Esta Copa del Rey parece un ahora o nunca para el Atlético de Madrid, que salió en esta ronda de cuartos con la presión de ser el favorito al título tras las eliminaciones del Real Madrid, Barça y Girona, además de jugarse el pase a las semifinales en su estadio. Uno en el que no pierde desde hace más de un año en todas las competiciones. Y lo que más pesó en un partido bastante cerrado, fue esto último, el factor Metropolitano. Eso sí, no con Griezmann, Koke o De Paul como grandes protagonistas, tal y como sucedió hace una semana en el derbi. Esta vez las portadas irán para la segunda unidad, dado que Correa y Memphis, recién ingresados, se inventaron a los 79 minutos el único tanto del partido, que sirve para que los rojiblancos pasen la ronda de cuartos de final siete años después.
♻️ Los cambios del Cholo Simeone.
💥 Correa y Memphis Depay, al rescate. #LaCopaMola pic.twitter.com/mfKYrzLX09
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🧱 Un Sevilla de mínimos
Las circunstancias no invitaban a pensar que fuéramos a ver un partido abierto por parte de los visitantes, con bajas importantes como la de su goleador En-Nesyri (con Marruecos en la CAN) y una dinámica preocupante en liga, al borde del descenso. Quique Sánchez Flores, en consonancia con lo que construyó en tiempo récord para salvar al Getafe de la quema, priorizó la búsqueda de un Sevilla rocoso, aunque para ello tenga que pagar el peaje de vivir muy lejos de la portería y del gol.
Isaac Romero y Lucas Ocampos, pese a la brega que les caracteriza, no pusieron en aprietos a Oblak, que solo recibió un disparo entre palos en los 90 minutos. Esta vez, el Atlético de Madrid no tuvo demasiados problemas para asentarse en campo contrario, ni tampoco sufrió en exceso las acometidas del rival, más allá del balón parado, principal arma hispalense con Sergio Ramos merodeando en gol en varias ocasiones.
Eso sí, los locales se encontraron un escenario cerrado, en el que el 1-5-3-2 del Sevilla, muy similar en forma al de Simeone, cerró los espacios entre líneas y aglutinó muchos jugadores por dentro. Fue un partido más de ataques posicionales, con acumulación de futbolistas por detrás de la línea de la pelota, que de transiciones. Los carrileros tenían que aparecer para desatascar la contienda y, sin firmar un partido mayúsculo, los del Atlético contribuyeron a derribar la fortaleza nervionense. Nahuel Molina, en su vuelta a la titularidad, provocó el penalti de Marcão a los 25 minutos, tras una buena pared con Antoine Griezmann, que se resbaló al ejecutar una pena máxima que fue a parar a la grada. Una de las pocas ocasiones del primer acto.
👌 La gestión de campo de Simeone aúpa de nuevo al Atlético
Se puede decir que el Sevilla fue más paciente, o que el Atlético buscó más la victoria en la segunda mitad. Pese a la entrada de Rakitić, Quique mantuvo su plan inicial, controlador, tratando de que no pasaran demasiadas cosas en ambas áreas. El ‘Cholo’, con personalidad, movió mucho más el banquillo, con el ingreso de Llorente como carrilero diestro para buscar más profundidad y de Pablo Barrios en detrimento de un Saúl más apagado en este tramo de la temporada. Griezmann dio un paso adelante y avisó por partida doble, a través de un remate que salió besando el larguero y una acción que terminó en gol, pero que fue anulada por fuera de juego.
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🎙 Diego Pablo @Simeone atiende a los medios de comunicación en el Cívitas @Metropolitano tras el #AtletiSevillaFC. https://t.co/9LeazxKm94
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Que el Sevilla cediese la iniciativa (42% de posesión) y viviese bastante tiempo en su propio campo, no significa que se metiera tan atrás. La coordinación de la línea defensiva explica que no subiesen al marcador ni ese último servicio de Antoine, ni el tanto de Memphis nada más entrar, tras un buen envío en profundidad de Axel Witsel. Simeone agitó aún más la banca y en una gestión mucho menos conservadora que contra el Real Madrid, se jugó el pase con un Correa que suena para salir a la liga de Arabia Saudí y Memphis en el frente de ataque, algo casi inédito este curso, pero que salió a las mil maravillas. El partido demandaba la presencia de piezas más escurridizas por dentro, capaces de marcar diferencias en espacios reducidos, especialidad de la casa de ambos.
Depay le sale caro al Atlético: más de 11.000 euros por minuto
Hubo suspense hasta el final. No solo por las acometidas de Sergio Ramos como delantero en los minutos finales, algo que desde hace años hiela la sangre de la afición del Atlético, también porque el Sevilla estuvo cerca de mandar el duelo al tiempo extra desde los once metros. En la última jugada del choque, Gil Manzano decretó en primera instancia penalti de Pablo Barrios a Eric Lamela, tras una grave pérdida de balón del canterano rojiblanco. Sin embargo, la revisión de VAR terminaría con la última vida visitante, al interpretar que Barrios toca balón antes que al mediapunta argentino.
De este modo, el Atlético supera al fin la barrera de cuartos y, además, vence a sus fantasmas del pasado, a un Sevilla que le había ganado tres de las cuatro eliminatorias coperas en lo que va de siglo hasta el partido de hoy. Incluida la final de 2009, cuando los andaluces fueron campeones gracias a las anotaciones de Diego Capel y Jesús Navas; o las de 2004 y 2018, en las que superaron a los colchoneros a domicilio. La undécima Copa del Rey se acerca a las vitrinas del Metropolitano, a expensas de conocer el cuadro final, con Real Sociedad, Athletic Club y Mallorca como posibles rivales en el sorteo que se celebrará mañana a las 13:00.