El Madrid es el nuevo campeón de liga. De forma merecida y a falta de cuatro jornadas para que acabe el torneo. La derrota del Barça ante el Girona en Montilivi ha precipitado el alirón. 14 puntos de ventaja con 12 en juego. Antes, los blancos cumplieron en su encuentro ante el Cádiz y enviaron un mensaje al Bayern de Múnich: quien perdona lo acaba pagando. Ancelotti salió con la unidad B y el equipo se mostró sin tensión ni profundidad ante un Cádiz ordenado y que buscó el contragolpe. Así pudieron avanzarse los gaditanos con tres claras ocasiones que acabaron fallando. Todo lo contrario en la otra portería. Del posible 0-1 que paró Courtois a Chris Ramos tras un fallo de Militão, se pasó al 1-0 que transformó Brahim con un control y disparo al alcance de pocos. En ese momento, los merengues hicieron lo que quisieron. Bellingham, en su lucha particular por el pichichi, anotó el segundo a los pocos segundos de entrar al campo y Joselu cerró el resultado aprovechando un regalo de Nacho en una contra. Partido sin historia y que define las temporadas de los dos equipos. El Madrid celebra, aunque sea desde casa, el título de liga, mientras que el Cádiz se marcha irremediablemente a Segunda división.
🫠 Entre el trantán y el perdón
Trastabillado, tambaleante, cimbreante, impreciso, abstracto, ramplón… son algunas de las palabras que definen el primer tiempo del Real Madrid ante el Cádiz. La respuesta de la rotación masiva de Carlo Ancelotti. La vuelta al equipo de Courtois, tras romperse los ligamentos en agosto y luego el menisco, fue una de las notas positivas del once madridista. La otra fue la aparición por segundo partido consecutivo como titular en la liga de Arda Güler. El Madrid salió al partido como el alumno aventajado que sabe que haga lo que haga va a superar con nota el curso. Eso marcó la tensión del encuentro.
El balón fue del equipo de Ancelotti, que se encontró a un Cádiz ordenado y que se posicionó con una línea defensiva de cinco jugadores y otra de cuatro por delante en muy pocos metros. Escalante entró en el centro para reforzar ese entramado de hierro de los de Pellegrino. El Madrid empezó atacando por la izquierda con Fran García y Brahim, que pronto empezó a ocupar todo el ancho del ataque. El malagueño lo intentó con ahínco, pero se topó con la resistencia cadista y, a veces, ante su propio empeño de enrevesar jugadas.
Courtois, que volvió tras muchos meses de lesión, fue decisivo.
Arda Güler también levantó algunos aplausos del Santiago Bernabéu con sus regates en una baldosa. Sin embargo, la velocidad brilló por su ausencia en el ataque blanco. Por contra, el Cádiz lo dejó todo a la velocidad cuando recuperaba el balón. Así llegaron las dos aproximaciones más claras del primer tiempo. En la primera, Zaldua cedió dentro del área para un remate horrible de Chris Ramos con todo a favor y, en la segunda, Sobrino ganó en velocidad a Militão, pero vino Nacho a corregir cuando el delantero se perfilaba para batir a Courtois. El que podría ser suplente ante el Bayern de Múnich el próximo miércoles salió al rescate del que le puede quitar el puesto. Por su parte, el Madrid generó muy poco. Apenas un disparo muy lejano de Militão que desvió Ledesma y otro con poco peligro de Ceballos. Pese a tener el 72% de la posesión, el cuadro madridista no estuvo para nada fino.
🤩 Brahim no falla y ejecuta al Cádiz
El inicio de la segunda mitad dejó patente la diferencia entre el Real Madrid y el Cádiz. La capacidad de convertir de los blancos, que dieron un paso hacia adelante, es gigante, mientras que la de los andaluces está en horas bastante bajas. Del 0-1 se pasó al 1-0 en cuestión de segundos. En el segundo fallo grave de la tarde de Militão, Chris Ramos se plantó solo ante Courtois, pero su disparo fue al cuerpo del guardameta belga, que se llevó la ovación del público. Acto seguido, el Madrid comenzó a tocar y Brahim recibió un pase filtrado de Modrić, se giró rodeado de camisetas amarillas con una facilidad irrisoria y colocó el balón en la escuadra con su pierna derecha. Esta es la gran diferencia. No puedes llegar al Bernabéu, fallar y esperar que el Madrid también lo haga. Y menos con un Brahim que está llamado para resolver momentos clave esta campaña.
Con el marcador a favor, el plantel de Ancelotti tuvo el cielo abierto y castigó por partida doble la torpeza del Cádiz. En una mala salida de balón, Bellingham, que acababa de entrar, recuperó, combinó con Modrić, que cedió dentro del área para Brahim en cuestión de segundos, y el malagueño hizo el pase de la muerte para que definiera el inglés llegando desde atrás. 18 goles para Jude, que quiere pelear por el pichichi. Las sobadas al balón del Madrid ya no eran tan tediosas y se pudo cubrir mejor las espaldas, mientras Ancelotti empezó a introducir a algunos de los titulares. Misión imposible para el Cádiz.
El tramo final del encuentro se convirtió en una especie de fiesta improvisada entre el «campeones, campeones» que entonó el público y los últimos ataques blancos ante un Cádiz rendido. Lo aprovechó Vinícius para regalarle al público unos minutos de su extrema calidad. A punto estuvo el brasileño de guardar para la memoria una asistencia de rabona para Militão, pero Ledesma consiguió despejar, mientras, después, tuvo la suficiente lucidez como para dejar solo a Nacho en una contra que regaló con todo a favor a Joselu para cerrar el resultado. El Madrid acabó con el Cádiz a través de su pegada y suma otro título de liga, su número 36, en una temporada excepcional.
