Sir Alex Ferguson es uno de los entrenadores más legendarios de la historia del fútbol. Pero una de sus victorias más celebradas y recordadas, tal como él mismo la describió, fue «poco menos que un milagro». Con el Real Madrid coronado rey de Europa por 15ª vez, ahora que parece imposible retrotraerse a una derrota de los blancos en una final continental, cabe acordarse de la última vez que el Real Madrid pereció cuando se medía por la gloria. El Liverpool fue el último en ganarles en la Copa de Europa en 1981, pero el último en derrotar a los blancos en una final europea, sin contar la Supercopa de Europa, fue el Aberdeen de Ferguson. Así fue como el técnico, que después se convertiría en leyenda del Manchester United, escribió su primera hazaña en el mundo del fútbol.
😱 Ferguson, el último verdugo europeo del Madrid
Hay que retroceder hasta el 11 de mayo de 1983. Tras pasar por el East Stirlingshire y el St. Mirren, Ferguson, de 41 años, llegó al Aberdeen para marcar una época legendaria. Con él, ganaron una Copa Drybrough, cuatro Copas de Escocia, una Copa de la Liga y dos de los trofeos más épicos de su historia: la Recopa de Europa frente al Real Madrid y la Supercopa de Europa contra el Hamburgo. Dentro de la imagen de tipo afable e incluso amigable, el entrenador escondía una estricta personalidad y un método de trabajo durísimo.
Los escoceses llegaron a la final de la Recopa de Europa tras vencer al Tottenham, al Bayern Múnich y al Genk. El Madrid, por su parte, eliminó al Újpest húngaro, al Inter y al Austria Viena. En el Nya Ullevi de Gotemburgo se enfrentaron el Aberdeen de Ferguson y el Real Madrid de Alfredo Di Stéfano. Lo notable de la gesta del Aberdeen es que la consiguió con un equipo lleno de juventud. Todos los jugadores de la plantilla tenían 28 años o menos. Cuatro de ellos destacaban especialmente: Black y John Hewitt, ambos de 20 años; y los centrocampistas Neale Cooper, de 19, y Neil Simpson, de 21.
Eric Black, quien anotó el primer gol del Aberdeen en esa final con tan solo 19 años, recuerda a Ferguson como un líder feroz y muy exigente, creando una atmósfera intensa y competitiva. Juanito empató para los blancos. En la prórroga, John Hewitt hizo que el Madrid perdiera su última final europea desde hace 41 años. Hewitt fue el primer fichaje de Ferguson en el Aberdeen. Aunque debutó a los 16 años, el míster no le dio ningún trato especial. Para comprobar el carácter de Ferguson por aquel entonces, el futbolista recuerda que el técnico se enfadó muchísimo cuando él y otros jugadores le adelantaron en la carretera. El técnico no permitía que nadie se relajara.
La victoria sobre el Real no fue suficiente para Ferguson. Diez días después, cuando Aberdeen ganó la Copa de Escocia contra los Rangers, el británico criticó duramente al equipo en una entrevista, calificando su actuación de «vergonzosa». A pesar de su dureza, Ferguson inspiró una lealtad increíble entre sus jugadores. Promover a jóvenes era rentable y creaba una mentalidad ganadora. La ciudad de Aberdeen estaba en auge en los 80, con fans disfrutando de finales de copa y viajes europeos. Fue una época increíble para ser parte del equipo.
😎 El inicio de la leyenda de Ferguson
Los éxitos con el Aberdeen fueron de gran importancia para que Ferguson recalara en el Manchester United en 1986. Durante sus primeros años en Old Trafford coincidió con varios de los futbolistas que había tenido bajo sus órdenes en el Aberdeen. Fueron los precursores de su famosa ‘clase del 92’ en el United. Estos jugadores, de no haber sido por las lesiones y la mala suerte, podrían haber logrado mucho más de lo que conquistaron. Eric Black, Hewitt, Simpson y Cooper tuvieron problemas físicos que limitaron su éxito.
Ferguson siempre creyó que la edad era un factor poco relevante cuando afloraba el talento con la pelota. Aunque, en este sentido, la exigencia era la misma para todos. El escocés llegó a admitir que tal vez había presionado demasiado a estos jóvenes, resultando en jugadores agotados a una edad temprana. Cooper, quien falleció en 2018, y sus compañeros creen que los beneficios de la influencia de Ferguson superaron cualquier aspecto negativo.
En esa época, el técnico ganaría con los ‘Red Devils’ la Supercopa de la UEFA en 1991 y finalmente se consolidaría como un técnico de éxito al conseguir la UEFA Champions League en 1999 y 2008. Como entrenador del Manchester United, Ferguson logró 38 trofeos (entre ellos 13 títulos de la Premier) y un 60% de victorias en casi 1.500 partidos. Los tiempos han cambiado, y la gestión de jugadores jóvenes ha mejorado, pero, sin duda, Ferguson triunfó con sus métodos. El día que anunció que dejaba el banquillo de Old Trafford, las acciones del club inglés en la Bolsa de Nueva York cayeron un 4%. Tras su adiós, el United solo ha podido ganar seis títulos más. Lo ha hecho con ocho entrenadores distintos, contando con los interinos. Prueba de que el legado de Ferguson en el club de Mánchester y en el fútbol será muy difícil de repetir.