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Brahim Díaz, un talento incomprendido en el Real Madrid

Brahim Díaz es uno de los jugadores más talentosos del mundo. No por nada está en el Real Madrid. Pese a ello, el menudo mediapunta es un incomprendido. Le está costando tener minutos en la Castellana, algo que es una constante allá por dónde va. Y, con la entrada de Arda Güler en el equipo tras sus problemas físicos, parece que puede ser más difícil todavía. ¿Qué hace de Brahim tan talentoso como incomprendido allá por dónde va?

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​📌​ En Milán y en Mánchester ya sucedió

No es la primera vez que sucede algo así. El fútbol de Brahim parece estar hecho para las grandes noches, pero se resiente en el día a día. Siempre le ha costado encontrar regularidad a la hora de jugar. Durante su primera etapa en Madrid fue una constante, y ya venía heredado de sus tiempos como juvenil del Manchester City. Se fue de Inglaterra porque quería tener tiempo de juego en el primer equipo, algo que era tremendamente complicado por la nómina de estrellas que tenía por delante en el Etihad Stadium. Por los pocos minutos en Madrid, llegó una oferta de cesión desde Milán. En la ciudad de la moda no cambió la historia.

Cierto es que con el Milan tuvo momentos de un grandísimo nivel, pero iba saliendo y entrando del equipo titular. Mezclaba exhibiciones con tramos muy preocupantes en los que estaba cerca de ser intrascendente. La cosa es que, cuando tenía el día, merecía pagar la entrada por él. Pocos mediapuntas en Europa salían (y salen) tan bien de la presión como Brahim. Esas exhibiciones manejando el tempo de partidos con el ritmo muy alto le valieron su vuelta al Real Madrid. Jugadores que salgan así de fácil de situaciones límite, por mucho que su efervescencia se pierda en algunos tramos, son una bendición para la rotación de cualquier club grande. En definitiva, Ancelotti sabía lo que se llevaba.

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⌛ ¿Brahim tiene menos minutos de los que debería?

El jugador del Real Madrid apenas ha tenido minutos en este arranque. Pese a ello, no se puede decir que haya jugado mal. En 116 minutos, ha marcado un tanto y ha dejado varios detalles de calidad. Para darle descanso a Jude Bellingham en ese vértice superior del rombo, se ha destapado como un suplente útil. Puntual, sí, pero también productivo. Sin cumplir las mismas funciones que el titular (esto tiene trampa, pues Bellingham hace de todo), tiene unos números respetables de conducciones y se coloca por encima de la media en los parámetros relacionados con las asistencias. Es, en definitiva, un ’10’ con mucha movilidad, capaz de agitar los partidos cuando se atasquen.

Esa facilidad para aparecer en todo el ancho del ataque le da mucha polivalencia a Ancelotti. Siempre y cuando tenga una referencia por delante, Brahim aporta esa visión tan distinta que tiene del fútbol. Y esto, en un Real Madrid que adora las altas revoluciones y los ataques con mucha movilidad, es un recurso a tener en cuenta. Por ello, resulta chocante que no haya contado con más minutos en este arranque. Quizás no tenga aún el suficiente poso como para ser el argumento ofensivo del Real Madrid —algo que asumía en Milán de manera intermitente—, pero sí es un recurso interesante.

Brahim Real Madrid

Brahim Díaz solo ha sido titular una vez esta temporada 2023/2024 con el Real Madrid.

📈​ ¿Qué puede hacer Brahim para conseguir más tiempo de juego?

Lejos de filtrarse una supuesta dejadez en los entrenamientos o estar desconectado del grupo, Brahim ha dejado caer en varias ocasiones lo cómodo que está en el Real Madrid. Quiere pelear por los minutos, por mucho que se le estén resistiendo en este primer tramo de la temporada. La cosa es que su juego tiene una dolencia clara: le cuesta horrores hacer números. De momento, es un futbolista más bonito que efectivo. Pese a que en su única titularidad marcó, ahí tiene la falla principal. Se jueguen más o menos minutos, el Real Madrid siempre exige facturar. En San Siro, esa fue la principal razón de irregularidad como titular del Milan.

Esa dificultad que tiene para hacer números puede ser fruto de su juventud. Los jugadores de su posición mejoran con la edad, pues se convierten en futbolistas más cerebrales. No deja de ser decepcionante aquello de que siga siendo más proyecto que realidad, pues su talento apuntaba mucho más alto. O, al menos, señalaba que alcanzaría un nivel superior a estas alturas de la película. No ha sido así, y su realidad está clara: es suplente en el Real Madrid. Difícilmente salga de esta situación en el corto plazo, menos aún si todos se mantienen sanos. Y, claro, se le suma la inminente incorporación de Arda Güler a la rotación del equipo. El panorama no es esperanzador, pero sí puede ser parte de un aprendizaje. Ni su carrera empieza ni se acaba aquí, y esa es la gran suerte de Brahim. Porque, si hay algo seguro, es que alguien acabará entendiendo su talento incomprendido.

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