‘Becky’ Hammon es una de las entrenadoras más prometedoras del mundo del baloncesto. La exjugadora acaba de ser incluida al Salón de la Fama del deporte de la pelota naranja y su carrera espera continuar con su espectacular trayectoria. Su historia es digna de película y eso que lo mejor está por llegar.
La base surdakotense tuvo que ganarse un puesto en la WNBA cuando nadie apostó por ella, pasó a nacionalizarse rusa para poder jugar en los Juegos Olímpicos. Jugó en España y tras sufrir una grave lesión que la apartó de las pistas fue acogida por Gregg Popovich para convertirla en su heredera dentro de los San Antonio Spurs. Un relato que está destinado a terminar convirtiéndola en la primera mujer en dirigir a un equipo de la NBA.
😤 Una luchadora inagotable
Rebecca Lynn Hammon nació en Dakota del Sur, en la pequeña Rapid City. Una ciudad —y un estado— de clima frío compuesto por algunas de las zonas más desconocidas de Estados Unidos. ‘Becky’ tuvo una infancia humilde, acorde a la vida de sus vecinos en una población de trabajadores. El baloncesto se convirtió rápidamente en su pasión, por lo que comenzó desde muy pequeñita a practicarlo como actividad complementaria a sus estudios, en los que siempre destacó como una alumna excelente.
Tras el instituto, Hammon jugó durante cuatro temporadas en las Rams de la coqueta Universidad de Colorado State de la primera división de la NCAA. En Las Rocosas terminó de pulir un carácter humilde y trabajador que le acompaña en su día a día, tanto en el baloncesto como en la vida. Hammon se presentó al draft de la WNBA en 1999… en el que ninguna franquicia la seleccionó. A pesar del mazazo, ‘Becky’ trabajó durante todo el invierno y consiguió un hueco en el roster de las New York Liberty.
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El resto es historia: en ‘La Gran Manzana’ se convirtió en leyenda. Llegó como suplente y se marchó en 2006 como capitana y la jugadora con más partidos disputados en la historia de la franquicia. Nunca fue la más talentosa, pero picó la piedra necesaria para pulir el diamante y hacer su sueño realidad. En 2006 firmó con las San Antonio Silver Stars, las actuales Las Vegas Aces que dirige como entrenadora, equipo en el que se retiró en 2014.
Entre medias, ‘Becky’ saltó el océano y buscó en Europa el reconocimiento que no terminaba de encontrar en su país. Jugó en Italia y España, donde ganó títulos. También en Rusia. En el país más extenso del planeta Hammon encontró lo que buscaba y las rusas le ofrecieron la posibilidad de disputar los Juegos Olímpicos. ‘Becky’ no se lo pensó dos veces y se nacionalizó rusa para demostrar que estaba preparada para jugar a nivel internacional. En Estados Unidos algunos la tildaron de «traidora» y Anne Donovan, la entrenadora norteamericana que no la había tenido en cuenta, la acusó de «antipatria».
Hammon se colgó una medalla olímpica con Rusia y se convirtió en una de las mejores jugadoras de toda la historia de la WNBA en las Silver Stars de San Antonio. ‘Becky’ fue incluida en el top 15 histórico de la mejor liga del mundo cuando sufrió una grave lesión —rotura del ligamento cruzado anterior de su rodilla izquierda— que le obligó a retirarse en 2014. En Texas retiraron su camiseta con el dorsal 25 y parecía que ese sería el punto final a su relato… unque lo cierto es que lo mejor todavía estaba por llegar.
👑 El destino aguarda con letras doradas
Una vez retirada, Gregg Popovich acogió inmediatamente a ‘Becky’ Hammon bajo su tutela. La base, ahora convertida en entrenadora, se integró en el cuerpo técnico de uno de los técnicos más laureados de todos los tiempos. Como si de una esponja se tratase, Hammon absorbió tanto conocimiento y sabiduría de ‘Pops’ como pudo.
Hammon se convirtió en la primera de la clase y llegó a ser la mano derecha de Popovich. De hecho, el 30 de diciembre de 2020, tras la expulsión de ‘Pops’ a falta de 3:56 para el descanso, tomó el mando de los Spurs en su partido frente a los Lakers y se convirtió en la primera mujer que entrenaba en un partido de la NBA.
Tras siete años junto a Popovich, en 2021 ninguna franquicia NBA se atrevió a apostar por ‘Becky’ Hammon para dirigir su futuro. Entonces recibió la llamada de su antiguo club: Las Vegas Aces. Las Aces venían de darse de bruces con la realidad y fracasaron con el fichaje estrella de ‘Liz’ Cambage, un auténtico fiasco. Hammon guio en la pista a A’ja Wilson y Kelsey Plum para que el combinado de Las Vegas ganara los dos primeros títulos de su historia: la Commissioner’s Cup y el anillo de la WNBA en 2022.
Ese mismo año, se anunció que ‘Becky’ Hammon sería incluida al Salón de la Fama del baloncesto junto a Dwyane Wade, Pau Gasol y Dirk Nowitzki. Durante la ceremonia, Hammon pronunció un discurso espectacular en el que dedicó su galardón a Gregg Popovich con el que consiguió algo inimaginable: emocionar al técnico y que ‘Pops’ llorase en público, una situación nunca vista durante sus más de 50 años de trayectoria.
Ahora, Hammon continúa al frente de Las Vegas Aces y quiere prolongar el imperio del desierto. La franquicia que le dio la oportunidad, las New York Liberty de Sabrina Ionescu y Breanna Stewart se han cruzado en su camino y le han robado su segunda Commissioner’s Cup. Sin embargo, ‘Becky’ Hammon está destinada a cosas grandes y Gregg Popovich lo tiene decidido. Cuando el bueno de ‘Pops’ se retire solo confiará su asiento en el banquillo de los San Antonio Spurs y el talento de Victor Wembanyama a ‘Becky’ Hammon.