⚽ Barcelona

Un Barça desdibujado permite al Shakhtar soñar con los octavos

La Champions volvió a dejarnos boquiabiertos con la victoria (1-0) del Shakhtar Donetsk frente al Barcelona. Una que fue más plácida de lo que cabría esperar, incluso, por remota que pereciese la posibilidad. Pero fútbol es gútbol. Fue Danylo Sikan el héroe en esta tarde de otoño, con un gol al filo del descanso, que hace que sueñen los suyos y prolonga el mal momento azulgrana. La crisis del Barça es real. Sobre todo, de identidad y sensaciones, con muy poca capacidad de generar ocasiones. Apenas un tiro a puerta en el día de hoy.

😏 Esta vez sí le salió el plan al Shakhtar

Las dos primeras acciones del partido fueron un calco de lo que vimos hace dos semanas, en el duelo de la tercera jornada de la Champions, que cayó del lado culé. Ese día sufrió por un exceso de relajación, después de aprovechar las concesiones, especialmente riesgosas en salida de balón por parte de los ucranianos, para castigar y ponerse en ventaja. Sin embargo, hoy los pupilos de Marino Pušić, el entrenador recién aterrizado al banquillo local, aprovecharon la presión azulgrana para hacerse fuertes.

Tras ese inicio nuevamente con titubeos, lo que hizo el Shakhtar fue separar mucho su línea de zagueros de la de delanteros, alargar en campo, saltarse la sala de máquinas o hacer que fuese una mera zona de transito en la que volvió a lucir Sudakov acompañado de un inspirado Kryskiv, y ponerle cebos al Barça. ¿Cómo? A través de unos primeros pases pensados para estirar al rival y después atacar con balones muy directos, gracias al buen pie de sus centrales y centrocampistas para lanzar.

De los brasileños a los ucranianos: la reinvención del Shakhtar

Los de Xavi picaron y se vieron forzados a defender numerosas situaciones de mano a mano en la retaguardia. La parte positiva, dentro de lo malo, fue la actuación de Christensen (más allá de no encimar a Sikan en la jugada del 1-0 ) y, especialmente, de Ronald Araújo, que lució por su exuberancia para corregir a campo abierto. La negativa, que estuvo tan exigido que el charrúa terminó con un pinchazo en el aductor que preocupa a su equipo y selección, en vísperas de una ventana importante para los de Marcelo Bielsa. Esta vez fueron los de Donetsk quienes se pusieron por delante y jugaron con la ansiedad del Barcelona.

😮‍💨 Otro Barça plano y partido

En este escenario de encuentro, el Barcelona volvió a mostrar sus mayores costuras, que, por otra parte, ya exhibió ante el Oporto y el propio Shakhtar, pese a sendas victorias. Ni controló el partido, ni maduró los ataques. Su excesiva prisa por dañar al rival se tradujo en pérdidas que, además de no activar a sus delanteros en ventaja, provocaron un correcalles de los que tanto desquician a su entrenador. Abusaron del centro lateral y apenas intimidaron en el primer periodo a través de dos disparos de media distancia de Raphinha y un Gündoğan que volvió a pisar bastante la base de la jugada para apoyar a Oriol Romeu, de vuelta a la titularidad. Escasa producción ofensiva colectiva, por mucho que llevasen la iniciativa y dispusieran de posesiones más largas.

Tras unas semanas de probaturas tácticas, vimos un 1-4-3-3 algo asimétrico por la tendencia de Ferran Torres (que hacía sobreesfuerzos defensivos y cerraba en ocasiones como carrilero) en ir hacia dentro para liberarle el carril a Marcos Alonso, mientras que en la derecha Raphinha actuaba más abierto buscando recibir en situaciones de aclarado. Ambos bastante desinhibidos, aunque no tanto como Gavi o un Lewandowski que tiene bastante mosqueada a la afición culé por lo mal que ha arrancado el curso, lesión mediante. Las circulaciones del Barça, poco eficaces, no giraron demasiado el bloque medio-bajo ucraniano, que estuvo bastante cómodo durante más de una hora de encuentro.

🤷‍♂️ Arreón final insuficiente

El partido concluyó con un Shakhtar ya muy hundido sobre el campo, en bloque bajo ante un Barça volcado, que ni así generó situaciones claras para, al menos, igualar la contienda. Los ucranianos tenían ya bastante con resistir y, aunque comenzaron varias transiciones prometedoras, no pudieron ponerle la puntilla al duelo. El Barça terminó de bombardear el área con numerosos centros laterales que no encontraron rematador.

La gestión de campo de Xavi no se puede decir que fuese contemplativa. Hizo cuatro cambios de una tacada en el minuto 60 y agotó las sustituciones con la entrada de Fermín López en el 81. Lamine Yamal fue el que salió más venenoso en la izquierda y puso en aprietos a su par más que Alejandro Balde y João Félix, los otros dos revulsivos exteriores. Y eso que los cambios de orientación de Pedri, el otro que entró desde el banquillo, así como los de Fermín López y Gündoğan, activaron francamente bien sus proyecciones.

La derrota no preocupará tanto al Barcelona, con 9 puntos de 12 posibles en su casillero y pie y medio en los octavos de final, como ilusionará a un pueblo necesitado de alegrías. Fútbol como motivación humana. El Shakhtar lo volvió a hacer, en nombre de Ucrania, exiliados en Hamburgo. Se agarran los del Dombás a sus opciones de clasificación, a la espera de un necesario pinchazo del Oporto ante el Amberes.

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