El Metropolitano es un fortín, y eso es un argumento tremendo para asustar a cualquiera de cara al sorteo de octavos de final. No por nada los rojiblancos están de enhorabuena. El Atlético de Madrid ha ganado a la Lazio (2-0) en la última jornada de la fase de grupos de la Champions League, lo que supone su vigésima victoria consecutiva en el Metropolitano y la clasificación como primeros de grupo.
El Atlético se aferra al Metropolitano para lograr un récord del siglo pasado
🎯 Griezmann se acerca al récord de Luis Aragonés
Lejos de un primer puesto en el grupo que parecía difícil que se escapase del Metropolitano, poco tenía en juego el Atlético de Madrid en esta última jornada de fase de grupos. O, al menos, no tenía demasiados incentivos clasificatorios. A nivel de club, sí que había un frente abierto: lograr su vigésima victoria seguida ante su público. La Lazio, que estaba enfrente, tenía el mismo incentivo clasificatorio que los colchoneros. Si ganaban, conseguirían ese primer lugar que parecía rojiblanco, por lo que había incentivos suficientes como para pasarlo bien. Y sin necesidad de sufrir, pues los deberes ya venían hechos de Rotterdam.
Para darle más sentido a esa tranquilidad respecto a la primera plaza del grupo, Griezmann no tardó en marcar el gol que encarrilaba el triunfo. Con este, el récord goleador de Luis Aragonés se queda a dos goles más. La vida volvía a sonreír a los colchoneros en el Metropolitano. Después de tantos años señalados como ‘el pupas’, el Atlético se ha acostumbrado al caviar de las noches de los miércoles. Por mucho que la Lazio apretase tras el gol, tenían esa certeza que solo tienen los grandes sobre el devenir de los partidos. Era, a fin de cuentas, otro día en la oficina. Solo lo hubiese mejorado el que hubiese subido al marcador la diana de Mario Hermoso, anulada por un fuera de juego posicional de Samuel Lino.
🏡 El Atlético sigue sumando en casa
Simeone, como jefe de esta oficina de rutina ganadora que es el Metropolitano, ya tenía claro a quién darle descanso. Griezmann era el más destacado del carrusel de cambios que hubo en los primeros 15 minutos de la segunda mitad, y posiblemente también era el más agradecido por la carga que minutos que llevaba. Su ausencia, aun así, no iba a parar la fiesta del Atlético de Madrid. Samuel Lino, como uno de los trabajadores más perseverantes de la empresa, fue el encargado de mantener viva esa llama. Entre café y café, anotó un grandísimo tanto de volea desde dentro del área. La victoria ante la Lazio ya no era una suposición por la mañana, sino una realidad por el trabajo durante la jornada.
Con el tanto de Lino, el Atlético de Madrid se colocaba como el segundo equipo más goleador de la fase de grupos. Solo el Manchester City había sido más eficiente en su trabajo de oficina. Al menos, en seriedad no ganan a los de Simeone. Sin forzar y sin parecer una mala copia de ‘The Office‘, los rojiblancos se mantuvieron firmes ante una Lazio que perseguía sombras. Ya habían pasado muchos minutos desde su reacción tras el gol de Griezmann, y llevaban rendidos otros tantos. Solo podían esperar al final, lo que suponía la vigésima victoria consecutiva en el Metropolitano. Y, de paso, conseguir una primera plaza en fase de grupos que no se lograba desde 2016. Con el pitido del colegiado, solo queda una certeza: toque quién toque en octavos, no estará contento por tener que pasar por la oficina del Metropolitano.