón encontró a Di Lorenzo y este habilitó a Gio Simeone, que instinto tiene un rato. A punto estuvo de sacarla Lunin, que pese a quedarse muy metido bajo palos, quiso emular la mítica parada de Casillas contra Perotti. La tecnología de gol le arruinó el mejor highlight de su carrera. Al menos, por ahora, porque la realidad es que el ucraniano pide ser titular a gritos. Sea en Madrid o en Moldavia.
¡TÓCALA OTRA VEZ!
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El Real Madrid respondió de forma inmediata. Quien dijo que a Rodrygo le faltaba liderazgo y gol, se resignó a disfrutar de otra definición a la escuadra del ex del Santos desde la frontal, tras un gran robo de Brahim Díaz a Lobotka, con posterior conducción vertical, especialidad de la casa. Ellos dos conformaron el frente de ataque del 1-4-4-2 que parece casi inamovible para Ancelotti en este tramo de curso.
De nuevo, con Valverde en el doble pivote y sin Modrić por lesión, fue Ceballos quien se desplazó a la derecha, posición en la que no se le vio cómodo. Por ahí vino el 2-1, con una aparición de Bellingham, el volante de la otra banda. Una jugada que define bien la flexibilidad posicional ofensiva del ‘Carletto’ team. Lo marcó el inspirado Jude, quién si no, con un remate desde la espalda de Nathan, aunque parte del mérito hay que atribuírselo a Alaba por su centro. Al César, lo que es del César, por mal que esté el austriaco esta campaña.
🤤 Kroos debería ser trampa
Los mejores minutos del Real Madrid se vieron en el segundo tramo del primer tiempo. Bueno, realmente, cuando a Toni le dio la gana. El alemán completó una exhibición catedralicia con balón, se hartó de dejar cambios de orientación de 45 metros con la misma facilidad que nosotros abrimos el grifo. Y el suyo conviene no olvidar que tiene barra libre de desplazamientos; de todos los colores, sabores y temperaturas. A gusto del consumidor.
Toni Kroos intervino en 117 acciones con balón y completó 101 pases de 105 intentados, con un acierto del 96,2%. 11 de 12 precisos en largo.
Lateralizado, entre centrales o cerca de ellos, para hacer salida de balón con línea de tres, Kroos fue clave y activó a unos laterales posicionados más arriba que de costumbre. Especialmente, en diagonal, hacia Carvajal, con la consigna de buscarle las cosquillas a un Juan Jesus que se comió el marrón de jugar de lateral zurdo por las bajas de Mario Rui y de un Mathias Olivera que sufrió el pasado sábado una aparatosa lesión.
El Real Madrid supo hacer largo y, sobre todo, ancho el campo; atrajo al Napoli y después verticalizó con Bellingham, Brahim y Rodrygo como aceleradores entre líneas. También aprovechó la imprecisión del centro del campo napolitano para transitar después de recuperar el esférico. No fue un paseo, pero sí dominó el duelo hasta el descanso.
🦷 El colmillo del Real Madrid decidió el duelo
El segundo tiempo no fue tan plácido para los merengues, que encajaron el 2-2 de Zambo Anguissa en los primeros instantes tras una carambola afortunada para el Napoli. Eso le dio alas al equipo italiano, que además introdujo a un Osimhen poco a poco retornado de su lesión. Ganó amenaza, fue más incómodo cuando adelantó sus líneas con balón o en presión y, aunque tampoco generó excesivas ocasiones, sí hizo que los locales perdiesen un punto de control. A falta de esto, tocaba lucir su capacidad goleadora.
En ese giro hay muuuuuucha calidad…🎩
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Costó que se desatascase el bote de ketchup. Especialmente, por parte de Joselu, quien ingresó desde el banquillo y marró hasta seis ocasiones de gol. La mitad, manifiestas. Y dos de ellas de chilena. El que no perdonó fue Nico Paz, debutante en la Champions. A confianza no muchos le ganan. Se atrevió a probar con un zapatazo de larga distancia y, con la colaboración de Meret, volvió a poner en ventaja al Real Madrid en el minuto 84. Él mismo terminó «flipando», como reconoció en sus declaraciones post partido.
Champions League: criterios de desempate y calculadora de la fase de grupos
El Real Madrid estaba haciendo los deberes y su afición no le podía reprochar nada a su delantero, el más insistente. Había run run en el Bernabéu, eso sí. Y ovaciones de su parte para quien sabían que no lo estaba pasando del todo bien, pese a ser uno de los máximos goleadores del club esta temporada. Más presión para el ‘9’ que lleva el ’14’. Pero, al final, la noche fue redonda, porque Joselu sentenció en el descuento. A la séptima fue a la vencida. Hasta pidió perdón en su celebración por no concretar las anteriores, como si estar en el lugar preciso en el momento indicado no fuese mérito suyo, más allá del acierto.
Así, los blancos, preocupados al final solo por un Rodrygo que terminó con molestias, rubricaron su liderato en el grupo, mientras que el Napoli aún tendrá que esperar tras el empate (1-1) del Sporting de Braga ante el Union Berlin. A los italianos les sirve, incluso, perder por un gol en la última fecha, por lo que, dentro de lo malo, tienen margen para hacer que este mal trago no les suponga una resaca extremadamente dolorosa.
