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🏀 NBA

¿Por qué Denver Nuggets está en el mejor momento de su historia?

Los Denver Nuggets alcanzaron las Finales de la NBA por primera vez en su historia. Nada más y nada menos que 46 años han tenido que pasar para ver a los de Las Rocosas en unas Finales. Es el mayor número de temporadas que un equipo ha tardado en debutar como finalista en la NBA. Si contamos las cuatro ligas profesionales del país, solo le superan los Texas Rangers (49) y los Washington Nationals (50), ambas franquicias de la MLB. Nikola Jokic y compañía barrieron a Los Angeles Lakers en las finales de la Conferencia Oeste y dieron la sensación de equipo imbatible, sin fisuras.

El pívot serbio, designado como MVP de las Western Conference Finals, ya promedia un triple-doble durante los playoff. Estos Nuggets son mucho más que su estrella. Desde el banquillo con un brillante Mike Malone, y en el resto del quinteto, con Jamal Murray como segundo espada y Aaron Gordon, Kentavious Caldwell-Pope y Michael Porter Jr. como un engranaje perfecto que ha convertido a Denver en una máquina de ganar. Los de Colorado atraviesan la mejor etapa que haya vivido nunca antes la franquicia, con Malone como creador, el grupo como virtud y el papel de underdog.

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🏔️ Un grupo rocoso

Nikola Jokic es, hoy por hoy, el mejor jugador del planeta. Estuvo cerca de ganar su tercer MVP consecutivo y, a pesar de ello, sus formas, su complexión física y su estilo de baloncesto hacen que muchos no le otorguen el trato de estrella que merece. Hasta su selección en el draft (41), durante un comercial de tacos, le aleja del carisma actual que tienen las estrellas de la liga. Algo similar le ha ocurrido a Denver Nuggets como conjunto. Sin duda fueron el equipo que demostró mayor nivel durante toda la temporada regular, primeros del Oeste (53-29) y cuartos de la NBA en general.

¿Son los Denver Nuggets de Jokic favoritos al anillo de la NBA?

Una plantilla preparada para ganar desde el primer minuto que mostró una excelencia constante y que fue pasada por alto por la mayoría. No fueron tenidos en cuenta en las apuestas al campeonato y, pese a que su pasado en playoff no les beneficia, los pupilos de Mike Malone demostraron que valían la pena. La NBA es una liga de estrellas, de individualidades, de jugadas explosivas y triples inverosímiles, pero en esencia se juega al baloncesto, un deporte de equipo y en ese aspecto nadie supera a los Denver Nuggets.

🤺 Jamal Murray, la segunda espada de Denver

Tras Nikola Jokic aparece, claramente, el nombre de Jamal Murray. Sin dejarnos a Mike Malone, técnico que ha propiciado el crecimiento de estos Nuggets hasta alcanzar el mejor momento de su historia desde el trabajo, el conocimiento del juego y la adaptabilidad a las diferentes situaciones, Jamal es el nombre. De hecho, uno de los pupilos más potenciados bajo su tutela de Malone es Jamal Murray.

El base canadiense, de origen jamaicano, fue seleccionado en la séptima posición del draft de 2016. Un point-guard importante en la Universidad de Kentucky, pero al que nunca confiaron para la cualidad de estrella de la NBA. De hecho su primera campaña en la liga se la pasó en el banquillo. Desde entonces, Malone le dio toda su confianza y poco a poco avanzó hasta ser el jugador que es hoy. Las lesiones han lastrado a Jamal y con ello las opciones de Denver, ya que no pudo disputar las dos últimas ediciones de playoff, donde fueron vapuleados.

Este curso, sano y sin señales de una posible recaída, Jamal Murray sacó su máximo potencial que cada día va a más. Malone le ha cuidado durante el año y le arropa a la perfección dentro del quinteto para que físicamente no sufra. 20 puntos, 6,2 asistencias —máximo de su carrera— y 4,0 rebotes fueron sus números en una temporada regular que le sirvió a modo de calentamiento para explotar en los playoff (27,7 puntos, 6 asistencias y 5,5 rebotes). Murray es el ejecutor de estos Nuggets y la antítesis perfecta para Nikola Jokic.

🛡️ Los guardianes de Jokic y Murray

Para proteger y jugar con dos jugadores tan especiales como Nikola Jokic y Jamal Murray, Mike Malone ha ideado un sistema que se ha maximizado durante las eliminatorias. El resto del quinteto lo conforman tres jugadores muy completos, físicos, defensivos y con buena mano. Sobre todos, destaca Aaron Gordon. El ala-pívot de los Nuggets ha tenido una evolución espectacular en su carrera.

 

La mayoría solo le identifica por el mejor concurso de mates de la historia, el de 2016. En sus primeros años fue un jugador de rol en Orlando Magic que asumió poco a poco un papel de líder, aunque sus problemas con el tiro en esa época le limitaron a 17,7 puntos. Gordon perdió importancia, pero Malone vio algo en él que nadie sabía. Le llevó a Denver y le convirtió en el complemento perfecto par Nikola Jokic en la pintura. Ganó músculo, mejoró el tiro exterior y Malone le mostró que su basketball IQ podía ser ilimitado. Es el top de la liga cuando se trata de jugar por encima del aro y su dos para dos junto a Jokic es letal.

 

Al igual que Aaron Gordon protege a Jokic, Michael Porter Jr. y Kentavious Caldwell-Pope lo hacen con Murray. Porter sufrió horrores con las lesiones, y adaptó su cuerpo y su juego. Un alero fuerte, capaz de defender a cualquiera y que ha refinado su tiro hasta el infinito (41,4% en triples). ‘KCP’ llegó para guardar las espaldas a Jamal. Un escolta de la era moderna, de los imprescindibles en el baloncesto actual, físico y con triple (42,3%).

Tres players cortados por el mismo patrón, que iban para estrellas y dieron un paso al lado para ganar campeonatos. Son los outsiders de la NBA y por eso son perfectos para Denver Nuggets.

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