Vinicius - Mestalla
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La policía podrá parar los partidos de fútbol en caso de racismo

España quiere evitar que se produzca un nuevo episodio como el que se vivió en Valencia el pasado mayo con los graves insultos racistas recibidos por Vinícius Júnior, futbolista del Real Madrid. El Ministerio del Interior ha movido ficha en este asunto. Según El País, los agentes y las fuerzas de seguridad en los eventos deportivos, más concretamente los del ámbito policial, podrán instar a los árbitros a no iniciar, paralizar o suspender un partido de manera temporal o definitiva. Es más, estos agentes, en casos graves de racismo, podrán decidir desalojar el estadio o una parte de él.

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👉 ¿Cómo era el procedimiento hasta ahora?

El protocolo contra el racismo elaborado en 2017 por la FIFA y aplicado por la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) y por LaLiga, dejaba en manos del colegiado del encuentro la decisión de suspender un partido en caso de insultos racistas. La norma dice que ante cualquier insulto grave, el árbitro tiene que interrumpir el partido y pedir que se comunique por megafonía que cesen las vejaciones.

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Si los insultos persisten, se vuelve a parar el partido, los jugadores son enviados a vestuarios y se lanza una última advertencia por megafonía. Por último, si los hechos se repiten, el árbitro puede suspender definitivamente el partido, aunque tiene que contar con el apoyo de ambos equipos. Pese a que se han vivido casos similares a los de Vinícius, la única vez que se ha parado un partido de fútbol profesional en España fue en diciembre de 2019 en Vallecas. En un encuentro entre el Rayo Vallecano y el Albacete, la afición local insultó a Roman Zozulia, delantero del conjunto albaceteño. El partido se suspendió y se tuvo que acabar posteriormente a puerta cerrada.

En el caso de los incidentes de Mestalla, el partido continuó tras una interrupción y, posteriormente, el Comité de Competición impuso al Valencia una multa y el cierre parcial del estadio. Paralelamente, la Policía detuvo a tres jóvenes por los insultos al futbolista brasileño.

🔎 ¿Cuál podrá ser la actuación a partir de ahora?

Desde la creación de la Ley contra la Violencia, el Racismo, la Xenofobia y la Intolerancia en el Deporte, de 2007, las fuerzas de seguridad han tenido un papel importante en los espectáculos deportivos. Esta seguridad debe velar por el desarrollo normal y sin incidentes de un evento deportivo, tanto en el interior como en el exterior del recinto. A partir de aquí, ahora, Interior quiere reforzar el poder de la Policía para evitar nuevos episodios racistas.

De esta forma, como indica El País, el mando policial podrá «proponer» al árbitro la suspensión de un encuentro cuando aprecie «actos o conductas violentas, racistas, xenófobas o intolerantes» u otras que considere «el incumplimiento por el público de las condiciones de permanencia en el recinto». Este sería el caso más grave, pero también podrán detener temporalmente un encuentro o desalojar un sector o parte del estadio. En este último caso, las fuerzas de seguridad se limitarán a informar al árbitro sobre la actuación y le pedirán la suspensión temporal o definitiva del partido.

También se avanza qué «conductas» de los organizadores del evento pueden ser sancionables. Se exigirá una colaboración total de las partes organizadoras y el mando policial recogerá en un informe «la gravedad de los acontecimientos» para que posteriormente se depuren responsabilidades en el ámbito penal, administrativo o disciplinario.

El responsable policial también perseguirá y sancionará las conductas racistas que se produzcan tanto en los aledaños de los estadios, como en los medios de transporte que se dirijan al mismo, y la difusión de imágenes de los mismos a través de redes sociales.

El de Vinícius no ha sido el último caso recientemente. James Nnaji, jugador de baloncesto, recibió insultos racistas cuando bajaba del autobús con el Barcelona para jugar en el WiZink Center de Madrid un partido de la final de la ACB. Las cámaras también captaron a un aficionado gritándole «mono» a Vinícius Tobias, jugador del Real Madrid Castilla, en el duelo por el ascenso a Segunda división en Elda. Ahora, la ley quiere tener más poder para actuar y acabar con esta lacra que, lastimosamente, empaña el mundo del deporte.

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