Real Madrid - City - Champions League
Champions League

El Madrid resucita dos veces en un partido épico para llegar vivo a Mánchester

No se podía esperar más de un choque entre los dos últimos campeones de la Champions League para abrir el fuego de los cuartos de final. Real Madrid y Manchester City dejaron un partido que tuvo de todo: errores, remontadas, intensidad, lucha, táctica, correcciones y, sobre todo, golazos. No se había sentado todavía todo el público en el Santiago Bernabéu cuando Bernardo Silva sorprendió a un fallón Lunin en una falta que no tendría que haber pasado a mayores. El ucraniano erró en la noche clave. Sin embargo, los blancos se levantaron con una ración de madridismo en su competición fetiche para remontar con goles de Camavinga y Rodrygo.

El contragolpe fue el arma más dañina de los de Ancelotti, que se rebelaron ante todo y contra todos. Pero el encuentro no dejó pie a cábalas y Guardiola, experto en la táctica, se encontró con un milagro recreado en dos zapatazos de Foden y Gvardiol desde fuera del área. El Madrid se volvió a ver con el agua al cuello, pero consiguió, de nuevo, tomar el último aliento con una increíble volea de Fede Valverde tras un centro de Vinícius. El muerto volvió a resucitar. Los blancos cayeron, se recompusieron, golpearon, volvieron a caer y contraatacaron con lo último que les quedaba. El fútbol en estado puro tiene estas cosas. Todo queda a expensas de la vuelta, que será el próximo miércoles en el Etihad Stadium de Manchester.

🏃‍♂️ El Madrid revivió a base de contragolpes

El Madrid entró al partido como esos días de tormenta: grisáceo, tirando a oscuro. Primera falta del partido y amarilla clara para Tchouaméni por derribar a Grealish. Además, cartulina que va con postre. El francés no podrá estar en la vuelta. Fue el primer relámpago que desencadenó el chaparrón. El City se adelantó a los dos minutos en un golpeo de falta de Bernardo Silva que tuvo la inestimable colaboración de Lunin, mal colocado. Todo pintaba feo. El ucraniano solo puso a un hombre en la barrera, y en una posición francamente mala, y se tragó el remate sorpresivo del portugués.

 

Pero todo es diferente en el Bernabéu cuando antes de empezar a rodar la pelota suena el himno de la Champions League. Los blancos nadaron en plena tormenta. Cogieron su barca en la marejada y coordinaron paladas salvajes dentro de la locura. Aunque carecen de delantero centro, tienen más energía que el curso pasado. El gol del City dejó un partido de ida y vuelta más favorable para el conjunto de Ancelotti. Vinícius pasó a jugar de falso delantero, dejó la banda izquierda a Rodrygo, mientras que Valverde se asomó por la derecha. Eso fue clave para desarbolar una debilitada banda derecha defensiva de los citizen, que echaron en falta a Walker y que tuvieron poco con Akanji.

Real Madrid-Manchester-City-Rodrygo-Vinicius

Vinícius y Rodrygo celebran uno de los goles del Real Madrid.

Camavinga empató desde lejos en un balón que rozó en Rúben Dias. Ese tanto dejó paso a una carrera de Rodrygo que recordó a la que protagonizó Vinícius hace dos años en el Etihad Stadium y que petrificó a Fernandinho. El atacante del Madrid tuvo la paciencia y la sangre fría de llegar a la zona de remate y esperar a que el defensor abriese las piernas para disparar y sorprender a Ortega. Muchos goles, tres en total, en poco tiempo. El Madrid empezó a ver la luz. La pesadez de toda la línea defensiva del City, formada por centrales corpulentos, hizo aguas ante la velocidad de los atacantes del Madrid. Entre Rodrygo y ‘Vini’ fueron tejiendo una camiseta de fuerza para los ingleses, que tocaron sin demasiado peligro. Rüdiger volvió a secar a Haaland. En cambio, los blancos salían como leones cuando recuperaban el balón. Un contragolpe tras otro.

👟 Fútbol salvaje a zapatazo limpio

El guion siguió siendo el mismo en la segunda mitad, aunque el City, con las indicaciones de Guardiola, no concedió tanto espacio atrás para las carreras del Madrid. Y, mejor que eso, animó a su equipo a finalizar jugadas. El primero en avisar fue Grealish. Pero tras un par de incendios en la defensa skyblue, Foden silenció el Bernabéu con un disparo a la escuadra. Parecía otra de las muchas jugadas del plantel inglés moviendo la pelota de un lado a otro sin demasiada aventura, pero la pelota quedó en la pierna izquierda de joven extremo y encontró la escuadra. Del merecido 3-1, se pasó al 2-2… y al 2-3. Esta vez fue Gvardiol, que sorprendió a todos con un zapatazo tras recibir un pase de Grealish. No se puede golpear mejor al balón.

 

El tanto del defensa croata dejó un momento complicado para el Madrid. Pero el conjunto madridista es experto en rebelarse de situaciones adversas. Y en ese submundo apareció un jugador que nunca se rinde: Fede Valverde. El uruguayo conectó de forma impresionante un centro de Vinícius para clavar el esférico al lado opuesto de Ortega. El Madrid es así. Aunque ese fue el último golpe. Tanto dar y recibir acabó con los dos equipos sacando la lengua y con la bandera blanca bien alta. El Madrid y el City se estrecharon la mano y se citaron para el próximo miércoles en la fortaleza del Etihad. Se viene otra batalla épica. Los blancos han iniciado 11 eliminatorias europeas con un empate en casa. Fueron eliminados en nueve ocasiones y solo pasaron en dos, pero ambas fueron en Manchester. Igual será cuestión de fe.

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