Lo de que la temporada es larga y que el Sevilla iba a revertir la situación lo hemos escuchado en muchos espacios. Y también que está en una de las ligas que se presuponen más baratas en términos de permanencia. Sin embargo, el equipo hispalense continúa su caída empicada hacia el descenso, a la vez que se debilita en cada mercado de fichajes y aumenta la inestabilidad a todos los niveles. ¿Cuáles son los principales problemas?
🤷 Una plantilla sin jerarquía
Lejos de ilusionar a una parroquia dormida ante la inestabilidad del club en todos los estamentos (directiva, dirección deportiva, banquillo, plantilla…), los fichajes invernales del Sevilla no hacen más que agravar la situación del equipo. Uno que ya ha perdido a casi la totalidad de su columna vertebral respecto al último curso en el que acabó entre los cuatro primeros clasificados. Lucas Ocampos y Youssef En-Nesyri son los únicos supervivientes junto a un Jesús Navas que podría anunciar su retirada a final de temporada y a un Marcos Acuña en declive, muy lastrado por las lesiones. El exceso de veteranía en la plantilla es notorio. Solo Sergio Ramos, curtido en mil batallas, pone remedio al problema de la jerarquía… no así de la juventud.
Yassine Bono recibió el Premio Zamora al portero menos goleado de la temporada en la 2021/2022 por el buen rendimiento defensivo del Sevilla.
Primero fueron Jules Koundé y Diego Carlos quienes abandonaron Nervión, en el verano de 2022; al año siguiente llegó el adiós de Yassine Bono, y ahora el Sevilla se ha desprendido del doble pivote con el que hace apenas ocho meses ganaba una balsámica Europa League. Tanto Ivan Rakitić, rumbo al Al-Shabab saudí, como Fernando Reges, destino Vila Nova FC (de la segunda división brasileña), se marchan libres tras rescindir sus respectivos contratos de mutuo acuerdo. Sin dejar dinero alguno por su traspaso, pero sí un vacío que al Sevilla le va a costar mucho llenar. Y eso que ambos evidenciaban ya un bajón competitivo esta campaña, significativo en el caso del mediocentro defensivo.
😓 La preocupante paradoja del Sevilla
A cambio, la dirección deportiva comandada por Victor Orta, discípulo de Monchi, ha incorporado a tres jugadores que ni mucho menos sirven para hacer que aumenten las expectativas de la afición. Lucien Agoumé, Hannibal Mejbri y Alejo Véliz llegan en calidad de cedidos. Agoumé, con opción de compra por 8 millones de euros, tras la friolera de 5 minutos oficiales disputados con el Inter esta temporada, por lo que el estado del centrocampista franco-camerunés es toda una incógnita.
A Hannibal, mediapunta del Manchester United, le pasa exactamente lo mismo, por mucho que futbolísticamente entre por los ojos viendo sus highlights: apenas supera los 30 minutos de juego con el primer equipo en los últimos cuatro meses y, además de que su opción de compra por 18,5 millones parece salirse de las posibilidades del Sevilla, desde Old Trafford se guardan otra opción de repesca por 35. Por su parte, Alejo Véliz, delantero del Tottenham, tampoco supera los 50 minutos con la primera plantilla entre todas las competiciones desde su llegada en verano. Y este ni siquiera tiene opción de compra.
Los tres futbolistas sub-21 no representan ninguna certeza competitiva y su desembarco, viendo las condiciones contractuales, se intuye que será pasajero en el caso de Hannibal Mejbri y Alejo Véliz. No parece la mejor idea de cara a jugarse la permanencia en las últimas jornadas por un tema de inexperiencia y falta de arraigo. Eso, por no hablar de la incapacidad del Sevilla para generar plusvalías a través de una plantilla envejecida. Quienes se marchan lo hacen mayoritariamente con la carta de libertad y a cambio llegan jugadores poco contrastados o estancados, algunos cedidos con opciones de compra difíciles de asumir. La pescadilla que se muerde la cola, porque al no generar dinero mediante ventas, el mercado es muy limitado después para cubrir el apartado de llegadas.
🏟️ El Pizjuán ya no es un fortín
Por si fuera poco, el Sevilla ha perdido a otro de sus intangibles, al jugador número 12. El colmo de la crisis que atraviesa un equipo que lleva tres entrenadores en los últimos cuatro meses, sin que Quique Sánchez Flores parezca ser tampoco la solución, está en la incapacidad para hacerse fuerte en su feudo. Tanto, que acaba de igualar la peor racha sin victoria como local de toda su historia en primera división desde hace 60 años. Y eso que no empezó tan mal la presente campaña, a las órdenes de José Luis Mendilibar, antes de ser reemplazado por Diego Alonso y por el propio ‘QSF’. Cambios en el banquillo y también en la directiva, dado que José María del Nido Carrasco, hijo del expresidente con el que está públicamente enfrentado, también ha sustituido a Pepe Castro a mitad de temporada.
El Sevilla no ha ganado ninguno de sus últimos ocho encuentros ligueros en casa (5 empates y 3 derrotas), igualando el registro sufrido entre febrero y octubre de 1965. Es el cuarto peor equipo de la categoría en casa, con 11 puntos de 36 posibles. Solo superado por el Almería (5), el Rayo Vallecano (8) y el Celta (10).
🧮 ¿Es el Sevilla candidato al descenso?
Hasta que se demuestre lo contrario, es candidato, aunque no favorito. Sumido en una crisis global, las sensaciones no dan motivos para pensar lo contrario y la plantilla cada vez es más limitada. Tampoco cuenta con un goleador, que era otro de los intangibles del Sevilla desde los tiempos de Luis Fabiano, Frédéric Kanouté, Carlos Bacca, Kevin Gameiro o Wissam Ben Yedder. Sin embargo, esta liga nadie superaba los cinco tantos al final de la primera vuelta.
Isaac Romero suma cuatro goles y una asistencia en sus primeros seis partidos con el primer equipo del Sevilla.
En-Nesyri se mantiene como máximo artillero, aunque muestra la pólvora más mojada que en campañas anteriores, al igual que un Lucas Ocampos que apenas alcanza los tres tantos. Otros dos datos que invitan al pesimismo, dentro de ser positivos en sí mismos, es ver que el máximo goleador en enero es Isaac Romero, un canterano recién subido al primer equipo; o que Sergio Ramos concluyera la fase de grupos de Champions como pichichi del Sevilla. El golpe por golpe tampoco sirve.
La parte positiva está en que para lograr la permanencia no parece que haya que irse esta temporada a cifras de puntuación muy altas. El Almería, con 6 puntos de 69 posibles, está prácticamente desahuciado. El Granada, solo con cinco unidades más, parece que lo va a tener complicado pese al histórico mercado de fichajes que ha completado en enero. Y el Cádiz, que acaba de destituir a Sergio González, a priori tiene un equipo aún más limitado. La mala noticia está en que no es el único equipo que se espera que mejore su puntuación en esta segunda vuelta. Celta y Villarreal también deberían dar para mucho más, lo que no haría más que aumentar la presión de un Sevilla al que el calendario le empieza a jugar en contra.
