Atlético de Madrid - Dortmund - Champions League
Champions League

El Atlético pasa del perdón al susto y tendrá que resolver en Dortmund

El Atlético perdonó y acabó pidiendo la hora. Ya sea por exceso de confianza o por falta de valentía con el viento a favor, los de Simeone no aprovecharon la debilidad del Borussia Dortmund, que prácticamente regaló el primer tiempo. Claudicaron una y otra vez ante la presión colchonera. De Paul interceptó una mala salida de los visitantes para abrir el marcador en los primeros compases del duelo. Con los de Terzić groguis y superados en la medular, Griezmann y Lino tejieron el segundo en una acción en la que estuvieron avispados. El Metropolitano era una fiesta, pero el Atlético quitó el pie del acelerador. Los cambios activaron al cuadro alemán, que se fue en busca de la portería de Oblak. Aun así pudo llegar la sentencia local con un remate de Lino que detuvo milagrosamente Kobel. A partir de ese momento cambió radicalmente guion y el Dortmund enseñó el colmillo. Lo pagó un reservón Atleti. Haller aprovechó un mal rechace de Molina para recortar distancias y solo el larguero, en dos ocasiones, evitó el empate y quizá un mal mayor. Todo se resolverá en Alemania. Espera el infierno del Signal Iduna Park. O Westfalenstadion, como le quieran llamar.

🫡 El Atlético se comió al Dortmund desde la presión

El Atlético salió salvaje en su encuentro ante el Dortmund. Con plena consciencia de que la mayor parte de las opciones pasaban por este partido de ida en el Metropolitano, los rojiblancos salieron al galope y abrasaron a los alemanes, que se perdieron en su intento de jugar bonito. El planteamiento de Simeone fue el mismo que ante el Inter: asfixiar al rival con la presión y recorrer cuantos menos metros mejor para llegar a la portería contraria. Griezmann salió con sus gafas del futuro y empezó a repartir juego cumpliendo con esa función de todocampista que ocupa en el Atleti. Avisó a los pocos segundos con un envío de izquierda a derecha para dejar solo a Morata ante Schlotterbeck.

La salida en tromba de los rojiblancos también se tradujo en ocasiones. El Dortmund pecó infantilmente en su intento de salir siempre desde atrás y el mal pase de Kobel para Maatsen, guardameta de los alemanes, se convirtió en un regalo para De Paul, que no perdonó. Los de Edin Terzić eran pura gelatina ante la asfixiante presión del Atlético, que rompió el trivote Sabitzer, Cam, Nmecha. Llorente, Koke y De Paul se adueñaron del encuentro. Sobre todo fue hiriente el plantel de Simeone cuando Griezmann conectó con la pelota y cuando subió Lino por su banda izquierda. Witsel estuvo cerca de anotar el segundo.

 

Antes de llegar a la media hora de juego, cuatro suplentes del Dortmund ya calentaban en la banda. Solo Sancho, rescatado de su ostracismo en el United, daba alguna señal de vida, aunque de forma demasiado solitaria. Adeyemi y Füllkrug, fueron islas en el desierto. El Atlético redobló su ventaja con una jugada de patio de colegio. Griezmann tiró el desmarque en un saque de banda por detrás de la defensa, Hummels y Schlotterbeck se hicieron el lío entre ellos y el balón volvió a los pies del francés, que vio la entrada de Lino por la izquierda. El brasileño, el mejor refuerzo de esta temporada, definió con efectividad y calma ante Kobel. Lo peor fue la amarilla que vio el carrilero. No podrá estar en Alemania.

 

El Atlético cumplía a la perfección con su cometido, aunque retrocedió unos metros, fruto del marcador y del cansancio de estar corriendo sin parar. Solo entonces empezó a entrar el Dortmund, estirado por Sancho, y con centros laterales. Pero todo estaba dado para la gloria atlética. Jan Oblak también hizo su aparición para desviar un disparo violentísimo de Maatsen que se colaba. Fue el preludio antes de irse a los vestuarios.

😓 Un paso atrás que el Atlético pudo pagar caro

El Atlético estaba haciendo los deberes. Desde la sencillez y la simpleza. Con eso y una presión ordenada, los colchoneros lo tenían todo de cara. Pintaba a sentencia. Era cuestión de seguir apretando. Y aquí es donde a veces peca Simeone. La vena conservadora del argentino volvió a aparecer. El conjunto colchonero retrocedió unos metros y dejó el balón al Dortmund, el arma más preciada de los alemanes. Empezó a crecer el equipo Terzić, mientras que el Atleti se conformó. Ese fue el único pecado de los madrileños.

Atlético de Madrid - Morata - Dortmund - Champions League

Morata y Schlotterbeck, en una acción del juego.

Pese a la mejora con balón de los visitantes, la defensa siguió haciendo aguas. Lino tuvo el tercero en un balón colgado de Griezmann y que remató el brasileño a bocajarro en el segundo palo, pero no pudo superar a Kobel, que se estiró en el último segundo para evitar el tanto. La sacudida en los banquillos benefició al Dortmund, sobre todo con la entrada de Haller, Brandt y Jamie Bynoe-Gittens. El extremo inglés de 19 años empezó a volver loca a la defensa colchonera. En ese instante se rompió el encuentro.

El Atlético tuvo que encarar los últimos diez minutos de encuentro con el miedo en el cuerpo frente a la creciente fe de los alemanes. Un mal despeje de Molina dejó en bandeja un remate a la media vuelta de Haller, que recortó distancias. Sin el toque del argentino, esa pelota hubiese salido por la banda. El acoso fue brutal. Bynoe-Gittens se sacó un potente remate que acabó en el larguero. Fue el primero de los dos que tuvo el Dortmund, ya que antes del pitido final Brandt cabeceó a la cruceta. Simeone no hacía más que jugar al air football, despejando balones imaginarios desde su posición. El Atlético pasó de perdonar a dar las gracias a los postes. Ahora espera el infierno del Signal Iduna Park. El resultado acompaña, pero el regusto que deja este final de la ida pone en alerta a los colchoneros.

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