Como por arte de magia, Senegal ha irrumpido en el panorama futbolístico continental de una manera atronadora. Un país que, hasta 2022, no había ganado ningún gran título, pero que desde que abrió la veda no ha hecho otra cosa que no sea tocar metal. Con una generación histórica, es el rival a batir en África. Incluso, en categorías inferiores, apartado en el que también acaba de ganar dos medallas de oro.
👑 Su histórico campeonato de África
La Copa Africana de Naciones fue la primera piedra. Y, también, la más importante, la que cuenta con más reflectores. Se disputó a principios de 2022 en Camerún, un año después de lo preestablecido por la necesidad de alterar el calendario con la llegada de la pandemia. Aun así, el evento tuvo lugar durante la temporada de clubes, por mucho que las fases finales coincidiesen con una ventana internacional. A los clubes, dada la importancia del torneo más relevante de África para los jugadores, no les quedó otra que cedérselos a sus respectivos seleccionadores, a diferencia de lo que ha sucedido ahora con el Mundial sub-20.
Por tanto, se cruzaron entre sí las selecciones más potentes de África, a excepción de Costa de Marfil, que no consiguió clasificarse. Todas ellas con plantillas que, salvo en casos de lesión o algún dilema interno, cosa que se estila bastante en países como por ejemplo Ghana, fueron con sus estrellas a la cita. Más allá del factor localía de Camerún o del potencial ofensivo de Nigeria, Senegal asistió como favorita, con jugadores consagrados como Sadio Mané y Bouna Sarr (Bayern), Kalidou Koulibaly y Edouard Mendy (Chelsea), Abdou Diallo (Leipzig), Idrissa Gueye (Everton), Nampalys Mendy (Leicester City) o Ismaïla Sarr (Watford), entre otros.
Senegal también es la vigente campeona de África en fútbol playa, aunque su dominio comenzó en 2008. Desde entonces, ha ganado siete ediciones de las nueve que se han disputado.
Su victoria en el torneo no fue aplastante, pero supieron hacerse fuertes a través de un Sadio Mané desatado y desde la solidez defensiva del sistema de Aliou Cissé, actual seleccionador y uno de los artífices, como jugador, de los cuartos de final que alcanzó el país en el Mundial de 2002. Esa sigue siendo la mayor hazaña de Senegal en su historia, aunque ya no la única, al levantar la CAN a principios de 2021. Por el camino, venció en las rondas eliminatorias a Cabo Verde (2-0), Guinea Ecuatorial (3-1), Burkina Faso (1-0) y a la Egipto de Salah en la tanda de penaltis de la final. Algo que, incluso, repitieron en su camino al Mundial de 2022. Año redondo para la absoluta.
Marruecos, en nombre de Camerún 1990, Senegal 2002 y Ghana 2010
🏆 También campeones sin estrellas
Sin embargo, los combinados absolutos en África tienen una segunda ramificación, que se compone exclusivamente de futbolistas que jueguen en la liga local de cada país. Entre ellos se disputa el Campeonato Africano de Naciones (CHAN), de formato muy similar a la CAN, solo que de menor prestigio por no incluir a las estrellas que viven su día a día en Europa. Ahí ya Senegal no era favorita. Los países punteros en estos términos son los mismos que dominan la Champions africana de clubes, como Túnez, Egipto, Marruecos o Argelia. Los del norte, vaya. Y adivinen quién superó al propio cuadro argelino en la final, para estrenar su palmarés de CHAN un año después de ganar la CAN.
👦 Reinan en categorías inferiores
Por si fuera poco, en 2023 también se han disputado la Copa Africana de Naciones (CAN) sub-20 y sub-17, ambas con triunfo senegalés. En el caso de la juvenil, tras tres finales perdidas. Ya no es solo que dominen el continente de las dos formas posibles en categoría senior, es que también vienen como el país puntero en cuanto a la formación de talento. Un buen puñado de los protagonistas de la sub-20 ya ha dado el salto a Europa, aunque sea en clubes alejados de la élite como Dinamo Kyiv ucraniano, Waregem belga o Metz francés, destino recurrente para los talentos de Senegal. Sin ir más lejos, allí despuntó Sadio Mané.
🤔 ¿Por qué ha crecido tanto Senegal?
Hay diversos factores que han contribuido al desarrollo del fútbol senegalés. Pancho Jáuregui, periodista especializado en fútbol africano y creador de la web Sporting África, cree que una de las principales causas es la apuesta firme por los entrenadores locales y el arraigo: «El punto de partida vino después de perder la final de la CAN de 2019 ante Argelia. África es peculiar, si un técnico no es campeón o no funciona bien, se le despide y se intenta traer a un europeo. A Aliou Cissé, sin embargo, lo mantuvieron». Es clave también el apoyo de la FIFA y la CAF para la profesionalización de los mismos. Pancho nos cuenta que solo en 2021, formaron a unos mil técnicos.
Por otro lado, Augustin Senghor, presidente de la Federación Senegalesa de Fútbol, es otra figura sobre la que se reestructuró el fútbol senegalés. «Con él, Senegal creció en cuanto a organización y se empezaron a crear sinergias entre las categorías inferiores y la absoluta. Formar talentos bajo una identidad común, vaya. Sadio Mané, por ejemplo, jugó los Juegos Olímpicos de 2012 con el combinado sub-23«. No menos importante es para Pancho el hecho de que el Estado financie los vuelos directos de la selección de un país a otro, algo que cobra importancia por la longitud y escasas conexiones que hay entre las distintas naciones.
Otra de las causas que señala es la aparición de canteras como las del Diambars FC y, especialmente, Generation Foot. Ambos clubes senegaleses cuentan con una infraestructura muy superior a la que había antes. En relación con el segundo, Degli Antoni, creador de una cuenta especializada en fútbol local, nos comenta que de ahí han salido las mayores perlas recientes del país, como Amara Diouf (estrella del país en la CAN sub-17 con solo 14 años), Malick Mbaye, Lamine Camara o Papa Amadou Diallo. Los tres últimos, ya pertenecen al Metz francés, club vinculado a Generation Foot que, año tras año, importa a los talentos más llamativos de su cantera. A los llamados a mantener a Senegal en la cima del balompié africano.
