Rayografía - libro
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‘Rayografía’, el retrato de un barrio, del fútbol y de España a través del Rayo Vallecano

Ser de Vallecas es un sentimiento de identidad que va mucho más allá de la pertenencia a una ciudad. Es el pulso ante lo establecido. El peso que desequilibra la balanza. En Vallecas se trabaja, se divierte, se reza y se ayuda al vecino. Obrero por naturaleza, el vallecano se rebela contra la adversidad y hace frente al hoy, porque la incerteza del mañana no deja ver más que unos pocos metros. Como si fueran las raíces de un árbol, estas pinceladas de personalidad brotan en cada lugar de este terreno que pertenece a Madrid.

Vallecas es un barrio de la capital madrileña. Sin embargo, un día fue un municipio independiente. Algo que parece haber trascendido el paso del tiempo y de las leyes urbanísticas. Cuando al vallecano se le pregunta que de dónde es, lo más seguro es que diga que es de Vallecas ante que de Madrid. Y lo segundo, si es futbolero, es que diga que es del Rayo Vallecano.

El conjunto de la Franja, nacido el 29 de mayo de 1924, es una extensión más de todas las características del barrio. Un club, que aunque compite en Primera división, no deja indiferente a nadie. En algunas ocasiones para bien, y otras para mal. Algo de lo que te das cuenta si lo vives en primera persona. Y eso es lo que quiso hacer exactamente Nicolás Casariego, escritor y guionista. Futbolero desde pequeño, este madrileño quiso retrotraerse a su época más ligada al balompié y durante la temporada 2022/2023 siguió los pasos del Rayo Vallecano. Una vivencia que dio para gestar un libro: Rayografía. Cómo once tipos en calzones explican un barrio, una ciudad y un país.

🤝 Vallecas, el Rayo y un sentimiento de unión

¿Por qué el Rayo Vallecano? En la liga española hay 20 clubes que disputan durante aproximadamente diez meses un total de 38 partidos. De entre todos ellos, Nicolás escogió uno de los que menos presupuesto tienen de la categoría. Aunque contrariamente, el juego que despliega poco se puede valorar en euros. Con Andoni Iraola a la cabeza el curso pasado, el Rayo consiguió hacer una de las mejores temporadas de su historia: «Me apetecía. Me atraía mucho cómo jugaba el equipo, me podría permitir el abono e ir directo desde mi casa y, bueno, también porque el Rayo es un club singular y con una unión fuerte con el barrio», reconoce Nicolás Casariego a Legal Sport.

Nicolás Casariego - Rayo Vallecano

Nicolás Casariego en el estadio de Son Moix de Mallorca en el último partido de la temporada pasada del Rayo Vallecano.

Poco a poco, el autor se fue dando cuenta que lo que cuenta la leyenda es verdad. Que el conjunto de la Franja es una entidad llena de particularidades. «El Rayo no tiene venta de abonos por internet. Tuve que hacer una cola interminable de 32 horas y aliarme con unos chavales para pasar la noche con turnos y sacarnos el abono. Pero de ese día salieron buenas amistades, un grupo de WhatsApp llamado ‘Isinho es Dios’ y previas, desplazamientos y toda la aventura que relato en el libro».

Aunque el libro trata del Rayo y su temporada, Casariego hace «una radiografía del fútbol español» y en un formato de diario, casi como un bloc de notas, vuelca pensamientos, recuerdos, presenta personajes y describe con la excusa del balón cómo es la sociedad española. «No se trata solo de un libro de fútbol. Va más allá de eso», nos comenta el escritor.

💪 Un matagigantes vestido de Caperucita

Si hay que buscar un personaje histórico literario que defina al Rayo Vallecano, seguramente Goliat, Sansón o Hércules no estarán entre las opciones. Más que un lobo, el club franjirrojo tiene piel de Caperucita. Aunque esta lleve una parte de la cabeza rapada, tatuajes, un estampado en la camiseta, botas altas y mire a los ojos a todos los animales del bosque. «Vallecas es una simbiosis total entre barrio y el equipo. Incluso se ve hasta en la manera de jugar. Incluso con el apodo de «matagigantes». Si te fijas, el Rayo no tiene derbi. Para ellos, lo que podríamos llamar su derbi es jugar contra los grandes. Atreverse contra ellos, probarse, luchar, intentar ganar y jugar sin miedo. Y eso es otra de las cosas muy atractivas del club. Ver el fútbol desde una perspectiva más modesta era para mí también algo novedoso».

Nicolás Casariego - Rayo Vallecano

Nicolás, con su camiseta del Rayo Vallecano, antes de un partido.

La carencia de lujos es otra de las características que define al equipo vallecano. Semana tras semana se mide ante los conjuntos más fuertes de España, pero internamente el club sigue anclado en el siglo pasado en muchas cosas. Algo que puede ser considerado como cutre, aunque para Casariego «es como un viaje al fútbol romántico. A un fútbol que no era sencillamente un producto de consumo. Lo que pasa es que eso es algo que puede cambiar. Un cambio de estadio, por ejemplo, lejos del corazón de Vallecas, rompería con todo esto».

Y es que hasta ahora, los jugadores, algunos con coches más caros que otros, son parte del barrio. Y muchos de ellos, como es el caso del argentino, Óscar Trejo, capitán del equipo la temporada pasada, se identifican con los problemas sociales de su gente. «La parte social tiene mucha importancia en Vallecas. Y ver que desde la directiva no se está cuidando esa parte, hace que jugadores como Trejo alcen la voz. El Rayo femenino, que es el que más títulos ha aportado al club, se ha dejado caer. No veo ningún futbolista en Vallecas que no comprenda su lema de nobleza, valentía y coraje», resume Nicolás.

Le rebeldía de Óscar Trejo y la utopía de un nuevo Rayo Vallecano

Aunque en el barrio es habitual señalar con el dedo hacia el palco en cada partido para acusar a una persona que, según el criterio popular, se desmarca de los mandamientos de Vallecas. Se trata de Raúl Martín Presa, el presidente de la entidad y que tiene un conflicto abierto con gran parte de la afición: «Tiene una gestión deportiva y económica buena, pero descuida la responsabilidad social. No entiende esa parte que también debe tener un club de fútbol. Entonces no lo cuida y surgen los problemas», relata el madrileño.

✏️ Racismo, Negreira y un corazón dividido

Durante la temporada pasada saltaron a la luz varios temas controvertidos que focalizaron las portadas de los medios de comunicación durante semanas. Uno fue el racismo y los cánticos xenófobos hacia Vinícius por parte de un sector del estadio de Mestalla, en Valencia. «Hay un problema de racismo y, verdaderamente, está lejos de resolverse. El fútbol saca emociones alegres y de comunidad, pero también saca algunos demonios. Pero ante todo tiene que imperar el respeto y hay que remar para que se consiga una unanimidad sobre este tema», zanja tajantemente el autor del libro.

Nicolás Casariego - Rayo Vallecano

Nicolás Casariego durante la presentación de su libro.

Durante la cocción del relato también estalló el ‘Caso Negreira’ por el que el Barça está en el punto de mira por unos supuestos pagos a Enríquez Negreira cuando este era el vicepresidente del Comité Técnico de Árbitros (CTA). «Al final lo que te están mostrando estos asuntos son problemas sociales. Te dicen cosas de nuestro fútbol y de nuestra sociedad», opina Nicolás, que compartió algunos desplazamientos con los ‘Bukaneros’, los seguidores ultras del Rayo. «El libro recoge distintas miradas, y los ultras están dentro del fútbol, tanto los del Rayo, como los de otro equipo».

Con la temporada 2023/2024 iniciada, Casariego nos reconoce que sigue siendo abonado del Rayo Vallecano y que el club ya tiene un hueco en su corazón. «Una tía mía me regaló de pequeño un uniforme de la Real Sociedad y fui txuriurdin hasta los 13 años. Después me hice del Real Madrid por la ‘Quinta del Buitre’», nos desvela. Aunque tras su aventura con el conjunto vallecano, ahora, reconoce ser «un híbrido. Soy de esas personas, y que las hay más de lo que nos pensamos, que siente simpatía por más de un equipo». Dicen que lo diferente llama la atención. Será por eso que Vallecas y el Rayo causan esa simpatía que Nicolás relata en su libro.

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