El Espanyol está sufriendo los efectos devastadores de la Segunda división. Una ola que se ha llevado por delante a su entrenador: Luis García. Con la salida de jugadores importantes en verano, el conjunto perico ha ido de más a menos en el inicio del curso. La idea de equipo compacto y fiable que mostró en un inicio se está disolviendo como el azúcar. Los blanquiazules son quintos en la clasificación, siendo el segundo equipo más goleador de la categoría (24 tantos). En contra, el conjunto espanyolista ha recibido 16; cinco en los últimos tres encuentros. Datos que han acabado con la confianza que tenía depositada la dirección técnica en el entrenador asturiano. Luis Miguel Ramis es el nombre que ocupará el banquillo de la entidad.
🐦 Espanyolista de corazón
La relación entre Luis García y el Espanyol comenzó en 2005 en los terrenos de juego con su fichaje por la entidad blanquiazul procedente del Mallorca por tres millones de euros. Con los pericos jugó un total de 260 encuentros, es el quinto jugador con más apariciones en la historia de la entidad, y dejó 62 goles y 25 asistencias. Ganó la Copa del Rey de la temporada 2005/2006. Tras su paso por la entidad barcelonesa, el excanterano del Real Madrid jugó en el Zaragoza, en Tigres y acabó su carrera en 2019 en el Eupen belga, donde ya hacía tareas de segundo entrenador del equipo sub-21.
Una vez colgadas las botas dio el paso definitivo a los banquillos. Empezó por el juvenil de la Damm, una de las mejores canteras de futbolistas en Cataluña, y firmó por el RSC Internacional del Grupo VII de la Tercera RFEF, equipo que esta temporada compite bajo el nombre de Real Madrid ‘C’. Sin embargo, no acabó el curso pasado con los madrileños, ya que el asturiano recibió la llamada del Espanyol para sustituir a Diego Martínez.
Su sentimiento espanyolista le llevó a intentar llevar a cabo la heroicidad de salvar al equipo, que a su llegada había perdido seis partidos de nueve disputados y estaba en puestos de descenso. Los ánimos no fueron los mejores. La fragilidad defensiva fue el talón de Aquiles de un conjunto que descendió en la penúltima jornada tras empatar 2-2 ante el Valencia. «No hay nada en Barcelona como ser del Espanyol», decía recientemente el técnico en una entrevista en El Larguero. No hay declaración de amor más real, aunque su aventura ha salido al revés. Las dudas han acompañado de Luis García desde el principio. Unas sospechas que se han confirmado con este despido a las primeras de cambio.
😬 Un verano con un apartado y con salidas dolorosas
La planificación de la temporada no fue fácil para Luis García. Los jugadores que más brillaron el curso pasado fueron tentados por clubes de Primera. Salieron Joselu, Sergi Darder, Adrià Pedrosa y César Montes, este el último día del mercado, y ‘Vini’ Souza regresó Lommel SK tras cumplir con su cesión. En cambio, el club incorporó a Pere Milla, Salvi Sánchez, Ramon, Aguado, Víctor Ruiz y Keita Baldé. Pese a la intención de retener a sus grandes estrellas, el equipo perico se vio lastrado por las salidas, y por los que intentaron salir.
Durante la pretemporada en Marbella, Luis García apartó a Martin Braithwaite, que se declaró en rebeldía para forzar una salida del club. El futbolista no quería jugar en Segunda. El danés, con contrato hasta el 30 de junio de 2025, creó un serio malestar en la plantilla antes de empezar la campaña. «Se tendrá que volver a ganar la confianza de los compañeros día a día. Esto no puede pasar. Los egos son muchas veces desmedidos, se ha equivocado y ha faltado al respeto a la institución, al staff, a sus compañeros y a una afición”, remarcó Luis García referente a este episodio.
😎 El Espanyol se carga de impaciencia
Pese a todos los acontecimientos, el Espanyol llegó a la jornada 11 liderando la clasificación y con un partido ante el Leganés, que ocupaba la segunda plaza, para dar un puñetazo encima de la mesa. Y ese fue el principio del fin. Los ‘periquitos’ perdieron ese duelo (0-1), cayeron también en Gijón (2-0) y empató 2-2 contra el Eibar. Tres encuentros que han marcado el devenir de Luis García en el banquillo. De la ilusión de volver a Primera, a la desazón de solo tres partidos que han cambiado la hoja de ruta, aunque la entidad solo se encuentra a tres puntos del ascenso directo.
La cuestión llega en los tiempos del despido. En si el Espanyol se ha precipitado en su decisión, ya que estos tres resultados se han producido ante los tres primeros de la tabla: Leganés, Sporting de Gijón y Eibar. El conjunto catalán, con un juego directo, pero no falto de calidad, ha llevado la voz cantante en cuanto a los goles. Entre Braithwaite, recuperado para la causa (6), Javi Puado (8) y Pere Milla (3) suman 17 de las 24 dianas de la entidad, el 70.86% del total.
Algo que ya sucedió la temporada pasada con Joselu, Braithwaite y Puado. Entre los tres delanteros marcaron 33 de los 52 tantos del club en Primera, es decir, un 63,46 del total de los goles. En los dos casos se puedo achacar a la dependencia de sus delanteros para anotar, destacando la poca aportación del resto del equipo. El siguiente jugador en la lista de goleadores es Calero (3), que juega en defensa. Aunque paralelamente, la facilidad de ver puerta del cuadro blanquiazul se puede entender como positiva, ya que es un factor que marca las diferencias en una categoría como la Segunda división.
Pese a esto, la dinámica defensiva del conjunto espanyolista ha bajado su rendimiento en los últimos choques. Algo que consideran clave desde la dirección deportiva del club y que no han acabado de ver con Luis García tomando las decisiones. El Espanyol ha optado por incorporar a Luis Miguel Ramis para su banquillo, pero se encuentra en la encrucijada del acierto y el error. De si han hecho bien despidiendo al asturiano o de si se han equivocado. Y lo cierto es que en los últimos años se han contabilizado más fallos que alegrías a los pericos. Será momento de ver qué camino han tomado esta vez…