El futuro del Leicester City es complicado de predecir a principios de la primavera de 2024. Deportivamente atraviesa un momento dulce: marcha líder de la Championship inglesa, con tres puntos de renta sobre el Leeds United y cuatro sobre el Ipswich Town, a falta de 9 jornadas para que termine la fase regular. Enzo Maresca, antiguo ayudante de Pep Guardiola en el Manchester City, sigue los pasos de Vincent Kompany en el Burnley y ha conseguido armar un bloque competitivo en la categoría de plata. Sin embargo, su ascenso a la Premier y, especialmente, la confección de plantilla venidera, está en riesgo ante una posible sanción por incumplir el Fair Play Financiero. Concretamente, la regla del PSR.
😕 El Leicester, obligado a vender jugadores
Aún no hay una sentencia firme, pero tal y como desveló el diario The Times a principios de este mes de marzo, el club de Leicester se enfrenta a varios cargos por presunta violación de las reglas financieras de rentabilidad y sostenibilidad (PSR) de la Premier League durante la temporada 2022/2023. Incluso podría recibir una reducción de puntos que pondría en jaque su ascenso, en el peor de los casos. Situación muy similar a la del Everton, que ha sido sancionado en la máxima categoría del futbol inglés. O a la de Nottingham Forest, también investigados.
¿Debería preocuparse el Manchester City por la sanción al Everton?
Para no recibir el mismo castigo que el equipo de Merseyside, el campeón de la Premier League de 2016 tendrá que reducir sus pérdidas económicas mediante la venta de jugadores antes de entrar en julio de 2024. De ese modo lograrían cuadrar el mencionado PSR de cara al año próximo, que toma como referencia tres campañas consecutivas, tiempo en el que no se puede sobrepasar un máximo de 105 millones de libras de pérdidas. Con la excepción de que esta vez, por los efectos de la pandemia, las temporadas 2019/2020 y 2020/2021 contabilizan como un único curso para no asfixiar a los clubes.
En el caso del Leicester City, las pérdidas se sitúan en torno a los 175 millones de libras: 50 en esas dos campañas excepcionales, 92,5 en la 2021/22 y 30 en la temporada de su descenso a la Championship. Los números redondos se conocerán a finales del mes de marzo, cuando la agencia gubernamental Companies House los haga públicos. Es cuanto menos llamativa la situación, dado que en este lapso de tiempo han vendido a Wesley Fofana y Ben Chilwell al Chelsea por 80 y 50 millones de euros respectivamente, a James Maddison por 46 al Tottenham o a Harvey Barnes al Newcastle por 40. Cuatro de los seis traspasos por los que han ingresado más dinero. Y, además, es el único equipo de la Premier League que solo realizó un fichaje (el de Wout Faes) en el verano de 2022 pese a venir de ganar la FA Cup, con su sucesiva clasificación a la Europa League.
Aiyawatt Srivaddhanaprabha, dueño del Leicester City tras el fallecimiento de su padre en octubre de 2018, levanta la FA Cup del Leicester en 2021.
😓 No tiene fácil solución
La situación del Leicester hace que el ascenso sea clave para poder volver estabilizar el proyecto a medio plazo. Se avecina una reconstrucción importante en una plantilla que ya de por sí no está tan cotizada como muestra su nivel. Los foxes deben agarrarse a los canteranos y a su sabia nueva para cuadrar las cuentas y sobrevivir a las relevantes ventas que se prevén. James Justin, Kiernan Dewsbury-Hall o Hamza Choudhury son los jugadores de la casa más destacados, mientras que Wilfred Ndidi, Stephy Mavididi, Wout Faes o Patson Daka, otros con proyección que completan la lista de potenciales traspasos para sanear las arcas del club.
Jamie Vardy y Marc Albrighton son los únicos supervivientes en plantilla de la generación histórica que ganó la liga hace ocho años. El problema reside en que más allá de estas leyendas, los Jannik Vestergaard, Ricardo Pereira, Harry Souttar, Kelechi Iheanacho o Harry Winks, jugadores de renombre en sus filas, ya no tienen tanto cartel y sí más veteranía de lo que le convendría al Leicester City como para pensar en hacer caja con ellos.
