RAMOS DECIMA REAL MADRID
⚽ Real Madrid

Las dos cicatrices del Real Madrid previas a ‘La Décima’

La Décima fue el inicio de una de las dinastías más brillantes de la historia del fútbol. El gol de Sergio Ramos en el minuto 92:48 forzó la prórroga de lo que sería la primera Champions del Real Madrid desde el 2002 y, desde ahí, no se frenó su dominio europeo. Desde entonces, son cinco Copas de Europa en una década, a expensas de lo que pase en Wembley. Sin embargo, antes del inicio de esta era dorada, hubo dos noches que dejaron una cicatriz en el madridismo. Aunque el pistoletazo de salida se dio en Lisboa, el paso previo tuvo lugar ante Bayern de Múnich y Borussia Dortmund en la Castellana.

💔​ Ni el Real Madrid de los récords pudo contra el Bayern de Múnich

La llegada de José Mourinho al Real Madrid fue la respuesta al aplastante dominio del Barça de Guardiola, pero no tardó en ir más allá. Si en su primer año compitieron, en el segundo arrasaron. El equipo que dirigió el portugués en la temporada 2011/2012 se convirtió en uno de los más peligrosos de toda Europa. Tal y como dijo Xabi Alonso, verlos jugar era «como un parque de atracciones». Les salía todo. Ganaron la liga con récord de puntos y de goles, por lo que todo apuntaba a Múnich. Ya fuese porque las semifinales de Champions eran contra el Bayern o porque la final sería en el Allianz Arena, Alemania sería la prueba del algodón para un equipo temible.

El Real Madrid se presentó en casa de su bestia negra con más complejos de los que cabría esperar. Franck Ribéry hizo reales los miedos merengues tras el rechace en un córner, poniendo todo patas arriba. Las prisas se adueñaron del ataque de un equipo que se caía cuál castillo de naipes. Entonces, pasado el descanso, anotó Özil el empate. Así como en sus grandes gestas de antaño, el Real Madrid iba a resistir un resultado heroico para que el Bernabéu dictase sentencia. Mario Gómez, que estaba tocado con una varita en aquella temporada, dijo que no, que el empate no era justo. En el 90, en una de las últimas jugadas, marcó el 2-1 definitivo. Todo se decidiría en la Castellana, sí, pero iba a tocar remontar.

MARIO GOMEZ REAL MADRID BAYERN

Pese a que el madridismo no lo sabía, el gol de Mario Gómez traería consecuencias trágicas .

Hubo un nombre que copó la previa de aquella vuelta: ‘Juanito’ y su espíritu fueron la gasolina que alimentó la rebelión del Real Madrid. Para no perder la costumbre y por alimentar la mística del Bernabéu, otro ‘7’ blanco le dio la vuelta al marcador en un cuarto de hora. Cristiano Ronaldo, con su doblete, puso a soñar con La Décima a todo el estadio. Ya no importaban los tropiezos en octavos o la oportunidad perdida ante el Barça, sino lo que estaba por venir. El madridismo se relamía ante la primera gran gesta que veía toda una generación. Por desgracia, el sueño tardó en llegar lo mismo que en irse. Casi a la media hora de juego, apareció Arjen Robben para marcar el 2-1. Aunque ambos equipos tuvieron ocasiones, no se movió el marcador hasta la tanda de penaltis.

Aquellos lanzamientos desde los 11 metros son aún un tema tabú en la Castellana. Hay mil imágenes que siguen doliendo: José Mourinho arrodillado, los fallos de Cristiano Ronaldo y Kaká, la esperanza tras los lanzamientos errados de Lahm y un joven Kroos… y lo de Sergio Ramos. El camero ejecutó el penalti con potencia y lo mandó a las nubes. Schweinsteiger, por su parte, mandó a los suyos a la final. Al Real Madrid le había vuelto a salir cruz de la manera más cruel. Si ni con su mejor equipo desde 2002 habían conseguido llegar a la final, ¿cuándo iban a lograrlo?

El fatídico punto de inflexión que cambió el destino del Real Madrid, 12 años más tarde

😢​ Dortmund, Lewandowski y la confirmación de un trauma

El tiempo ayudó a relativizar la derrota. Con semejante equipo, los resultados acabarían llegando. Además, con Mourinho al mando, habían logrado frenar el dominio azulgrana. Todo pintaba bien hasta que hizo efecto una de las leyes no escritas de este deporte: con ‘The Special One‘ no hay tercera temporada buena. El Real Madrid no tardó en perderse en las disputas entre los clanes de su vestuario. Pronto perdieron la posibilidad de volver a ganar la liga, por lo que pusieron todos sus esfuerzos en ganar la Champions League. Al tran-tran, con previo paso por Old Trafford en la primera gran noche de Luka Modrić de blanco, llegaron hasta las semifinales. Allí les esperaba el Borussia Dortmund, la revelación del torneo a la que no pudieron batir en fase de grupos. Podía ser el año de pelear por La Décima.

Así como el año anterior, el primer asalto se disputaría en Alemania. El Real Madrid quería repetir la misma fórmula que les dejó a las puertas de la final: si sobrevivían al Signal Iduna Park, el Bernabéu sería decisivo en la vuelta. Por desgracia para ellos, el muro amarillo demostró que iba a ser demasiado empinado como para escalarlo. Robert Lewandowski abrió el marcador nada más comenzar. Pudieron ser más en la primera mitad, pero aguantaron de la mejor manera posible. Es más: el Borussia Dortmund les dio vida. Un error de Mats Hummels propició el tanto de Cristiano Ronaldo antes del descanso. Fue un chute de esperanza para un Real Madrid que volvía a verse en la siguiente ronda antes de tiempo. Como si fuese una consecuencia divina por su soberbia, Lewandowski les volvió a castigar. Marcó otros tres goles más en la segunda parte, firmando una de las mayores exhibiciones que se recuerdan en unas semifinales de Champions.

Ni la mística del Bernabéu podía remontar un 4-1 en la ida. Tras la remontada fallida del año anterior, era difícil creer en algo que hacía demasiado que no le sucedía al Real Madrid. Solo los más veteranos del lugar estaban expectantes porque podía volver a pasar algo mágico. Igualmente, no tardó en pincharse dicho globo de entusiasmo en los primeros minutos del choque. Higuaín falló ante Weidenfeller, por lo que solo quedaba la posibilidad de maquillar el resultado. El paso de los minutos terminó de poner los clavos en el ataúd blanco. Al filo del minuto 80, todo estaba perdido. Entonces, surgió un pequeño halo de luz. Benzema marcó el 1-0 y el Bernabéu resucitó. Quedaban menos de 10 minutos y dos goles, por lo que era posible. ¿Y si era esto de lo que hablaban los veteranos? El 2-0 de Ramos lo confirmó: había vida después de la muerte para el Real Madrid. Precisamente, el camero pudo ser el héroe en la última jugada, pero su remate se marchó desviado. Se acabó. Otra vez más, se habían quedado con la miel en los labios.

SERGIO RAMOS BORUSSIA DORTMUND REAL MADRID

Las lágrimas de Sergio Ramos fueron la mejor representación del madridismo tras aquella noche.

🏆​ Ancelotti y un nuevo comienzo

Un par de semanas después, y para mayor tortura del madridismo, el Atlético de Madrid les ganó la final de Copa del Rey en el Bernabéu. Irónicamente, el año en el que podían haber teñido de blanco el continente, se quedaron ellos en blanco. Con José Mourinho fuera, el proyecto se había terminado. La llegada de Carlo Ancelotti al Real Madrid debía suponer un bálsamo para volver a construir algo competitivo de cara al medio plazo. Pese a ello, el equipo resultante no era demasiado diferente al que había confeccionado Mourinho. Solo se marcharon Mesut Özil y Gonzalo Higuaín a final del mercado, y para sustituirles llegaron Gareth Bale e Isco Alarcón. Si habían acariciado la final tres años seguidos, ¿qué les impedía intentarlo una vez más?

Una década después, el resto es historia. Sergio Ramos, el que salió señalado en las noches previas, fue el héroe de La Décima. Llegaron hasta cinco ‘Orejonas’, todas ellas con sus grandes remontadas correspondientes; y ya no hay nadie en la Castellana que no crea en la mística del Bernabéu. El Real Madrid hace tiempo que no tiene traumas, aunque queda viva su sed de venganza. Esta campaña, como si fuese por capricho del destino, la Champions League ha decidido darles el placer de rememorar aquellas dos noches previas a La Décima. En semifinales, obligaron al Bayern a rendir cuentas por lo que hicieron en 2012; y en la final ya espera el Borussia Dortmund para reeditar lo del 2013. Grosso modo, es un ‘Kill Bill‘ madridista para cerrar un círculo. Nunca una venganza había supuesto tanta gloria.

🚨 Puedes leer el especial completo de 'La Décima' aquí.
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