Pádel
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España da el «sí quiero» al pádel: tres años al borde de las 100.000 licencias

Hace solo diez años el tenis era el séptimo deporte con más licencias federativas en España. Los éxitos de Rafael Nadal contribuyeron a impulsar una disciplina que vivió su edad oro —cinco ensaladeras entre 2000 y 2011— con otros talentos como Ferrer, Verdasco o Almagro. Este buen momento va a postergarse con la irrupción de Carlos Alcaraz, cuyo despegue ha coincidido con el final de su compatriota. Sin embargo, en España, la pasión por el tenis se ha apagado a causa del pádel.

Lo positivo para el tenis es que la emersión del murciano ha surtido cierto efecto. En 2020 este deporte contaba con poco más de 70.000 licencias, un 33% menos que en 2012 (en torno a 103.000). En 2022 —últimos datos registrados en el Consejo Superior de Deportes (CSD)— la cifra se ha elevado hasta 83.000. Un aumento considerable en dos cursos que no tapa una realidad: el tenis tocó techo hace tiempo.

El pádel ratifica su sorpaso al tenis

El voleibol o el atletismo son dos de los deportes que más han crecido en la última década, hasta superar al tenis. Sin embargo, el ascenso más exponencial es el del pádel. En 2012 rozaba las 40.000 licencias; de 2021 a 2023 ronda las 100.000. Un incremento récord del 137% que llama la atención. En los dos últimos años el número de personas federadas ha descendido, aunque de forma imperceptible. Lo importante para esta disciplina es que se ha consolidado en el top ten de España.

Cataluña es, con diferencia, la Comunidad Autónoma con más licencias: 26.220 en 2023 —un 27% del total—. Esta cifra triplica el número de federados que abarca Madrid —en torno a 8.000 personas—. El auge a nivel competitivo en el pádel ha ido en sintonía con la expansión que ha experimentado en términos sociales y profesionales.

Un crecimiento a todos los niveles

En España practican pádel 2,5 millones de personas cada año. Por lo que reflejan las licencias, la franja de edad que más practica esta disciplina son los mayores de 39 años, aunque está de moda entre todos los públicos. Lo mismo sucede respecto al género: los hombres lo ejercitan más (65%), pero la brecha no es reseñable en comparación con otros deportes.

La principal ventaja del pádel respecto al tenis es la accesibilidad. El reducido tamaño de la pista y el formato (dos contra dos) hacen que este deporte sea accesible para cualquiera, independientemente de su condición física. El interés que ha despertado en la sociedad española es visible en cualquier rincón, con canchas en urbanizaciones de nueva construcción y clubes cada pocos kilómetros que con el paso del tiempo tienden a expandirse. Según un estudio elaborado por Deloitte y Playtomic —una app para concertar partidos—, España cerró 2021 con 14.000 pistas de pádel, solo por detrás de Alemania y Francia.

El precio, de momento, no parece un obstáculo para este deporte. Es, probablemente, su principal hándicap, pese a que muchas edificaciones cuenten con pista propia. Como sucede con el tenis, toca rascarse el bolsillo. Los precios pueden ser simbólicos en pueblos o pequeñas localidades, pero ascienden en clubes que cuentan con diversas instalaciones —bar, vestuario…—. La brecha, sobre todo, la marcan dos factores: el horario de la reserva y la propia pista —indoor o al aire libre—. Las cubiertas tienden a ser más caras, igual que reservar un fin de semana por la mañana. 90 minutos de partido puede suponer un desembolso de más de 30 euros —entre los cuatro participantes—.

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Este fervor, como se ha citado antes, se refleja también a nivel profesional. Arturo Coello —número uno del mundo—, Juan Lebrón, Alejandro Galán, Paquito Navarro… las principales figuras del circuito son españolas —y argentinas—. Lo mismo sucede en el campo femenino, donde la cima está ocupada por dos jugadoras de nuestro país, Paula Josemaría y Ariana Sánchez, aunque son muchas más las que tienen presencia en el top ten.

El tenis —a falta de los datos de 2023— ha crecido en los dos últimos años; el pádel, ha retrocedido. Pero esta inercia no refleja la verdadera realidad. El tenis vivió su momento más excelso y ahora rema a contracorriente, a la sombra del pádel, que con casi 100.000 licencias federativas desde 2021 se ha instaurado como una de las disciplinas preferidas en España, tanto a nivel profesional como amateur.

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