Amberes está de fiesta. Una ciudad dentro de Flandes, región que ya de por sí no necesita muchas excusas para montar festivales de música electrónica, pero que ahora vive un momento dulce en términos futbolísticos. Contra todo pronóstico, ganó la liga más emocionante de Europa la temporada pasada; la segunda de su historia, para romper una sequía de 66 años sin levantar el título. Fue triplete, además, si sumamos la consecución de la Croky Cup y de la Supercopa de Bélgica.
El premio llega en forma de fase final de Champions League, algo que no sucede desde la 1957/1958. Ha llovido desde entonces. Y, por si fuera poco, tampoco faltan efemérides y ansias de revancha individuales contra el Barcelona y el fútbol español.
😓 La primera y única mala experiencia en Champions
Por mucho que se trate del decano de Bélgica, el Amberes no está acostumbrado a lidiar en la máxima competición del fútbol europeo de clubes. Sus participaciones en la fase final se resumen en una edición, hace 66 años, cuando solo acudía el campeón de cada país. Allí se vio las cara con el Real Madrid de Gento, Kopa, Santamaría o Alfredo Di Stefano, que fue el autor de los dos goles con los que el equipo blanco ganó (1-2) a domicilio en el partido de ida. Constant De Backer fue el autor del tanto para los belgas, el único futbolista que ha marcado en instancias avanzadas de la competición en la historia del Amberes. Mucho menos reñida fue la vuelta, que finalizó con un contundente 6-0.
La competición ha cambiado mucho desde entonces y ahora el Amberes ha tenido que jugar una fase previa a los grupos, en los que sería muy sorprendente que luchase por avanzar a unos octavos de final. Aunque, quién sabe. El Club Brujas lo consiguió hace un año. En todo caso, Marc Overmars, director deportivo del club y exjugador del Barcelona entre los años 2000 y 2004, se muestra más precavido y señala que aún es pronto para pensar en que estén preparados para afrontar una competición de este calibre, pese al innegable crecimiento exponencial de un plantel que en 2017 estaba en segunda división. Hay bastante expectación y se espera un desplazamiento muy superior a lo que se estila en el futbol local, tal y como señalan los compañeros de Balón Belga. La ocasión lo merece.
😏 El Barça ya ganó al Amberes
Otra de las aventuras europeas de las que pueden presumir es de haber disputado la extinta Copa de Ferias de 1965, en la que volvieron a sucumbir en su viaje a España. Esta vez vendieron aún más cara su piel, hasta el punto de que, transcurrido un cuarto de hora del partido de ida, ya ganaban 2-0.
El Barça recortó distancias con un tanto de Joaquim Rifé y, en la vuelta, completó la remontada con un 2-0 en el que el propio Rifé y Pedro Zaballa metieron a los azulgrana en octavos de final. Precedente muy recordado estos días en la prensa local.
😡 Mark van Bommel quiere revancha
Otro de los grandes alicientes del enfrentamiento es el retorno del técnico neerlandés a la que fue su casa entre 2005 y 2006. Llegó libre procedente del PSV Eindhoven, aunque eso no quitó que las expectativas fuesen altas con un jugador que, finalmente, salió por la puerta de atrás, rumbo al Bayern, para dejar paso a las nuevas generaciones culés. Especialmente, a un tal Andrés Iniesta, con el que mantuvo una competitividad titánica años después en la final del Mundial. El de Albacete acabó fuera de sus casillas en una imagen icónica, que no impidió el gol más importante en la historia de la selección española. Van Bommel tampoco tendrá un buen recuerdo del fútbol español.
¿Qué fue de… Radja Nainggolan, el conflictivo belga famoso por su cresta?
Con este caldo de cultivo, Mark llega con ganas de cobrarse su particular deuda con el Barcelona, equipo al que ya se midió cuando dirigía al PSV Eindhoven en la 2018/2019. El resultado tampoco le sonrió al equipo de los Países Bajos, que cayó 1-2 en el Philips Stadion y 4-0 en el Camp Nou. Con esta goleada debutó Van Bommel en la Champions, competición en la que no ha ganado nunca como estratega. Ni en aquella fase de grupos, ni en la que apenas estuvo tres partidos al frente del Wolfsburgo 2020/2021, antes de ser destituido a finales de octubre. Tampoco pudo con el Sevilla en dicha edición.
Desde entonces no ha vuelto a entrenar ni en la Champions, ni en una liga puntera del ‘Viejo Continente’. Como prueba de que un paso hacia atrás, a veces, son dos para delante, se ha convertido en un estandarte del Amberes, a la par que recupera cartel como entrenador. Desde Balón Belga apuntan que es la referencia del equipo, uno de esos casos en los que, a falta de estrellas, el técnico sobresale sobremanera.