Hoy es un buen día para recordar que el fútbol tiene poca memoria. Urs Fisher, el entrenador que ha protagonizado el crecimiento más insospechado del fútbol alemán en los últimos años, dice adiós a la familia del Union Berlin. Aun así, el club capitalino y el entrenador han recalcado que se trata de una rescisión de mutuo acuerdo y no una destitución, por mucho que el equipo sea colista en la Bundesliga, con una inercia nefasta desde finales de agosto, mes en el que tuvo lugar su última victoria. Su sustituto, en condición de interino, será Marco Grote, el hasta hoy dirigente de la sección sub-19.
🫂 Una despedida amistosa
En su último día como mánager, Urs Fisher agradeció la confianza depositada en él hace un lustro y añadió que el Union Berlin necesitaba algo nuevo: «A veces, una cara diferente o una forma distinta de dirigirse a un equipo ayuda a cambiar la tendencia. Tengo mucha suerte de haber recibido un apoyo tan incondicional. Le deseo lo mejor al Union y estoy convencido de que conseguirá mantenerse en la Bundesliga».
Siempre estaremos agradecidos por 5 años llenos de alegrías que nunca podíamos ni haber imaginado. ¡Ya sois leyendas en Köpenick!
Gracias Urs. Gracias Markus ❤️ pic.twitter.com/JwYHPFmq5f
— 1. FC Union Berlin ES (@fcunion_es) November 15, 2023
Por su parte, Dirk Zingler, presidente del Union Berlin, quiso cerrar esta etapa con elogios hacia Urs Fisher: «Su personalidad y su exitoso trabajo nos han aportado mucho los últimos años, han abierto grandes oportunidades. En los cinco años y medio que hemos trabajado juntos, hemos desarrollado un respeto y una confianza mutua para intercambiar ideas siempre de forma abierta y honesta. Juntos hemos llegado a la conclusión de que ha llegado el momento de dar un giro. Urs se va como un amigo al que siempre recibiremos con los brazos abiertos«.
🚀 Urs Fisher condujo al Union a la élite
El entrenador suizo llegó en el verano de 2018 y, en su primer año, consiguió algo inédito para la entidad: alcanzar la Bundesliga. Tiene mérito, a pesar de que los años anteriores ya se quedase cerca de ese objetivo con André Hofschneider, Jens Keller o Norbert Düwel a los mandos. En su llegada a la primera división, el crecimiento fue exponencial: salvó en su primer año al equipo con holgura (11º) y después lo metió primero en Conference League (7º), tras ello, en Europa League (5º) y, la 2022/2023, en Champions (4º).
Los entresijos del Union Berlin: la humildad llega a la Champions
En competiciones europeas, el Union Berlin no ha conseguido pisar instancias finales, como sí sucedió en la Pokal 2021/2022, en la que alcanzó las semifinales por segunda vez en su historia. Urs Fisher también estuvo bastante cerca de tocar metal hasta que el RB Leipzig se interpuso en su camino. Su debut continental, en la Conference League, terminó pronto, eliminado en la fase de grupos. Al año siguiente sí pudo acceder a la ronda de eliminatorias y puso el listón en los octavos de final de la Europa League, ronda en la que cayó frente al Union Saint-Gilloise, la revelación del torneo.
En Champions apenas suma un punto de 12 posibles, que le alejan de nuevo de las rondas del KO. En todo caso, conviene recordar que el Real Madrid sufrió para ganarles en el Santiago Bernabéu, con un gol de Jude Bellingham en el descuento. También, que el Sporting Clube de Braga tuvo que remontar un 2-0 adverso en la segunda jornada, en un partido que pudo caer de cualquier lado. O que el Napoli, en la tercera fecha, le ganó con un solo tiro entre palos. Cuestión de detalles, no se puede decir que la Champions les haya venido grande.
🎪 Pintó Berlín de rojo y blanco
Otra de las cuestiones que perdurarán entre las más relevantes de su extenso legado, es el dominio futbolístico en la capital de Alemania. Algo que, tradicionalmente, le correspondía al Hertha Berlin. Desde que los pupilos de Urs Fisher alcanzaran la élite del fútbol teutón, se han jugado nueve derbis y seis han caído del lado del Union. Los últimos cinco los han ganado de manera consecutiva, incluso. Y, para colmo, el gigante de Berlín, que nació seis años antes que el cuadro rojiblanco, perdió la categoría la temporada pasada, después de varios años coqueteando con el descenso.
El declive progresivo del Hertha ha sido inversamente proporcional a la capacidad del Union para reinventarse y romper su techo. Lo difícil era hacerse del pequeño. Ahora, sin embargo, será mucho más sencillo que las nuevas generaciones empaticen más con ‘Los de hierro’ que con el Hertha, algo impensable hace unos años. Tiempos en los que la única manera de seguir a un equipo puntero en la capital de Alemania llegaba al declinar la opción de ir los fines de semana al bosque, en el que se encuentra el An der Alten Försterei.
Una de las imágenes más icónicas del Union Berlín se produjo en su primer partido de Bundesliga como locales. Algunos aficionados mostraron pósteres de los hinchas que habían fallecido sin ver a su equipo pisar el primer nivel, para que de alguna manera estuviesen presentes aquel día.
Es uno de los estadios más peculiares del mundo, que se reconstruyó gracias al amor incondicional de sus socios al club. Eran pocos, pero familiares. Ahora, son cada vez más, y no por ello han perdido su idiosincrasia, por mucho que jueguen la Champions en el Olympiastadion, recinto habitual del Hertha, por un tema de normativa de la UEFA.
🥺 Llegó la Champions y, con ella, la debacle
Si bien el Hertha Berlin ha descendido a los infiernos tras una inversión tan cuantiosa como desacertada, el Union alcanzó su techo sin tener estrellas en plantilla. De hecho, cuando han llegado este verano algunos jugadores más consagrados, ha sido cuando el equipo ha caído en picado. Evidentemente, ese no es el motivo en sí mismo que explica la crisis del equipo de Urs Fisher, sería demasiado paradójico. Aunque, a raíz del desembarco de piezas como Robin Gosens, Kevin Volland, Leonardo Bonucci, Alexander Schwolow, Lucas Tousart, Alex Kral, Brenden Aaronson o Datro Fofana, sí han perdido parte de su esencia. Y han ganado una presión que no les ha ayudado.
El éxito del Union Berlin en las últimas temporadas atendía a lo mucho que potenció Urs Fisher sus fortalezas. No puede decirse que la clave sea la cantera, la dirección deportiva o la explosión de futbolistas dentro del plantel. Minoritariamente, sí, pero en términos generales, lo que ha hecho el estratega helvético ha sido convivir con recursos limitados. Valiosos para desarrollar un tipo de fútbol muy concreto, aunque demasiado específico. De ahí que, al agregar profundidad y calidad a la plantilla, lejos de crecer, lo que se ha producido ha sido más bien el efecto contrario.
El Union Berlin de Urs Fisher y Sheraldo Becker rompe la banca
Por específico, nos referimos a perdonar poco de cara a puerta, hacerse fuerte desde una gestión conservadora de la ventaja, manejar resultados cortos en partidos cerrados y a optimizar al máximo acciones aisladas como el balón parado. Algo bastante contracultural respecto al fútbol centroeuropeo, aspectos en los que la pizarra del míster adquirió un protagonismo muy elevado. Este Union Berlin supo convivir desde un bloque medio muy solidario y compacto, que hizo que que pareciese muchísimo más sólido de lo que cabría esperar viendo sus activos. Con las sucesivas transiciones para atacar a campo abierto y aprovechar la explosividad de Jordan Pefok o Sheraldo Becker, el futbolista que más ha crecido durante este tiempo a las órdenes de Urs Fisher.
La dinámica era difícilmente sostenible. El entrenador se marcha con la friolera de 13 derrotas y un empate en los 14 últimos partidos. En parte, fruto de la falta de acierto en las áreas; pero, aun así, algo tremendamente atípico entre equipos que disputen la máxima competición continental. Por mucho que no pareciese insostenible, porque la temporada es larga y aún había tiempo para darle la vuelta a la tortilla con Urs Fisher a los mandos, ha terminado con su adiós. El más insospechado de Alemania junto al de Frank Schmidt en el Heidenheim. La despedida que más dolerá a una afición fiel como pocas, que, por raro que parezca en los tiempos que corren, se hartó de aplaudirle estas últimas semanas.
