La NBA es una de las ligas deportivas más emocionantes del planeta. Un producto casi perfecto con un alcance planetario. Basada en la pura disciplina deportiva del baloncesto, la NBA aglutina a las mayores estrellas del juego, pero con elementos orientados al entretenimiento. Y el playoff es la mejor prueba de parte de ello, precisamente, por historias como la que los Boston Celtics están cerca de protagonizar: la mayor remontada de la historia.
Miami Heat, otra de las narrativas más sorprendentes del curso, tras finalizar la temporada regular en octava posición y perder el primer partido del play-in, tumbaron a los favoritos y estuvieron a nada de borrar del mapa a la franquicia más histórica de la competición por paliza. El equipo liderado por Butler colocaron 3-0 arriba, con el factor cancha en contra. A lo largo de la historia, las 150 veces que un equipo se impuso en los tres primeros encuentros de una serie de playoff terminó ganando. Por eso, después de que Boston haya igualado la serie, lo que puede ocurrir en el TD Garden si ganan los Celtics, será una de las mayores hazañas jamás vista.
🌪️ Un ciclón llamado Miami Heat
Miami Heat se plantó para sorpresa de expertos y aficionados en las Finales de la Conferencia Este. Un equipo con el que nadie contaba, plagado de jugadores que no fueron elegidos en el draft o que, en su defecto, llegaban a la liga con el cartel de secundarios. A lomos de su estrella Jimmy Butler sobre la pista y por un magnífico estratega, posiblemente uno de los entrenadores más infravalorados de la liga, como Erik Spoelstra, los Heat han dado el palo del siglo.
Jimmy Butler, el asesino de ‘playoff’ vuelve a su escena del crimen favorita
La veteranía, comprensión del juego y el conocimiento de los duros playoff que aportan Kyle Lowry y Kevin Love también fueron factores claves en el camino de Miami. Para más inri, el roster también adolece las bajas de dos de sus players más contrastados, como Tyler Herro y Victor Oladipo. Con todo y con eso… Miami está en Finales de Conferencia por tercera vez en los últimos cuatro años; sus terceras contra Boston, con el precedente de una victoria para cada uno.
Durante la serie, no cabe otra que concluir que Miami arrasó. Los Celtics llegaron con dudas, ras un camino difícil en el que rozaron la eliminación ante Philadelphia 76ers. Ante los de Doc Rivers ya tuvieron que remontar un 3-2 en contra, con un histórico séptimo partido de Jayson Tatum. Spoelstra aprovechó y dibujó un plan perfecto para sacar las costuras a Mazzulla. Butler avisó de que no contemplaba otra opción que alcanzar las finales y barrió a los de Massachusetts en el primer choque —35 puntos, 5 rebotes, 7 asistencias y 6 robos—.
Jimmy bajó sus prestaciones, pero Miami no aflojó y colocó el 3-0 a su favor. Joe Mazzulla, desesperado, intentó dar con la tecla en los quintetos, Jayson Tatum con números altos, pero con malas decisiones en momentos claves y el resto del equipo desaparecido. Parecía regresar esa versión de Boston que se atascaba en ataque y que a su vez no rendía en defensa.
☘️ El orgullo verde sale a flote
Boston Celtics es, junto a Los Angeles Lakers, la franquicia más ganadora de la historia de la NBA, con 17 títulos. El propio carácter de la ciudad de Massachusetts impide a sus equipos caer sin luchar hasta el último segundo. No por casualidad las franquicias más ganadoras de las ligas más importantes de Estados Unidos son de Boston. Aunque en ocasiones pueda parecer apático, a Jayson Tatum le suele brotar el orgullo verde en los momentos más difíciles, como en el cuarto partido de la serie (33 puntos, 11 rebotes y 7 asistencias con un 63,3% en tiros de campo y un 44,4% en triples).
Más allá de su estrella, que, salvo ese duelo, siguió por el camino de las malas decisiones, las claves han sido el banquillo y en el rebote. El diferencial de rebotes en los tres primeros partidos fue de 137 a 104 para los Heat; 33 rebotes más para los de Florida. Además, humillaron a los verdes en el tercer choque con 21 capturas ofensivas… ¡por tan solo una de los Mazzulla! Corregida la sangría en el rebote, —128 a 121 en los tres siguientes enfrentamientos—, Boston sumó desde las segundas oportunidades que habían sido nulas en los primeros duelos.
El juego entre banquillo y quinteto titular también fue para los Celtics. Derrick White asumió el rol de titular para relegar a Robert Williams a la banca. Caleb Martin hizo lo propio en Miami con Kevin Love. Quintetos más pequeños. El impacto de Martin fue positivo en cuanto a puntos, pero la defensa, recuperada por los Celtics con el trabajo sucio de White sobre Butler, permitió a Marcus Smart centrarse en otros aspectos, como la organización del equipo.
🎢 El sexto partido, una montaña rusa
Para el sexto partido, la balanza siguió inclinada hacia el lado verde. Boston estuvo todo el partido por delante en el marcador. Jaylen Brown, desaparecido en la serie en cuanto a estadísticas, reapareció. Jayson Tatum, por su lado, se fue hasta los 31 puntos, aunque estuvo negado en el triple (0 de 8), como todo el equipo (7-35). La estrella celtica ayudó en el rebote (11) y en defensa, punto principal del éxito de los de Mazzulla.
Un partido cerrado, a pocos puntos, que no parecía correr peligro. Gabe Vincent y Caleb Martin (24 puntos y 15 rebotes) siguieron disfrazados de estrellas, debido a que Derrick White paralizó a Jimmy Butler durante el encuentro. Por dentro, la batalla también cayó del lado de Massachusetts, donde los Williams y Horford se comieron a Bam Adebayo.
Boston Celtics llegó con 10 puntos de ventaja a los últimos 4 minutos de partido… hasta que Jimmy Butler despertó. El alero texano anotó 13 puntos en el clutch sin respuesta de los Celtics y colocó a Miami con un punto de ventaja a falta de 3,3 segundos de reloj. Los aficionados de los Heat no daban crédito: las Finales estaban ahí.
Pero Mazzulla pidió tiempo muerto y preparó una jugada para un triple de Tatum. Spoelstra la leyó al instante y Miami defendió a la perfección, pero descuidó dos aspectos, a Smart y el rebote. White sacó para Marcus, Smart tiró y el aro escupió el triple. Y premio: Derrick White cortó hacia canasta y anotó un tremendo buzzer beater con un palmeo sin oposición.
El séptimo partido era una realidad.
🤔 ¿Tiene Boston Celtics razones para creer?
Es la pregunta que todo el mundo se hace. Como se puede leer más arriba, 150 series de playoff llegaron a un resultado de 3-0 y las 150 anteriores se las llevó el equipo que ganó los tres primeros partidos. De hecho, tan solo 14, con la de Boston, llegaron al sexto choque. Y tan solo tres antes de estos Celtics llegaron en el séptimo: los New York Knicks de 1951 (vs. Rochester Royals), los Denver Nuggets de 1994 (vs. Utah Jazz) y los Portland Trail Blazers de 2003 (vs. Dallas Mavericks).
Los precedentes no son alentadores, aunque esta vez es única, pues es la primera vez que el equipo que busca remontar juega actúa como local en el game 7. Por si fuera poco, los Heat nunca han ganado un séptimo encuentro como visitantes (0-2) y los Celtics son el conjunto que más games 7 han ganado en la NBA (27).