DIEGUENAZO CASO MBAPPÉ REAL MADRID
✍️​ Opinión

El ‘Dieguenazo’: la vida será gris sin el ‘Caso Mbappé’

Prometí no hablar mucho de arbitraje por aquí, pero lo hice igual. Visto que mi palabra conmigo mismo vale poco, estoy dispuesto a saltarme otra promesa hacia mi persona. Dije que no escribiría más sobre Kylian Mbappé en este espacio, y aquí estoy otra vez ante la hoja en blanco. Precisamente de este color parece que se vestirá el astro francés a partir del próximo verano, lo que vislumbra el final del culebrón más grande de la historia del mercado. Jugará en el Real Madrid tras 7 largos años de cesión en París. No sé qué va a ser de mi vida sin montajes mal hechos del francés vestido de blanco, pues habrá fotos de verdad. Con el final tan cerca, solo puedo sentirme vacío.

Y esto, queridos míos, merece un ‘Dieguenazo’ existencialista.

​🐢 Mbappé y el final del culebrón más grande de la historia

Como si fuera una de esas series terriblemente mal actuadas de sobremesa, el ‘caso Mbappé’ tenía algo que te atrapaba. Tú no querías seguir mirando porque estabas harto de sus giros absurdos y su relleno innecesario, pero te quedabas delante del televisor. Había algo adictivo y romántico dentro de su cutrez, como el acto de comerse un kebab después de una noche de fiesta. Pese a saber que te va a sentar mal y que es mejor irse, lo correcto es pedirte semejante bomba calórica con el doble de carne. Eso es lo que ha supuesto esta saga del mercado para mí. Lleva tanto tiempo conmigo que ya no sé qué va a ser de mí con su final. Comenzó cuando esos dürüms marcaban mis fines de semana universitarios, y ahora soy un adulto maduro (¿sí, no?) e independizado.

¿Realmente necesita el Real Madrid a Kylian Mbappé?

Que se haya alargado tanto en el tiempo ha provocado un incomprensible encariñamiento. Los que dicen que no es así, mienten. Es así de simple. Sus síes, sus contratos apalabrados y todas las casas que se compró Mbappé en Madrid durante estos años ahora son de verdad. Ya no habrá más juego del gato y del ratón, ni derrotas tremendistas en el mercado. No nos queda nada a lo que agarrarnos durante el curso, pues la grandeza del caso iba más allá del verano. El francés y su llegada al Bernabéu consiguieron romper el espacio-tiempo del mercado de fichajes, extendiéndolo a todo el año. Mbappé y el Real Madrid eran como el multiverso, pues estaban en todas partes y todo el rato. Yo, por mucho que me haya resistido a aceptarlo, siempre he estado ahí. Su final me deja como Murph y Cooper al final de ‘Interstellar‘: he esperado mucho tiempo para este encuentro y poder cerrar este capítulo de mi vida. Siento el spoiler, pero si no viste la película ya va siendo hora, que a lo largo de estos años has tenido tiempo.

Lo que no sé es si seré más Murph o Cooper cuando Mbappé llegue a la Castellana. No soy capaz de imaginarme lo que voy a comer mañana, así que me es imposible otear ese nuevo horizonte. A saber si cierro sesión, si todo sigue igual o este es el comienzo de algo nuevo. Lo que tengo claro es que estas dosis de kebab deportivo pasaron de ser indigestas a una parte de mi existencia. Llegó un punto en el que prefería los desplantes del francés a su firma, ya que así todo este circo seguía un poco más. Tengo miedo de que no haya nada que capaz de llenar este vacío de cara al futuro. Los más optimistas creen que algo nuevo llegará, pero yo no lo veo tan claro. No puedo salir de fiesta sin ese manjar cuando me toca volver a casa de madrugada, y tampoco puedo evitar quedarme embobado con esas telenovelas horribles de sobremesa. Deduzco que lo pasaré mal sin el delantero peleándose con el Madrid. Al menos, aún nos queda algo de tiempo hasta el verano. El ‘caso Mbappé’ aprieta, pero no ahoga ni en sus últimos compases.

Ir al contenido