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El día en el que el Rayo abrió las puertas del Barça a Xavi

El 27 de octubre de 2021 es un día especial para el barcelonismo. Aquel día perdieron contra el Rayo Vallecano, pero dio el pistoletazo de salida una nueva era. Fue el último partido de Ronald Koeman al frente del FC Barcelona, el que provocó que su relación con el club de su vida alcanzase un punto de no retorno. Dos años después, con Xavi Hernández discutido por el bache de juego que atraviesa el equipo y sin haber ganado nunca a los vallecanos, los culés vuelven al barrio madrileño para reencontrarse con sus fantasmas. Llevarse la victoria no solo supondría conseguir tres puntos, sino mucho más.

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⚡​​ La visita a Vallecas, un ultimátum encubierto

La previa de aquel partido de liga a finales de octubre invitaba a pensar en que algo se estaba cocinando en los despachos del Camp Nou. El Barça venía de perder 1-2 el Clásico contra el Real Madrid, lo que hubiese sido una derrota medianamente asumible si no se tiene en cuenta la pésima imagen del equipo. Ronald Koeman ya llevaba un tiempo discutido, y siempre se había rumoreado que a Joan Laporta no le gustaba. Desde que se hizo oficial su vuelta a la presidencia a principios de año, era algo que estaba ahí. Por mucho que ganase la Copa del Rey, sorprendió que no destituyese a Koeman en verano, momento ideal para cambiar de rumbo.

Ese matrimonio de conveniencia entre la leyenda del club y el presidente tenía fecha de caducidad. La derrota ante el Real Madrid era solo la punta del iceberg de un inicio de año complicado. Ni en el campo ni fuera salían las cosas y los resultados sonrojantes se acumulaban. Tras cuestionar el juego que llevó al Barça a lo más alto —semanas antes del partido en Vallecas fue la célebre rueda de prensa del ‘tiki-taki— y perder contra el máximo rival, la decisión estaba tomada. Si Koeman no conseguía la victoria contra el Rayo, estaba despedido.

Koeman Barça Rayo Vallecano

Koeman estuvo en el banquillo del Barça por última vez en Vallecas.

🔚​  El final de Koeman, el inicio de la nueva era en el Barça

Por seguir la dinámica del resto de la temporada, el Barça comenzó mal en Vallecas. Los locales, que estaban firmando un fantástico arranque de temporada con Iraola en el banquillo, no les dejaron ni respirar con una presión altísima. A la media hora de juego, Trejo le robó el balón a Busquets y asistió a Radamel Falcao. ‘El Tigre’ rugió, y la grada le acompañó en medio de su éxtasis. Koeman, en el partido en el que se jugaba todo, encajó primero. Y, además, estaba esa incómoda sensación de que no lo iban a poder levantar. Ni con un penalti que erró Depay ante un soberbio Dimitrievski lograron darle la vuelta. El Rayo Vallecano ganó al Barça por 1-0.

El pitido final dio inicio a unas horas tremendas a nivel mediático en Can Barça. Koeman se subió al avión de vuelta a Barcelona con trabajo, y se bajó del mismo en paro. Mientras se confirmaba lo que era un secreto a voces, comenzaron a salir los primeros nombres. Ninguno que gustase podía llegar de inmediato, por lo que Sergi Barjuan se hizo cargo del equipo en este periodo de calma tensa. Pese a que no generaba consenso en la directiva, el favorito era Xavi Hernández. Era la opción obvia por lo que suponía para el club, pero no dejaba de ser el entrenador que habría traído llevado la candidatura contraria a Laporta en las elecciones del club. Despedir a Koeman, más que cerrar la herida, abría un par más.

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🧱​ Xavi Hernández, arquitecto en tiempos difíciles

Finalmente, y tras una negociación en la que todos los movimientos fueron retransmitidos en los medios, Xavi Hernández aterrizó en Barcelona a inicios de noviembre. Con sus subidas y bajadas, ha sido el encargado de darle estabilidad a un proyecto deportivo competitivo pese a la mala situación económica. El meritorio título de liga en la campaña 2022/2023 y la Supercopa de España del mismo año son un reflejo de ello. Aun así, no acaba de encontrar el juego brillante que enamoró al barcelonismo y del que fue epicentro hace 15 años. Y esto, en medio de un bache de resultados y con una derrota en el Clásico antes de visitar Vallecas, solo puede evocar al recuerdo de Koeman.

El partido ante el Rayo Vallecano es cuestión de estado para los culés, pues supondría pasar página definitivamente. Difícilmente se repita el circo que tuvo su punto álgido en Vallecas, pero es algo que sigue estando ahí. Con Xavi cuestionado, es el momento ideal para romper la maldición. Por muchos traumas que despierte el humilde barrio madrileño y la dificultad que siempre supone visitarlo, no hay excusas que valgan. La mejor forma de encontrar estabilidad es superar el pasado, y el Barça y Xavi lo enfrentarán juntos este fin de semana.

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