DIEGUENAZO CHAMPIONS
✍️​ Opinión

El ‘Dieguenazo’: la Champions y los jueves (surrealista)

Ya hemos probado las mieles del nuevo formato de la Champions League. A unos les habrá gustado más, y a otros menos. Lo de siempre, vaya. Desde mi punto de vista, no ha estado tan mal como pensaba. La nueva fase de grupos favorece a que haya más goles, por lo que hay más espectáculo, y también hay más partidos. Espera, ¿de eso no iba a ir la Superliga? Bueno, que me pierdo. Solo hubo una cosa que me desagradó en exceso: que se juegue los jueves. Me quitaron el horario de las 20:45 y lo acepté, pero por aquí no paso.

La Champions y los jueves se merecen un ‘Dieguenazo’.

Así fue el sorteo de la nueva Champions League para los equipos españoles

🔄​ Los jueves de Champions, el cambio y la vida

Quizás sí soy un pureta, quizás no (gran referencia a un temazo de Quevedo, ahora que parece que vuelve). La cosa está en lo que ha cambiado el fútbol desde que lo veo. Especialmente, la Champions. Cuando me enganché a esto de la pelotita, el Real Madrid no ganaba con sus primeros galácticos. Ronaldinho era el que ponía el show y no Vinícius. El Bayern daba miedo por su concepción tan germánica de este deporte. Visitar Highbury era un dolor de muelas, y que el ’10’ de la Juventus marcase en el partido inaugural no era noticia. Ay, la nostalgia, qué puñetera es. Todos esos recuerdos siempre fueron asociados a una hora concreta y a los martes y los miércoles, los días en los que podías alargar mínimamente la hora de irte a la cama. Ahora ya no nos queda nada.

Me siento como ese capítulo de ‘Los Simpsons‘ en el que el abuelo le grita a una nube, pero no hablo yo, lo hace mi poca tolerancia al cambio en estas nimiedades. No me gustó nada la pérdida del horario de las 20:45 en la Champions, y tampoco me acaba de convencer esto de que los partidos de fase de grupos se hagan en dos franjas. Y es que, por mucho sentido comercial que tenga, no pude subirme a ese barco en un principio. El fútbol es ritual y superstición en su gran mayoría, e ir contra estas cosas va contra lo que es este deporte como motor social y cultural. Pues bien, conseguí aceptar el cambio con el tiempo. Solo eran 15 minutos de diferencia, algo que hasta yo podía soportar. Pero es que no, lo de los jueves me parece un atentado.

El ‘Dieguenazo’: Endrick, a los buenos les pasan cosas buenas

La vida era fácil: la Champions se jugaba martes y miércoles, y la Europa League los jueves. Me parecía correctísimo. Pues bien, este año se juega todo todos los días. No me extraña que hasta los propios jugadores estén hartos. Van a exprimirles cada centímetro de su físico para sacar dinero en los despachos. Y lo peor es que esto es lo que menos me cabrea. En las semanas de Champions, me permitía cenar algo más divertido los martes y los miércoles. Otra vez más, rituales. ¿Qué voy a hacer con tres días seguidos de Copa de Europa? ¿Pedirme tres Glovos? Me van a arruinar mientras hago aún más rica a una empresa multimillonaria. Han vuelto a encontrar la forma de explotar a un pobre diablo adicto a la pizza como yo. Te maldigo, UEFA.

Lo único bueno es que hay más fútbol. Si hay algo con lo que prefiero rellenar los tiempos muertos de mi existencia, prefiero hacerlo con noches europeas en la Castellana. Hasta que no me quede sin esto, seguiré lidiando con todos los cambios que me quiera traer la Champions. La vida, al fin y al cabo, va de aceptar estas cosas que modifican nuestra vida. Quizás es lo que nos quería transmitir Čeferin con todo esto. Nah, creo que va más de ganar dinero y llevarse alguna mordida, pero prefiero quedarme con esa moraleja. Total, entre enfadarme y no aprender nada ante algo que no va a cambiar, es mejor aceptarlo y sacar algo que me pueda servir en el día a día. Gracias (supongo), partidos de Champions de los jueves.

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