Mundial Catar 2022

Croacia se cuelga la medalla de bronce al tumbar a Marruecos

La selección balcánica, a diferencia de lo sucedido en 2018, termina el Mundial con el paladar más endulzado de lo que cabría esperar. Después de vencer a Marruecos (2-1), con goles de Mislav Oršić y Josko Gvardiol, iguala el segundo mejor resultado de su historia y supera así las expectativas que había para Catar. Los de Regragui, plagados de lesiones atrás, perdieron solidez respecto a lo mostrado en sus cinco primeros partidos y, pese a una actuación emocionante de Ziyech, cayeron a las puertas de la consecución de la que hubiese sido su primera medalla. En cualquier caso, son ya la selección con mejor resultado de África en la historia de los Mundiales.

🥉 Un partido abierto de inicio

Al contrario de lo que fue este enfrentamiento en la fase de grupos, y de lo que mostraron ambos planteles en Catar, la contienda comenzó con un ciertamente inesperado intercambio de golpes. El balón parado fue la clave en el 1-0 de Gvardiol, asistido por Perisić a los siete minutos, y la réplica de otro central como Achraf Dari, que puso el 1-1 en el minuto nueve. Curioso, cuanto menos, que las dos únicas derrotas del equipo marroquí hayan llegado en los únicos duelos donde el rival les marcó algún gol, que llegó nada más comenzar. Escenario limitante para los ‘Leones del Atlas’, con similitudes respecto a los problemas que tuvo contra Francia en semifinales, aunque esta vez sin llevar la iniciativa mientras se mantuvo el empate, al filo del descanso.

🎯 Regragui con algunos parches y Dalić salió valiente

Pese a las ausencias notables de Ounahi, Amallah, Mazraoui, Juranović, Brozović o Borna Sosa, ambos técnicos partieron con onces bastante reconocibles en «el partido que nadie quiere jugar», que hoy no lo pareció tanto. Además de la segunda titularidad de Sabiri en el Mundial, debutó como internacional Bilal El Khannouss (KRC Genk). Todo ello, sin contar que Romain Saïss y Nayef Aguerd fueron baja por lesión, que unido a los problemas físicos en el segundo periodo de El Yamiq y Dari, provocaron que Amrabat terminase como central del 1-4-1-4-1 que recuperó Regragui.


Luka Modrić fue titular en el doble pivote junto a Kovacić y lució menos que en partidos anteriores, pero fue clave en defensa y para involucrarse en los primeros pases, asentar al equipo en campo rival y hacer que los laterales ganasen altura y tuviesen más libertad para alternar carriles.


Quien pudo elegir a sus protagonistas y sorprendió de inicio con la inclusión de la columna vertebral de los últimos años en el Dinamo Zagreb (Lovro Majer, Josip Sutalo o Mislav Oršić), fue Zlatko Dalić. Una puesta en escena atrevida y ofensiva, en 1-4-2-3-1 / 1-4-2-2-2, con Perisić de lateral izquierdo como en el segundo tiempo contra Argentina.

Eso le hizo ser muy profundo por el flanco izquierdo. Una sociedad que, si bien había sido más sustitutiva que complementaria hasta ahora, mostró que puede servir para acercar a Oršić al pico del área, la zona donde más definitorio resulta con su diagonal hacia dentro y disparo a pierna cambiada. Así marcó el gran gol del tercer y cuarto puesto. La nota negativa la protagonizó Andrej Kramarić, que, mediada la segunda mitad, abandonó el terreno de juego entre lágrimas. Aparentemente, lesionado.

Ziyech volvió a echarse a Marruecos a la espalda

Por debajo en el marcador tras el descanso, el combinado norteafricano tuvo que renunciar a su plan A de replegar en campo propio y transitar, para asumir más balón de lo que había promediado en sus cinco primeros encuentros del Mundial. En ambos escenarios fue clave la figura de Hakim Ziyech, fuese con su asociación para lanzar a Achraf Hakimi y hacer más profunda a Marruecos por la banda derecha, con sus conducciones, cambio de orientación, disparo de media distancia, fintas en la frontal o una zurda de muchos quilates para lanzar el balón parado. Aplicado, además, en términos defensivos con su retorno.

En-Nesyri fue el que más veces probó a Livaković y tuvo la más clara en la última jugada del partido, que estuvo cerca de mandar el duelo a la prórroga con un cabezazo portentoso. En todo caso, sin Lovren, Josko Gvardiol volvió a erigirse como el líder de esa zaga a sus apenas 20 años. Goleador en área contraria, contundente en la propia y expeditivo en conducción. Croacia reclamó, de hecho, un penalti provocado por una salida rápida al contraataque que terminó prácticamente en situación de uno contra uno frente a Bono. Será difícil olvidar el torneo del central croata, así como la hazaña de una Marruecos cuyo próximo gran desafío será levantar su segunda Copa Africana de Naciones, que se celebrará en enero de 2024 en Costa de Marfil.

«Ya no se puede hablar de Croacia como una selección que destaca cada 20 años. Hemos puesto a Croacia entre las grandes selecciones, en el lugar que merece» (…) «Quiero seguir hasta la final de la Nations League».

Luka Modrić

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