Ancelotti - Bayern Múnich
⚽ Real Madrid

Múnich y la tensión con la vieja guardia del Bayern que acabó con Ancelotti

Carlo Ancelotti es como Sísifo, que fue condenado eternamente por los dioses a trabajar durante toda la eternidad arrastrando una roca montaña arriba que, cada atardecer, caía rodando al valle. Al día siguiente, tenía que volver a empezar el proceso. Esta historia también se podría extrapolar al fútbol. Lo que pasa durante una temporada, ahí se queda. La memoria está limitad a cortos plazos de tiempo, sobre todo cuando se gana. Con el técnico italiano sucede algo parecido. Siendo uno de los entrenadores más laureados de la historia del fútbol por títulos, sobre todo en sus etapas en el Milán y el Real Madrid, sigue reconocido por muchos como un simple gestor de vestuarios.

Lo cierto es que Ancelotti ha tenido a su cargo a algunos de los mejores jugadores del mundo, con el extra de dificultad que eso conlleva para encontrar el espacio de importancia de cada uno. «El entrenador no soy yo, es mi trabajo. Yo soy una persona. Entonces, yo siempre quiero hablar con las personas. A veces, esto se confunde un poco. Yo pongo en el banquillo al jugador, no a la persona», llegó a decir el italiano en una entrevista sobre su forma de tratar con los futbolistas. Nombres como Pirlo, Maldini, Shevchenko, Seedorf, Kaká, Sergio Ramos, Cristiano Ronaldo, Benzema, Kroos o Modrić han pasado por él con unos resultados excelentes. Sin embargo, ‘Carletto’ tuvo una época áspera. Tras su abrupto primer adiós del Madrid en 2015, cogió al Bayern de Múnich. Allí, en lo que para muchos es el mejor, en la gestión de egos, fracasó, saliendo de la ciudad bávara antes de acabar su segundo año.

😵‍💫 Ancelotti chocó con la vieja guardia del Bayern

Nada más acabar la temporada 2014/2015, el futuro de Ancelotti se resolvió rápidamente. Tras ganar la Décima Champions League en Lisboa con el Real Madrid en 2014, el curso siguiente no marcó las expectativas de la directiva blanca, que decidió prescindir del italiano. Múnich y el Bayern le abrieron las puertas. Allí se encontró un vestuario donde las piezas clave eran futbolistas veteranos. Xabi Alonso y Lahm, que se retiraron a final de ese curso, tenían 34 y 32 años cuando llegó Ancelotti. Robben había cumplido 32 y Ribéry, 33. Müller, pese a tener 26 años, también tenía peso en ese equipo, al ser canterano del club.

Karl-Heinz Rummenigge, entonces presidente de la junta directiva de la entidad, fue la persona que avaló a ‘Carletto’. La misión era hacer una transición generacional de forma paulatina y seguir conquistando títulos. Y esa gestión no resultó nada plácida. El equipo empezó ganando la Supercopa alemana, 0-2 al Dortmund, y en la liga arrasó desde el principio. Sin embargo, a mediados de abril de 2017, empezaron los primeros problemas. El Bayern cayó ante el Real Madrid en los cuartos de final de la Champions League (1-2 en Alemania y 4-2 en el Santiago Bernabéu), y justo después también quedó eliminado de la Copa de Alemania ante el Dortmund (2-3).

Bayern-Borussia Dortmund, una rivalidad ardiente a lo largo de los años

Ribéry, que celebró la llegada del italiano tras la salida de Guardiola, «es un regalo para el club», llegó a decir, empezó a mostrar su descontento durante esos partidos. Gestos de desaprobación tras ser cambiado, malentendidos por algunas correcciones en el campo… El Bayern acabó ganando la Bundesliga, pero esos partidos crearon una fractura en el vestuario. Ancelotti siguió el siguiente curso, pero solo aguantó nueve encuentros. Reeditó en los penaltis la Supercopa alemana ante el Dortmund, pero una derrota contra el PSG en el inicio de la Champions por 3-0 fue su tumba. Ribéry, Hummels y Robben empezaron en el banquillo en ese encuentro.

Ancelotti - Ribery - Bayern Múnich

El abrazo posterior al beso que le dio Ancelotti a Ribéry tras ser cambiado en un partido.

La directiva del Bayern decidió prescindir del preparador de Reggiolo. Rummenigge, el hombre que le trajo, lo echó. La rotación, la dosificación de la intensidad en algunos partidos, las dudas sobre la posición de Müller y algunas decisiones de tácticas no convencieron a la vieja guardia del equipo, pese a que Xabi Alonso y Lahm se retiraron al final de la temporada 2016/2017. El presidente de la institución alemana, Uli Hoeness, aseguró en una entrevista a Funke Sport que «Ancelotti tenía a cinco jugadores en contra suya, lo cual era insostenible. El enemigo en tu cama es el más peligroso. Por eso tuvimos que tomar medidas». Ancelotti, acostumbrado a llevarse amigos por donde pasa, no encontró la complicidad necesaria en el vestuario del Bayern. Fueron días oscuros, aunque Rummenigge reconoció tiempo después que quizás se precipitaron con el adiós del italiano.

🔥 Ancelotti acabó quemado contra el Real Madrid

En sus meses en Múnich, ‘Carletto’ se enfrentó al Real Madrid que había dejado meses atrás. Fue en los cuartos de final de la Champions League. Se midió a su alumno aventajado, Zinedine Zidane. Esta vez, el aprendiz pudo con el maestro. En el partido de ida, un doblete del Cristiano Ronaldo más killer fulminó un tanto de cabeza de Arturo Vidal, que también falló un penalti con 1-0 en el marcador a favor de bávaros. Los alemanes dominaron el encuentro y tuvieron más ocasiones, pero la pegada blanca fue letal. En este encuentro, el cambio en el minuto 66 de Ribéry no fue muy comprendido por el francés.

 

En la vuelta, en el Santiago Bernabéu, el Bayern consiguió igualar la eliminatoria con los goles de Lewandowski y Sergio Ramos en propia puerta. Cristiano volvió a marcar para poner el 1-2. Llegó la prórroga y los blancos consiguieron el triunfo con dos tantos más de Ronaldo, que acabó con un hat-trick, y con otro de Asensio. El partido no se libró de la polémica. Hasta Ancelotti, que no es muy de valorar las actuaciones arbitrales, se quejó: «La expulsión a Vidal (por segunda amarilla antes de la prórroga) no era y dos goles de Cristiano son en fuera de juego», se quejó el técnico, que vivió en sus propias carnes la presión de jugar ante el Madrid y en el Santiago Bernabéu. Esa derrota fue determinante para la posterior caída de Ancelotti en el Bayern en una de las etapas más extrañas del italiano como entrenador.

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