A la Real Sociedad le sigue faltando una marcha más para asentarse en Europa. Tras hacer una fase de grupos en la Champions League excelsa, sin ninguna derrota y con solo dos goles encajados, el conjunto txuri urdin se desconectó a la hora de la verdad. Pese a mostrar carácter e intensidad en la primera mitad, que acabó con un disparo al larguero de Merino, el PSG se aprovechó de los regalos de los donostiarras para salir con un resultado espléndido del primer envite de la eliminatoria de octavos de final. Mbappé, de menos a más, enfrió los ánimos de la Real aprovechando en un córner el espacio dejado por Traoré, que estaba siendo atendido por los servicios médicos fuera del campo. Pocos minutos después, Barcola hirió de gravedad al equipo de Imanol, que se dejó llevar y que pudo encajar algún que otro tanto más. El equipo de Imanol Alguacil acumula cinco partidos sin ganar y sin anotar en todas las competiciones. Mucho tendrá que mejorar si pretende remontar en San Sebastián el próximo 5 de marzo.
💪 Dosis de personalidad de la Real Sociedad
La Real Sociedad llegaba con muchas dudas al Parque de los Príncipes, pero salió con su vestido más atrevido ante el PSG. A los 32 segundos, los de Imanol Alguacil avisaron a los franceses por dónde irían los derroteros del encuentro. Balón llovido que peinó Barrenetxea y zarpazo de André Silva que se marchó a la izquierda de Donnarumma. La Real no se iba a acongojar, y menos ante un PSG que, salvando a Marquinhos, Achraf, Dembélé y Mbappé, tira de futuros proyectos como Barcola (21 años), Zaïre-Emery (17) y un recién llegado como Beraldo (20).
La respuesta de los parisinos fue una cabalgada marca de la casa de Mbappé, que está jugando a regañadientes de ‘9’ por delante de Kolo Muani y Gonçalo Ramos, nada más y nada menos que 160 millones de euros en el banquillo. Remiro detuvo el disparo del delantero francés tras una imperiosa carrera. El encuentro transitó minutos de auténtico frenesí con idas y venidas constantes. El conjunto donostiarra trataba de apretar desde muy arriba, con las cargas lanzadas por André Silva, que perseguía los balones que pasaban entre los centrales. En ataque, encontró en la banda de Take Kubo, renovado hasta 2029, su costado preferido ante un Beraldo, que justo se está adaptando al fútbol europeo tras llegar procedente del São Paulo brasileño. Fue el japonés quien estiró a los suyos y buscó constantemente el área francesa. André Silva cabeceó por encima de la portería uno de sus centros al punto de penalti.
Zubimendi fue uno de los jugadores destacados de la Real Sociedad en el primer tiempo.
Mientras tanto, el PSG solo se sacudía la intensidad de la Real con las carreras de Dembélé y Mbappé y con el talento de Zaïre-Emery, que impone una autoridad insultante en el centro del campo pese a no tener la mayoría de edad. Aunque nada ni nadie hacía presagiar por las sensaciones un sobresalto para Le Normand y Zubeldia. En cambio, el plantel de Imanol Alguacil tuvo su mejor ocasión antes de finalizar el primer tiempo. Mikel Merino recogió más allá de los 30 metros una jugada trenzada de los txuri–urdin y armó su pierna izquierda para estrellar el balón en el larguero. La Real empezó y acabó la primera parte mordiendo. Los gestos de Mbappé dirigiéndose a los vestuarios dejaban claro que no estaba satisfecho con la actuación del PSG en los primeros 45 minutos.
💔 Mbappé acabó rompiendo el corazón realista
La Real había contenido correctamente al PSG, pero el físico y la inexperiencia en estas rondas empezó a pesar para los donostiarras. Zubimendi comenzó a fallar algún que otro pase comprometido, Barrenetxea desapareció y restó más que sumó y Kubo se apagó. Por contra, los franceses empezaron a crecer estirados por Barcola y Mbappé. Eso y una dolencia inoportuna de Traoré desencadenó la tragedia en la ciudad del amor. Con el lateral siendo atendido fuera del terreno de juego, Marquinhos prolongó al segundo palo un saque de esquina y encontró totalmente solo a Mbappé, que abrió el marcador. Kubo fue el improvisado encargado de cubrir al delantero pretendido por el Real Madrid y se notó su falta de práctica en estas acciones. A Mbappé se le da bien jugar ante equipos españoles: ocho goles en ocho enfrentamientos.
Después del tanto, los locales se vinieron arriba y el miedo empezó a apoderarse de los donostiarras hasta que se metieron en un grave problema. Cada pérdida de balón txuri–urdin se convirtió en una salida en estampida de los franceses, que aprovecharon una de esas contras para marcar el segundo. Barcola le ganó descaradamente la partida a Traoré y definió por debajo de las piernas de Remiro con clase para encender el Parque de los Príncipes. Demasiados golpes para la Real.
Imanol Alguacil empezó a apagar fuegos a través de los cambios, pero el equipo siguió sufriendo las contras parisinas, catapultadas, sobre todo, por un inspirado Mbappé. Kolo Muani perdonó el tercero ante una desajustada defensa donostiarra. En esa acción murió el partido. El PSG se dio por satisfecho y puso el modo control para llegar sin sobresaltos al final del encuentro. Difícil tarea para la Real, que tendrá que remontar dos goles en San Sebastián. Aunque, sobre todo, tendrá que corregir los desbarajustes que están penalizando al equipo en este mes de febrero terrible para ellos.
