Red Bull sigue a lo suyo en el Mundial de Fórmula 1. Arabia Saudí sirvió para reafirmar que los austriacos siguen sin tener rival y que la tendencia se presume repetitiva como en las últimas temporadas. Solo ellos mismos se pueden torpedear un futuro bañado en oro. Aunque todos los coches estuvieron más apretados que en Bahrein, Max Verstappen sigue por muy por encima del resto. Segundo doblete seguido de Red Bull, con ‘Checo’ Pérez segundo, y novena victoria consecutiva del actual campeón si contamos las últimas carreras del curso pasado. Ni siquiera el coche de seguridad y una sanción al mexicano de cinco segundos modificaron el resultado final.
Por detrás, Leclerc subió al podio, confirmando que Ferrari es el primer coche del grupo perseguidor. Los italianos tienen que conformarse ahora mismo con las migajas. Oliver Bearman, que sustituyó a Carlos Sainz por su operación de urgencia de apendicitis, acabó en un meritorio séptimo puesto. Aunque la mejor noticia la dio Fernando Alonso. El Aston Martin se comportó mejor que en el anterior Gran Premio y acabó en la quinta plaza, por delante de los dos Mercedes y de uno de los McLaren. Un pequeño avance tras el noveno puesto en Bahrein.
😓 Nada pudo cambiar el guion previsto
El momento más complicado del fin de semana para Verstappen estuvo en el momento de salir del coche para celebrar su 56º triunfo en la Fórmula 1. En la pista fue un paseo absoluto de Max. No era un circuito para adelantar, pero sí se esperaba algún parón por colisión en la primera carrera semiurbana de la temporada. La salida fue del todo limpia y Verstappen calcó la estrategia que siguió en Bahrein. Apretó desde el inicio para escaparse. Una vez finalizada la primera vuelta, el neerlandés ya estaba fuera del alcance del DRS de Leclerc. Por su parte, Alonso mantuvo la cuarta plaza. Aunque no le duraría demasiado al asturiano, ya que Piastri superó al de Aston Martin en las primeras vueltas.
‘Checo’ Pérez también dio caza enseguida a Leclerc, dejando el dominio de la carrera a los dos Red Bull. La marca de la bebida energética ya estaba donde quería. Ni el coche de seguridad, que salió por la excursión a las protecciones de Stroll, hizo pestañear a Verstappen y su compañero. Tras el baile de paradas, con sanción de cinco segundos para Pérez al salir de forma agresiva cuando Alonso se dirigía al box de su equipo, Norris lideró durante algunos giros el Gran Premio. No obstante, nada pudo hacer para contener de nuevo a los Red Bull, que volvieron a ponerse al frente con Verstappen capitaneando.
Norris, Hamilton y Hulkenberg fueron los únicos que alargaron su parada con el neumático medio, que demostró un gran rendimiento pese a estirarlo por encima de las 30 vueltas. Tuvo que sudar sangre Leclerc para hacerse con la tercera plaza. Una vez entraron a boxes estos pilotos montaron la goma blanda para intentar recuperar posiciones, con la previsión que todos sus rivales iban a tener el neumático más gastado. Tampoco fue una estrategia de lo más efectiva, ya que la carrera se disputó sin más sobresaltos hasta el final y las distancias fueron insalvables.
😘 Alonso, un beso en el muro y una bonita lucha con Russell
Una vez todos los pilotos ordenaron sus posiciones, el único foco de atención fue seguir al debutante Bearman con Ferrari, gran pilotaje del chaval con tan solo 18 años, y a Fernando Alonso. El bicampeón lo dio todo en las vueltas finales para conservar el quinto puesto. Solo perdió la posición respecto a la parrilla de salida con Piastri. Desde el equipo avisaron al asturiano que Russell venía como una flecha y eso hizo activar el modo supervivencia del ’14’. Incluso le dio tiempo de bromear mientras rozaba el muro a 300 km/h. Un ligero toque con las protecciones que definió como «un pequeño beso».
Una acción que demostraba que Alonso iba al límite en cada curva. El de Aston Martin administró la ventaja y pudo acabar por encima de los dos Mercedes y de un McLaren, dignificando su quinta plaza. Sin embargo, su AMR24 sigue por detrás del coche del año pasado, cuando empezó luchando por podios. Si el bajón de los británicos vino unas cuantas carreras después, con este modelo un tanto más inestable no se augura un futuro esperanzador para el español. Aunque siempre quedará el beneficio de la duda. La próxima batalla será en Australia del 22 al 24 de marzo.