LUKA MODRIC DIEGUENAZO
Opinión

El ‘Dieguenazo’: Luka Modrić y su eterna carrera contra el reloj

Hace tiempo que soy bastante pesimista con la continuidad de Luka Modrić en el Real Madrid. La edad no le perdona ni a él, que ya ha escapado varias veces de esta persecución. Hasta Ancelotti le ha relegado a un lugar más residual de la rotación. Pese a ello, ante el Sevilla, el croata quiso dejar de huir para plantar cara. Si esta es su última temporada, quiere recibir el balón en el pie y no al espacio. Así batió a Nyland, y así permitió que su equipo diese otro paso hacia la liga.

No podía quedarse Luka Modrić sin su ‘Dieguenazo’.

😢 El final no perdonará ni a Luka Modrić

Los fines de semana juego al fútbol en una liga con mis amigos. Para esta jornada estrenaba botas, por lo que tenía muchísimas ganas de saltar al campo. Marqué gol, dejé un par de detalles de (poca) calidad y algo empezó a ir mal: mi nueva adquisición me hacía daño. Acabé el encuentro molesto, disconforme con el cambio. Había rendido medianamente bien, pero me daba igual. Llevaba mucho con mis antiguas zapatillas y ya estaban totalmente hechas a mi pie, por lo que me iba a tocar domar las nuevas botas. Me va a tocar una travesía por el desierto hasta volver a estar tan cómodo, y al Real Madrid también. Si yo sufro con el cambio, no me quiero imaginar lo mal que lo van a pasar cuando Luka Modrić se retire.

Cristiano Ronaldo fue el encargado de recuperar la grandeza del pasado, Karim Benzema el que refinó el gusto del Bernabéu y el croata nos hizo volver a enamorarnos del fútbol. Él fue las botas del Real Madrid. Con todo el respeto del mundo a Kroos, Luka Modrić era la herramienta con la que se podía jugar. Si no estaba el ’10’, tocaba saltar a un campo de césped con botas de fútbol sala. Pueden hacer la función, pero la probabilidad de tropezarse aumenta enormemente. Al ser el Real Madrid, es evidente que habrá un reemplazo de calidad. El problema está en que ni con esas se van a salvar de pasar el duelo.

Kroos, Modric y el (in)evitable final de una era en el Real Madrid

Por ello, momentos como el de su gol contra el Sevilla se deben disfrutar al máximo. Es posible que esa foto de la celebración sea la última de este calibre que tengamos de Modrić. Sus compañeros, conscientes de lo que podía suponer, le elevaron al cielo de Madrid. Como si acabasen de conseguir un trofeo, acercaron al croata a la afición. No solo se había subido a la valla publicitaria, sino que estaba volando por última vez en el Santiago Bernabéu. Con cada vez menos minutos en sus piernas, ni el legendario jugador puede asegurarnos otro momento así. Y qué demonios, si este es su último gol de blanco, supone un final redondo: le da la victoria a su equipo para mantener el dominio en la liga.

Su carrera contra el tiempo, esa que ha ganado en varias ocasiones durante el último lustro, parece que va a llegar a su desenlace. El reloj no va a perdonar ni al que puede ser el mejor centrocampista de la historia del Real Madrid. Pese a ello, no se pueden quejar en el Santiago Bernabéu, y tampoco lo puede hacer Modrić. El club siempre tuvo a un futbolista entregado y talentoso a su servicio, y el croata siempre jugó en la élite. Su unión pasará a la historia como una de las mejores que se han visto en el terreno de juego. Mi tiempo con mis antiguas botas no fue tan fructífero, aunque estoy igual de agradecido con ellas que los merengues con Modrić. Ahora, por experiencia, solo le puedo asegurar al Madrid que nada será igual. Les va a tocar sufrir para volver a estar tan cómodos como con el croata en el medio.

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