Manzano - Mallorca - final
Copa del Rey

Gregorio Manzano, el último técnico campeón con el Mallorca: «Ganar esa Copa del Rey es un recuerdo imborrable»

A las puertas de la final de la Copa del Rey entre el Athletic y el Mallorca, los recuerdos se amontonan para dar paso a una cita histórica para los dos conjuntos. En lo que va de siglo, solo ocho finales no han tenido a Real Madrid, Atlético o Barcelona en liza. Esta será la novena. Y, sobre todo, es una velada especial para el Mallorca. Casi 21 años después del trofeo conseguido ante el Recreativo de Huelva en el Estadio Martínez Valero, los baleares regresan a una final. «Todavía recibo muestras de gratitud. Y más en estos momentos», confiesa Gregorio Manzano, técnico mallorquinista en aquel encuentro, a Legal Sport. Y no es para menos. El jienense, que sigue formándose y buscando un proyecto ilusionante a sus 68 años, mantiene intacto el honor de ser el último entrenador en ganar un título con el club bermellón en el fútbol profesional. Javier Aguirre le puede quitar ese récord en La Cartuja de Sevilla. Con la naturalidad y sencillez que le caracterizan, descuelga el teléfono para rememorar esa noche histórica.

El Mallorca, bronco y copero por tradición, sueña con emular la gesta de 2003

😮‍💨 Un juego de presiones en una cita con la historia

El Mallorca afronta su cuarta final de la Copa del Rey en los 108 años de historia que tiene el club isleño. Perdió las dos primeras, en 1991 y 1998, y ganó la tercera, en 2003. A la tercera fue la vencida. «Aunque nosotros partíamos como favoritos ante el Recreativo de Huelva, al que no pudimos ganar en liga, teníamos, entre comillas, la obligación moral de resaltar o exaltar a esas plantillas y a esos técnicos que disputaron las anteriores finales», recuerda ‘Goyo’. Esa fue su técnica para motivar a su equipo y para quitarle la presión de favorito: «El partido salió bien desde el principio. Nos adelantamos pronto y pudimos sentenciar con dos bellos goles de Samuel Eto’o al contragolpe», analiza el técnico. «Después, como es lógico, se desbordó la alegría y pudimos celebrar el título con nuestra gente».

 

Hablar de una final de Copa no es cualquier cosa en Mallorca. Ese 0-3 al ‘Recre’ se recuerda casi más en la isla que el hecho de disputar competiciones europeas. Es la gran gesta de un club que en 2017 llegó a descender a Segunda B y que ahora vuelve a competir en la élite. «En esta ocasión es evidente que el Athletic tiene más obligación que el Mallorca. También la presión que hace 40 años que no gana el título», señala el jienense como una de las claves de la final. Nos cuenta que en estos días previos los recuerdos y «mensajes de gratitud» de los aficionados se han disparado. «Ganar esa Copa del Rey es un recuerdo imborrable», apunta.

Acostumbrados a ver al Real Madrid, al Barcelona o al Atlético levantar los trofeos, que el Mallorca, o cualquier club humilde, pueda llegar a disputar una final es un hecho remarcable y lleno de misticismo. «El camino no fue fácil. Para llegar a esa final no perdimos ningún partido, pero equipos de inferior categoría como la Gramanet o el Hércules de Alicante nos lo pusieron muy difícil. Leo Franco fue decisivo en la tanda de penaltis contra el Hércules. Me recordó a Greif deteniendo los penaltis ante la Real Sociedad en esta última eliminatoria del Mallorca. La fortuna también te debe de sonreír en estos casos», rememora Manzano.

Asimismo, también considera como «clave» el gol en el tramo final de Ibagaza en Son Moix en las semifinales para poder eliminar al ‘SuperDépor’, que justo el año anterior había protagonizado el ‘Centenariazo’. «Son momentos puntuales que nos llevaron a poder contar esta historia que estamos ahora recordando». Una historia que ahora quiere replicar este Mallorca contemporáneo que ha tenido que eliminar al Boiro de Preferente (0-4), al Valle de Egüés de Segunda RFEF (0-3), al Burgos (0-3) y al Tenerife (0-1) de Segunda, al Girona (3-2) y a la Real Sociedad (1-1). El gol de Larin en el 120’ en Tenerife para evitar los penaltis, la primera parte ante el Girona con tres tantos o las manos de Greif frente a la Real Sociedad en la tanda de penaltis son esas claves a favor que han empujado al Mallorca a una nueva final de Copa del Rey.

🤩 Dos plantillas discretas y elogios para el ‘Vasco’ Aguirre

Ese Mallorca de 2003 no era un equipo cualquiera. Era un club que venía de jugar la Champions League, y de ganarle al Arsenal en Son Moix, y estaba ante una ocasión histórica con jugadores como Leo Franco, Miguel Ángel Nadal, Albert Riera, Lussenhoff, Ibagaza, Pandiani o Samuel Eto’o. Un equipazo que eliminó al Madrid en cuartos y al Deportivo en semifinales. Campeón de la Champions y de la Copa la campaña anterior. El líder de ese equipo era el camerunés Eto’o. En la final, que casi no disputa por tener que jugar con Camerún la Copa Confederaciones, forzó un penalti y marcó dos goles. «Le salió un partido brillante», recuerda Manzano. A día de hoy, un gran mural con su rostro adorna la fachada de Son Moix, que de ganar el Mallorca la Copa vería otra vez al club balear pasearse por Europa.

Mallorca - Copa del Rey - 2003

Imagen de la celebración de los jugadores del Mallorca en 2003.

Casi 21 años después, esos nombres han cambiado por los de Greif, Raíllo, Dani Rodríguez, Jaume Costa, Morlanes, Abdón Prats, Larin, Darder o Muriqi. «Son dos plantillas diferentes. En los jugadores y en sus estructuras de juego. No son comparables, aunque no hay que restarle méritos a ninguna de las dos. A ver si también podemos recordar en el futuro a esta plantilla de ahora porque querrá decir que se han llevado la victoria», destaca el técnico, que añade que «me parecen todos muy buenos, les tengo máximo respeto a todos».

 

Aunque en el Mallorca actual no destaque ningún jugador por encima de otro, se impone la palabra equipo en mayúsculas: «Es un equipo muy compenetrado y muy comprometido y ellos saben que las cualidades del Athletic como grupo les benefician. El Mallorca tiene jugadores preparados para anular a los hermanos Williams y para minimizar otras virtudes del rival», analiza Manzano, que espera un partido «marcado por la estrategia». Y de estratega a estratega, el andaluz, que ha dirigido al conjunto bermellón 254 partidos en tres etapas diferentes, resalta el trabajo que está llevando a cabo Javier Aguirre tras dos campañas en el club. «Cuando todo el mundo dice que el Mallorca es un rival difícil de meterle mano es porque es una realidad. Es una plantilla bien montada, sobre todo en el aspecto defensivo, y todos saben lo que tienen que hacer. Eso es mérito del entrenador».

📅 Manzano sigue en activo y buscando un proyecto

Por unos minutos, Gregorio Manzano vuelve a sentirse entrenador para Legal Sport recordando sus sensaciones antes de aquella final de 2003: «Claro que hay nervios. La profesión va por dentro. Tienes esa duda de que si lo que has preparado va a funcionar o te estás equivocando. Todos somos humanos y nos podemos equivocar. Pero lo más importante es que tu plantilla note que todo está bajo control. Una vez comienza el partido la suerte está echada», reflexiona. El entrenador añade esa sensación «liberatoria» cuando se consigue alcanzar el objetivo deseado.

De Estocolmo a La Cartuja con el Mallorca como hilo conductor

Manzano quiere volver a sentir esas sensaciones en el cuerpo. Aunque lleva desde 2018 sin entrenar a un equipo profesional, su último club fue el Guizhou chino, reconoce ser todavía «un entrenador en activo» y busca un proyecto ilusionante para volver a sacar su pizarra: «Los entrenadores somos como los toreros, nunca nos retiramos. He tenido algunas ofertas y conversaciones, pero al final no se han acabado dando. Sigo siendo optimista y cuando todo encaje, volveré», explica. El de Baeza ha entrenado a 16 equipos, desde España a China, en una carrera en los banquillos de más de 35 años. «Ahora estoy trabajando más que cuando entrenaba. Cuando tienes más tiempo hay más visión de las cosas», resume.

Durante la disputa de la Copa del Rey, Manzano estará comentando el choque para Ib3, el canal autonómico balear. La demora en la invitación por parte del club balear hizo que el técnico se comprometiera con la televisión. «No tengo ningún rencor. La institución está por delante de las personas y ojalá puedan repetir lo que conseguimos nosotros», explica, aunque sí le pidieron desde el departamento de prensa del club mallorquín «un pequeño vídeo de motivación». Otra vez se impone el dicho de que el fútbol no tiene memoria. Aunque Manzano va con el Mallorca. Ese club al que en 2003 situó en la historia, permitiéndole entrar en el selecto grupo de 14 equipos en España que han ganado la Copa del Rey, y que ahora quiere convertirse en bicampeón.

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