El Barça 2-2 Manchester United se puede definir como la misma película de siempre… aunque con distinto final. Uno agridulce, porque si bien el equipo catalán se sostuvo con el 1-2 a duras penas y empató en una acción aislada; también llegó una de las peores noticias posibles: Pedri se retiró lesionado al filo del descanso y las primeras exploraciones pronostican un mes de baja, con la ida copera en el Bernabéu a la vista y la vuelta de Europa League el próximo jueves en Old Trafford. Por si el incendio no fuese suficiente así, la gasolina la puso la amarilla que vio Gavi, que acarrea sanción.
⏱️ Sin el tiempista en el peor escenario posible
Si en algo se ha hecho fuerte el equipo de Eric ten Hag esta temporada ha sido en anular a sus adversarios de máxima entidad a base de presión. El Arsenal lo sufrió en sus propias carnes —incluso los gunners perdieron el invicto en esas circunstancias—. El Manchester City también sucumbió ante una propuesta similar a la que exhibió el Manchester United en el Camp Nou: emparejamientos férreos en el centro del campo, contundencia en los duelos, asfixia a quién reciba de espaldas, centrales que achican… Los goles son el mejor ejemplo.
Pedri es el segundo futbolista con más minutos en la plantilla, después de Ter Stegen. Con el canario en el campo, el Barça tiene un balance impecable: 20 victorias y un empate. (Relevo)
Con Pedri sobre el ruedo, el Barcelona tampoco dominó el duelo. El ritmo inicial, demasiado descontrolado, seguramente agradó más al técnico neerlandés que al de Terrassa. Aunque lo peor estaba aún por llegar. Un déjà vu de la visita culé al Metropolitano, en el que Pedri domesticó como pudo a la versión rebelde del Atlético de Madrid. El que mejor maneja los tiempos y más conviene que lo haga en estas situaciones no es otro que quien más mojo picón ha ingerido. Eso por no hablar de que Mr. González se ha destapado como un llegador desde que concluyó el Mundial, con cuatro dianas en ocho encuentros.
🤔 ¿Qué hará Xavi ahora?
Sin los dos zagales que han encandilado a la hinchada azulgrana en un abrir y cerrar de ojos, a ‘El Profesor’ le tocará inventar. En la ida contra los red devils, su sorprendente reacción fue sacar a Sergi Roberto a la palestra para mantener la idea de los cuatro centrocampistas, con Gavi tirado al centro-izquierda. Descartó regresar al 1-4-3-3 más puro, con un extremo izquierdo como Ansu Fati o Ferrán Torres, para ser más simétrico respecto a Raphinha, en la derecha, a pierna cambiada, como le gusta al brasileño.
Con Sergio Busquets entre algodones de cara a la visita al ‘Teatro de los Sueños’, que tampoco invita al optimismo dados los precedentes, Frenkie y Kessié pintan a inamovibles. Si vuelve Busi, Frank podría abandonar la base y adelantar su posición para ocupar la tercera altura de la medular, como acostumbra Pedri, aunque los perfiles sean muy alejados entre sí. El puzle se completaría con el propio Sergi Roberto o con Ferrán Torres, probablemente, como tercer (donde Pedri) o cuarto centrocampista (donde Gavi). Algo que ya ha probado el técnico azulgrana con el canterano del Valencia y con un Memphis al que hasta Xavi echará de menos esta semana.
La carta oculta, dadas las circunstancias, tal vez esté en que Jordi Alba y Alejandro Balde sean complementarios, en vez de sustitutivos, en el flanco zurdo del Barça. Falta por ver en qué orden, aunque seguramente sea con el veterano como foco creativo y centrador por delante del joven, corrector y baza para conducir desde atrás en un contexto donde será presionado. Todo ello sin descartar a Marcos Alonso. O, en el más rebuscado de los casos, a Christensen como pivote, demarcación que conoce de la selección danesa, aunque inédita desde que llegó al club de sus sueños.
En Champions, cuando abrasan las castañas, una monstruosa plaga de lesiones en la zaga vino a ver al Barça. En Europa League, cuando queman las almendras, ha sido la sala de máquinas. Y, para colmo, se llevó por delante al que mejor las garrapiña.