El Mundial de 2026 ya ha comenzado. Lo ha hecho con la disputa del clasificatorio de CONMEBOL, más conocido bajo el nombre de Eliminatorias Sudamericanas. Las diez selecciones implicadas, al igual que en la última ronda previa a una Copa del Mundo, jugarán todas contra todas, a ida y vuelta en un grupo común. Serán 18 jornadas distribuidas en nueve ventanas internacionales, de ahí que hayan sido las primeras en arrancar, pese a que la criba es menor que en el resto de continentes.
🗝️ El nuevo formato de Eliminatorias Sudamericanas abre puertas
Una de las particularidades que trae el nuevo Mundial de 48 selecciones, en lugar de 32, ha sido el cambio de distribución en los cupos para disputar la fase final. Todas las confederaciones, en mayor o menos medida, los han aumentado. Sudamérica, concretamente, ha pasado de contar con cuatro boletos directos, más uno para la repesca intercontinental, a tener seis plazas garantizadas y otra extra en caso de ganar el repechaje.
En términos prácticos, esto significa que en Sudamérica ahora habrá un mayor margen de error y que lo lógico es que no solo Brasil y Argentina se clasifiquen con holgura para la próxima fase final de una Copa del Mundo. La competitividad bajará, pero la igualdad entre las selecciones de clase media-baja garantiza duelos directos hasta el final, salvo que haya alguna que se quede descolgada por abajo.
🔝 ¿Cuáles son las favoritas para estar en el Mundial?
Las mencionadas Brasil y Argentina parten como claras aventajadas, en línea continuista con lo visto en las últimas Eliminatorias Sudamericanas y las dos ediciones más recientes de la Copa América (2019 y 2021), en las que se eliminaron entre sí. Los de Lionel Scaloni, sin apenas cambios estilísticos ni de nombres respecto a los 23 ídolos nacionales que conquistaron la Copa del Mundo en diciembre de 2022.
En la ‘Canarinha‘, sin embargo, se espera un giro drástico en lo que a funcionamiento se refiere, tras la salida de ‘Tite’ y posterior llegada como técnico interino de Fernando Diniz, que complementa su labor con la de entrenador del Fluminense. Una propuesta más tradicional y sudamericana, sin tanta rigidez táctica, que fue el foco de la crítica reciente en el país. Además, Neymar Júnior se espera que pierda progresivamente protagonismo, en favor de los mil y un extremos que ha producido el país durante los últimos cursos.
Fernando Diniz, la noche en Brasil y el día en el Fluminense
👍 ¿Cuáles son las selecciones que se deberían clasificar?
Por historia, le tocaría a Uruguay ser la tercera más temible, aunque de un tiempo a esta parte el combinado charrúa ha bajado mucho sus prestaciones. La regeneración se fue posponiendo hasta caer en convocatorias demasiado anticuadas, salvo en el centro del campo, como para seguir entre la nobleza continental. Con Marcelo Bielsa, el cambio de ciclo está garantizado. De hecho, Cavani, Luis Suárez, Martín Cáceres, Coates o Muslera ya han sido descartados en la última lista, además del retirado Diego Godín. Costará, pero la nueva Uruguay está en camino y no debería sufrir para clasificarse al Mundial.
Chile, que fue otra selección puntera este siglo en CONMEBOL, es otra sin regeneración, que vive un momento dramático en lo que a producción de talento se refiere. Ni rastro de jóvenes que prometan siquiera acercarse a lo que fue su generación dorada, la que ganó en 2015 y 2016 la Copa América, en sendas finales contra Argentina. En este caso, tal es la crisis de talento que Alexis Sánchez, Arturo Vidal o Gary Medel continúan en la lista de Eduardo Berizzo, a años luz del nivel que les llevó a la cima. En su caso, sí preocupa algo más su presencia en la Copa del Mundo que albergarán México, Estados Unidos y Canadá. Se quedaron fuera de Catar, de hecho.
Otros dos combinados que viven de las rentas, sin llegar al extremismo de Chile, son Colombia y Perú. Los cafeteros, seguramente, con mejor plantilla a lo largo de la última década que los blanquirrojos, aunque los resultados dicen que los dirigidos por Ricardo Gareca fueron más competitivos, excepto en el Mundial de 2014. Siempre al límite, en la plaza de repesca o cerca de ella. Pero efectivos, al fin y al cabo. Y con alguna gesta por el camino como el subcampeonato en la Copa América de 2019, en la que cayeron contra Brasil. De aquella generación se mantienen muchos futbolistas: Yotún, Renato Tapia, Advíncula, Trauco, André Carrillo, Gallese o el mismísimo Paolo Guerrero, a sus 39 años. También preocupa su clasificación, tras ser derrotados por Australia en la repesca pasada, rumbo a Catar. Más todavía sin ‘El Tigre’ Gareca, un animal competitivo sin igual.
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En Colombia, que fue la gran ausencia mundialista de Sudamérica, sí ha llegado cierto recambio generacional. O se ha iniciado la transición, al menos, por mucho que los James Rodríguez, Juan Fernando Quintero, Yerry Mina o Juan Guillermo Cuadrado entren todavía en las convocatorias. Han dejado de ser discurso para convertirse en recurso, mientras Luis Díaz ejerce ya como gran estandarte, respaldado por futbolistas de futuro como Luis Sinisterra o Jorge Carrascal. Al igual que Uruguay, debería estar en ese segundo escalón que no sufra en exceso para obtener un billete al Mundial, aunque las Eliminatorias Sudamericanas tengan siempre más igualdad que la presupuestada y las sorpresas estén a la orden del día. Por último, Ecuador, que solía ser una de las llamadas a molestar y pelear un cupo en las últimas Eliminatorias Sudamericanas, pasa a ser favorita a mantenerse en el top 5 con el cambio de formato y su momento dulce por la gran cantera que han construido.
👎 ¿Y las tres que se quedarán fuera?
La Venezuela de Yangel Herrera, que entrará pronto en su fase de madurez; poblada de veteranos como Salomón Rondón, Darwin Machís o Josef Martínez, aseguran un ataque con potencial para estar entre los siete primeros. De su solidez, principalmente, dependerá que rompan su techo.
Paraguay es la que, en las quinielas, más veces aparece como la octava en discordia. Si bien cuentan con iconos importantes como Gustavo Gómez, Miguel Almirón o Julio Enciso, su momento no invita al optimismo, precisamente. Los entrenadores van y vienen, no se asienta una idea desde hace años y la presión aumenta al ver que solo han sumado 17 de los últimos 60 puntos en juego en las Eliminatorias Sudamericanas. O que solo han marcado en un encuentro de los últimos once compromisos clasificatorios. La dinámica es nefasta, aunque hay nombres para pensar en que esto pueda quedar atrás más pronto que tarde.
