DIEGUENAZO CARVAJAL
✍️​ Opinión

El ‘Dieguenazo’: ahora sí que nos gusta Dani Carvajal

Esta columna iba a estar dedicada a los tópicos de la Eurocopa. Que si siempre gana Alemania, que hay que tener cuidado con Bélgica… Ya sabéis. Es más, el gol de Eriksen me lo ponía en bandeja. Era un gol regalado, pero me gusta complicarme. Aunque deba empujar el balón a puerta vacía, quiero darle de rabona. No voy a dedicarle (aún) unas líneas a la Eurocopa en su totalidad, sino a un futbolista en concreto. A uno que últimamente sale mucho por aquí. Cosas de la vida. Quiero escribir del repunte de popularidad de Dani Carvajal y, como la columna es mía, a ello voy.

Que otra Champions haya cambiado todo merece su ‘Dieguenazo’.

🔀​ Dani Carvajal con cinco Champions, Don Daniel Carvajal Parera con seis

Mi mosqueo con el tema de Carvajal viene porque esta semana me han salido varios vídeos de leyendas del fútbol hablando del de Leganés. Juan Román Riquelme y Cafú dicen que sí, que ya es uno de los mejores laterales derechos de siempre. Hombre, nos ha fastidiado: tiene seis Copas de Europa en su palmarés y ha sido titular en todas ellas. Algo tendrá para conseguirlo, ¿no? Con el enorme respeto que guardo a ambos jugadores, les llamo oportunistas. Lo único que ha cambiado entre el Carvajal de hace un año y el actual es que ya no toma gluten y que ha ganado una Champions más. Si el requisito para acceder al Olimpo dependía de tener seis ‘orejonas’, solo habría cinco personas allí. Bajo mi humilde opinión, sería un baremo un poco injusto en un deporte tan amplio como el fútbol.

No es que la cosa mejore lejos de Riquelme y Cafú. Ahora al populacho también le gusta Carvajal. No hay más que irnos al partido de España contra Croacia. Vale que la Selección exalta al personal, pero el gol del lateral fue el más celebrado de la tarde. O, al menos, así fue en el bar en el que vi el partido. Luego, tras el encuentro, llegué a ver antimadridistas disfrutando del penalti que cometió el lateral y que no pitaron. Hasta la famosa ‘Carvajalinha‘ (dicha jugada es una definición perfecta de este término) ha llegado al gran público. Ahora entienden lo que es disfrutar del lateral de las Copas de Europa, el que resucita en mayo y gana una eliminatoria de Champions. Llegan tarde, pero llegan. Algo es, supongo.

¿Y ahora qué hacemos con la leyenda de Dani Carvajal?

Sin embargo, esta columna no va a ir (exclusivamente) de apiadarme del mundo porque no le gusten las mismas cosas que a mí. Básicamente, yo también fui uno de ellos. Y, ojo, me atrevería a decir que todos hemos pasado por el mismo camino con Carvajal. A título personal, admito que no le soportaba porque no le entendía. Me frustraban sus lesiones y los penaltis a destiempo, y no valoraba su trascendencia en los famosos intangibles. Obviaba su impacto defensivo y su capacidad para secar a su par. Vivía feliz, pensando que los partidos los ganaba Cristiano Ronaldo solo. Luego, con los años, he madurado. No es que minusvalore el trabajo del luso, pues nunca admitiré que le lloro por las noches, pero sí aprendí a ver el fútbol. Aquel Real Madrid no se podría explicar sin el ‘7’ ni sin ese grupo de ilustres secundarios. Sería difícil explicar lo que ha pasado en la Castellana sin el de Leganés.

Por ello, soy consciente de que todo se sale. Hasta de no apreciar a Carvajal, vaya. Me alegra ver que, como país, estamos pasando por el punto más alto del ‘Carvajalismo ilustrado. Luego llegarán los baches. Lo bueno es que al estar dentro de la rueda todos diremos que toca balón cuando haga otra ‘Carvajalinha‘. Es parte del proceso, el paso previo a celebrar un tackle como un gol. Por suerte, nunca es tarde para aprender a disfrutar. Con asumir el error en el pasado se gana en el futuro. Así ha edificado Carvajal su carrera, con esos penaltis no pitados y posteriores exhibiciones. No por nada es uno de los mejores de siempre en su posición. Después de todo, no estaban tan equivocados Riquelme y Cafú con su oportunismo.

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