Primera división

‘Pacheta’ acepta el reto ‘envenenado’ del Villarreal

¿En qué familia no ha salido alguna vez la conversación del yerno perfecto? Serán pocos los padres de familia que no se hayan tomado la licencia de opinar delante de sus hijos, o a sus espaldas, sobre su pareja ideal. Sin embargo, es mucho menos frecuente que los estos opinen sobre los suegros que les gustaría encontrarse, bastante tienen ya… Eso sí, los que hayan pensado acerca de ello, habrán llegado a la conclusión de que José Rojo Martín, alias ‘Pacheta’, es el suegro perfecto. Un tipo capaz de convencerte con su oratoria de que la tierra es plana, con la misma labia que Joaquín Sánchez. Pero, sobre todo, que transmite unos valores y una naturalidad que empequeñecen hasta a la anecdótica contratación de Quique Setién, su predecesor en el Villarreal, que recibió la llamada para entrenar al ‘Submarino Amarillo’ mientras cuidaba de sus vacas en Cantabria.

🕺 Villarreal demanda el ‘Pacheta style

Decir que los libros de estilo de Quique Setién y ‘Pacheta’ son antagónicos, sería faltarle a la verdad. El último partido del burgalés al frente del Valladolid fue paradigmático, de hecho. Fiel a su estilo de fútbol abierto, encajó un severo 6-0 ante el Real Madrid que le costó el puesto, pese a tener al equipo pucelano fuera del descenso que terminó por engullir a los castellanoleoneses. Algo que suena perfectamente creíble si cambiáramos su nombre por el de Quique Setién. En el caso del exentrenador de Las Palmas, Betis o Barcelona, entre otros, el motivo de su despido viene de lejos. Daba la sensación, incluso, de que no se iba a comer el turrón en 2022, cuando la afición groguet, incendiada tras la marcha de Unai Emery al Aston Villa, cláusula mediante, le dedicaba esos desagradables cánticos de «Quique vete ya».

Villarreal Pacheta Quique Setién

Quique Setién ha sido destituido del Villarreal tras sumar solo tres puntos en cuatro jornadas, ante el Betis, Cádiz, Mallorca y Barcelona.

El público, soberano, nunca tuvo en alta estima a Quique Setién. Aunque al César lo que es del César. Los números indican que el Villarreal fue el cuarto mejor equipo en la segunda vuelta de la liga española, con 32 puntos de 54 posibles, solo por detrás de Real Madrid, Barcelona y Atlético de Madrid. Eso, por no hablar de los matices más verticales que imprimió a su fútbol, por cómo hizo sufrir a los equipos punteros o por su capacidad para potenciar a jugadores como Samu Chukwueze, Nicolas Jackson o Ramón Terrats. Algo que no fue suficiente como para ganarse al Estadio de la Cerámica, ni tampoco a los mandamás del club.

🤔 ¿Es ‘Pacheta’ el técnico que necesita el Villarreal?

En este mar de inestabilidad, tras un verano complicado en lo que a fichajes se refiere, ‘Pacheta’ asume el reto más importante de su carrera profesional. Bueno, tal vez no sea el más importante, eso le tocará dirimirlo a él, pero sí es el proyecto de mayor cartel del que se hará cargo. Un caramelo algo envenenado también, porque las expectativas son bastante altas para la plantilla que se le ha quedado al ‘Submarino Amarillo’, tras cuatro cursos consecutivos en el top 7 de la liga e, incluso, un año y medio después de pisar unas semifinales de Champions. El entrenador no está acostumbrado a convivir con estos objetivos, aunque sí a afrontar situaciones límite con equipos que luchan por mantener la categoría.

‘Pacheta’ ascendió a primera división al Elche en 2020, tras hacerse cargo del equipo en tercera, y al Valladolid en 2022.

Su elección recuerda en cierto modo a la de Mendilibar. Dos de esos técnicos curtidos en el barro, con recursos limitados, que se hicieron fuertes por el compromiso y vivacidad que irradiaban sus jugadores. Deportistas que morían por ellos, en un clima sorprendentemente cálido y familiar para la situación clasificatoria de la mayoría de sus equipos. Y lo de ‘Mendi’ salió especialmente bien en un Sevilla que también guarda paralelismos con este Villarreal. Dos proyectos obligados a reinventarse tras la salida de jugadores capitales, que derivaron en plantillas algo descompensadas, demandantes de algo más que una pizarra sobresaliente para revelarse ante esta situación.

En el plano técnico-táctico, este Villarreal cuenta con fortalezas y debilidades bastante marcadas. En el centro del cambo aglutina, por cantidad y calidad, perfiles sobre los que construir un equipo propositivo, alegre y vertical, de los que les gustan a ‘Pacheta’ y su staff técnico. Lo que fue su Valladolid. Piezas que pueden contribuir a ver variantes en el dibujo, de esas que también caracterizan al ex del Pucela. El dominio de las áreas, sin embargo, no parece que pueda ser uno de los intangibles, especialmente en la retaguardia. Desde la meta, con la extraña mezcla de veteranía y juventud extrema de Pepe Reina y Filip Jörgensen, hasta una delantera que ha perdido mucha pegada. Mantiene a Gerard Moreno, eso sí. Y cuenta con apuestas como las de Alexander Sørloth o Ben Brereton, que, al igual que Morales, pueden crecer de la mano de un entrenador al que le gusta transitar rápido, de portería a portería.

La escalada de Gerard Moreno hasta la cima

No parece que el Villarreal vaya a correr mucho riesgo por eludir el descenso, aún es pronto como para pensar en eso. La llegada de ‘Pacheta’ dista mucho de la que se produjo en Huesca, cuando relevó a Michel Sánchez, el actual estratega del Girona. Y, si a su compatriota el fútbol le ha brindado una segunda oportunidad, que no ha desaprovechado, por qué no pensar en que con ‘Pacheta’ se vaya a repetir la historia. Esa 2020/2021 fue la última vez que cogió a un equipo de primera división una vez ya había arrancado la temporada. Necesitaba un milagro, revertir una dinámica negativa y una renta de solo 12 puntos sumados en 18 partidos. Con él, en 20 encuentros, obtuvieron 22 unidades. Insuficientes para sellar la salvación, aunque le cambió la cara al equipo y se quedó a solo un gol de la permanencia. Tiene una deuda pendiente. O varia0,s mejor dicho. «Qué se preparen», como le gusta a él mismo decir en rueda de prensa.

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