Entrenadores - vascos
⚽ Fútbol internacional

El País Vasco, nueva cuna de la élite mundial de la pizarra

Bautizadas por las aguas del Cantábrico, del río Urumea, del Nervión o del Zadorra, cubiertas por los valles selváticos de la zona y criadas entre lo humanístico y lo místico, se alzan las tierras del País Vasco. Un lugar que está de moda. Y no por sus playas, caminatas entre montañas o por el gran tacto culinario que poseen los nativos de esa región. El fútbol está posicionando a este territorio en el mapa europeo. Aunque más bien sus entrenadores.

Dentro de la región, Guipúzcoa es una mina de oro. Xabi Alonso es el líder de la Bundesliga con el Leverkusen, que ya le saca cuatro puntos al Bayern de Múnich, Mikel Arteta y Unai Emery están luchando por la Premier League con el Arsenal y el Aston Villa, respectivamente, mientras que también en Inglaterra, Andoni Iraola pasa por su mejor momento con el Bournemouth. Pero a esta lista se podría sumar a Imanol Alguacil y su trabajo impecable con la Real Sociedad o a Juanma Lillo, segundo de Pep Guardiola en el Manchester City. Y todavía quedaría espacio para alcanzar más territorio e incluir a Mendilibar, campeón de la Europa League el pasado curso, Lopetegui, Arrasate o Gaizka y Asier Garitano.

😁 Una forma de ser que marca el rendimiento deportivo

«La competitividad es lo que caracteriza al jugador y al entrenador de aquí. El transmitir a tu equipo que puede jugar de una o de otra manera, pero que relajado y sin apretar no se va a ningún sitio», dice a Legal Sport Mikel De Gregorio, director deportivo de la selección de Euskadi. Porque ya no es una casualidad esta floración de entrenadores vascos, que entienden el deporte como parte de su vida y el esfuerzo y el trabajo como algo natural que ha hecho crecer a la sociedad de este territorio: «Tenemos un carácter un poco fuerte y muchos han sido líderes en sus equipos por su manera de jugar y de transmitir, y eso se está llevando al banquillo. Tienen respeto, saben gestionar y han hecho una adaptación perfecta al fútbol moderno, pero sin perder los rasgos característicos de la sociedad vasca».

País Vasco - Emey - Arteta

Saludo entre Unai Emery y Mikel Arteta en el partido Aston Villa-Arsenal de la Premier League.

Uno de los últimos éxitos lo ha firmado Unai Emery, que ha establecido en 15 el récord de victorias como local del Aston Villa, tercero en la Premier por delante del City. «Nunca había logrado una racha de 15 victorias seguidas en mi carrera y será muy difícil que lo vuelva a conseguir», dijo el técnico villano después de vencer al Arsenal de Arteta, que queda a un punto del líder Liverpool en Inglaterra. «El técnico vasco suele entender perfectamente el fútbol moderno y lo transmite de una forma clara y concisa. En el caso de Xabi Alonso, con su referencia como futbolista, igual lo tiene más fácil para gestionar el vestuario, pero es cierto que casi todos saben comunicar y, sobre todo, hacen que su equipo crea en el discurso», comenta Mikel.

🤷‍♂️ Casualidades exitosas

Todos ellos tienen sus propias personalidades, preferencias futbolísticas y métodos de trabajo. No existe una escuela que enseñe de la misma manera o un referente que haya marcado el camino como lo hizo Johan Cruyff en el Barcelona. Pero eso no tiene nada ver que para ver rasgos parecidos en los equipos con entrenadores vascos como la unión y ética de trabajo. Esto es innegociable, aunque no rehúyen a jugar bonito y a apostar por el talento joven, algo que también les ha hecho destacar.

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«El otro día leía que Guipúzcoa y Vizcaya son los sitios que más jugadores llevan a Primera división. Con los entrenadores pasa un poco lo mismo. Además, son técnicos que han labrado su carrera desde abajo. Puedes fichar a fuera, pero siempre intentamos dar oportunidades a los que trabajan y lo hacen bien. Por ejemplo, ahora tenemos a Beñat Etxebarria, exjugador del Athletic, en el equipo sub-16 de Euskadi», remarca el director deportivo, que siente un tremendo orgullo al verles en lo más alto. «El fútbol no espera y hay que seguir trabajando para no perder este nivel que tenemos. Que estén dando ejemplo también ayuda», apunta De Gregorio.

El País Vasco, con una superficie de 7.234 km2, es una región pequeña si la comparamos con el resto de las Comunidades Autónomas. Tiene una población de 2.224.072 habitantes, es decir, es la octava comunidad de España en cuanto a población se refiere. Ni siquiera esta generación de técnicos coinciden en edad. El menor es Andoni Iraola con 41 años; mientas que el mayor es Mendilibar, ahora sin equipo, con 62.

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No hay un patrón conocido, aunque Arteta, Iraola y Xabi Alonso pasaron el Antiguoko de San Sebastián. Para Mikel De Gregorio solo es una «casualidad». «Hay muchos casos que no han coincidido, aunque han estado en el equipo del pueblo o del barrio de al lado o se han llegado a enfrentar muchas veces en categorías inferiores. De tanto jugar en contra ves lo que hace el rival. Puede ayudar, aunque no hace falta que coincidan para que pase esto», considera.

🤩 Una selección de Euskadi competitiva

¿Recuerdan cuando en el parón de las competiciones oficiales, sobre todo a final de año, se jugaban partidos amistosos de selecciones autonómicas? Pues el último de Euskadi fue en noviembre de 2020 en Eibar ante la mundialista Costa Rica. Los vascos consiguieron el triunfo por 2-1 con Javier Clemente de entrenador. Eso denota el nivel del equipo, que para De Gregorio acabaría en una buena posición si se hiciese un torneo autonómico. «Tenemos muchas opciones. Seguro que llegaríamos lejos. En categorías inferiores solemos estar arriba tanto en masculino como en femenino», explica.

Euskadi - selección

Imagen de Unai Núñez (de verde) en el último encuentro en 2020 de Euskadi contra Costa Rica.

Lo que sí tiene claro el director deportivo es que apostaría por un técnico de la tierra. «Siempre elegiríamos a un entrenador que nos representara. Al final es un orgullo tenerlos allí, pero tendríamos que ver la casuística y la disponibilidad de todos ellos, porque tenemos tantos y están tan bien clasificados que no sería fácil, pero sí que contaríamos con alguno», comenta. Razón no le falta.

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