En la historia del balompié ha habido grandes referentes y que han marcado un antes y un después. Jugadores que por su talento han creado escuela. En este Recordando a… pintamos en un color vintage para retroceder a la Italia de los años 60-70. ‘Il ragazzo d’oro’, así era conocido Giovanni Rivera, un artista pegado a una pelota. Dejó a los italianos embobados con sus habilidades en el campo y destrozó estadísticas. Fue el italiano más joven en debutar en la Serie A, entró dentro de un traspaso récord y fue una de las estrellas de la selección italiana. Recordamos a Gianni Rivera.
👉 En Alessandria nació y en Milán deslumbró
Gianni nació un 13 de agosto de 1943 en la pequeña localidad de Alessandria (Italia). Allí empezó a dar sus primeros toques a un balón y a los 15 años pisó por primera vez un campo siendo jugador de la Serie A italiana. Fue el debut más precoz en la historia de la competición italiana. En ese momento, defendía los colores del Alessandria, su club, que se enfrentó al Inter de Milán. Aunque no pudo conseguir la permanencia con este club de la región de Piamonte, el centrocampista italiano volvió a hacer historia al ser transferido al Milan por 60 millones de liras y tres jugadores adicionales.
Este fichaje abrió el camino en Italia y la condujo a una fuerte apuesta económica por el fútbol. A su llegada al club rossoneri, Gianni se encontró un equipo acomplejado por la larga sombra en Europa del Real Madrid de Di Stéfano y del Benfica. En septiembre de 1960, Rivera debutó con 17 años en el equipo del norte italiano. Comenzó una larga y exitosa estancia.
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El joven centrocampista desbordaba elegancia y frescura en su juego. Tenía toda la acción en su cabeza y su destreza era única para mover al equipo y hacer daño al rival. En 1962, el Milan conquistó su octavo Scudetto bajo el liderazgo de Gianni. El cambio estaba en marcha y los rossoneri iban a llegar de nuevo a la cima del fútbol.
🏆 La primera Copa de Europa de Gianni Rivera y duelo con Pelé
De la mano de Rivera, el Milan dejó de temer al Madrid o al Benfica. De esta manera conquistó la Copa de Europa de la temporada 1962/1963. En el mítico estadio de Wembley, el joven capitaneó y lideró a los italianos para ganar por 2-1 al Benfica de Eusébio. Fue el primer gran triunfo europeo de los milanistas. Esto hizo que en 1963 se enfrentaran el Milan, campeón de Europa, y el Santos, victorioso en América. Ese Santos estaba comandado por inconfundible Pelé.
En 16 de octubre de 1963, en el estadio San Siro de Milán, se jugaría el partido de ida. Los rossoneri se impusieron por 4-2. Los goles de Trapattoni, el brasileño Amarildo por partida doble y Mora se impusieron a los dos de Pelé. En la vuelta, el 14 de noviembre de 1963 en el mítico Estadio Maracaná, se dio el mismo resultado de 4-2, pero a favor de los brasileños. El juego duro de los italianos fue criticado. Trapattoni lesionó a Pelé en una acción del segundo partido y la estrella se perdió el desenlace final.
Gianni y Pelé juntos antes de un partido entre el Milan y el Santos.
Dos días más tarde, el 16 de noviembre, llegaría el partido decisivo. Maracaná rozó la locura y vivió una de las grandes noches de su historia con la victoria del Santos por 1-0, gracias al gol de penalti transformado por Dalmo en el minuto 31. Los brasileños se convirtieron en el mejor club del mundo. Por su parte, el Milan pasaría unos años de sequía por la irrupción del Inter de Mazzola y Luis Suárez y que se alzó con dos Copas de Europa.
🥇 Reguero de éxitos y coqueteo con la política
No fue sino hasta 1968 cuando el Milan, nuevamente liderado por Gianni, recuperaría el terreno perdido y ganaría otro Scudetto. También guio a Italia a conquistar la Eurocopa de ese año. Adicionalmente, ganó en la temporada 1968/1969, contra pronóstico, la Copa de Europa ante el Ajax de Johan Cruyff. Esta vez sí, el equipo italiano triunfó en la Copa Intercontinental contra el Estudiantes argentino. Gianni convirtió el fútbol en arte y dirigió la orquesta del Milan a las cimas más altas. Hecho que le fue reconocido en 1969 con el Balón de Oro.
Fue internacional con Italia en 60 partidos en los que logró 14 goles. En 1970 disputó y perdió ante Brasil la final del Mundial en México, siendo Gianni el autor del tanto definitivo en semifinales ante Alemania en uno de los partidos más espectaculares en la historia del torneo. El centrocampista jugó hasta los 35 años y levantó el título de liga en 1979 con su amado Milan. Esa fue su despedida de las canchas. Rivera jugó 506 partidos y marcó 128 goles.
Gianni cambió el balón por la vicepresidencia del club rossoneri y, posteriormente, con la compra de la entidad por parte de Berlusconi, entró activamente en la política, en la Federación Italiana y participó en concursos de televisión como Ballando con le stelle. Llegó al Parlamento de Italia y se convirtió en vicesecretario de defensa en el gobierno de Romano Prodi.
👊 Rivalidad con Mazzola: ¿quién fue el mejor?
Gianni Rivera fue estrella del Milan al mismo tiempo que Sandro Mazzola lideró al Inter. Eso desencadenó fuertes discusiones en Italia para determinar qué jugador era más influyente. Mazzola emergió como el hijo de una gloria nacional. Su padre, Valentino, falleció en el accidente aéreo de Superga que afectó al Torino.
Sandro Mazzola (izquierda) y Gianni Rivera (derecha) en un partido con Italia.
Ambos futbolistas ocupaban el centro del campo, y aunque Mazzola era más veloz y goleador, Gianni tenía una técnica y una capacidad de pase nunca antes vista. Para la selección italiana era una virtud y un castigo a la vez. Si uno de ellos era alineado, una mitad de Italia se alborotaba. En caso contrario pasaba lo mismo. Después del Mundial del 70 surgió la idea de que Mazzola merecía recibir la Orden de Mérito de la República. Inmediatamente, se decidió que Rivera también la recibiría, lo que casi lleva a que Mazzola rechazara el honor. Finalmente, y tras muchas mediaciones de por medio, los dos fueron reconocidos con esa distinción.
En Italia, el debate sobre quién de los dos fue más grande aún persiste. Depende de la bufanda que esconda a quien preguntes te dirá que fue Rivera o que fue Mazzola. Lo único cierto es que fueron dos futbolistas que cambiaron la idea de jugar al fútbol en Italia y que llevaron al Milan y al Inter a otra dimensión dentro del panorama internacional.
