Entre muchas de las certezas que llegan desde Italia, la que más peso tiene es la estabilidad del Inter. Pese a caer en la Coppa de Italia ante el Bolonia de Thiago Motta, el conjunto de Simone Inzaghi ha vuelto a la senda de la solidez que el curso pasado le llevó a jugar la final de la Champions League ante el Manchester City. Los líderes de la Serie A promedian casi 2,5 goles por partido en el torneo y, en el otro extremo, los nerazzurri son los que menos goles encajan de Europa, con solo 10 tantos recibidos. Unos números que avisan del potencial juego que despliega el equipo y que convierte al Inter en un candidato con números a volver a reinar en la Copa de Europa. Aunque primero tendrá que eliminar al Atlético de Madrid en los octavos de final.
😎 El Inter funciona como los ángeles
El Inter puede ser un equipo que estadísticas en la mano se mueve como un bloque fiable en las dos áreas. En Italia ha marcado 67 goles en 26 partidos, 19 dianas más que los terceros, Atalanta y Roma (48), y 17 más que el Milan, segundo mejor ataque en esta competición, con 50. La media de goles es de casi 2,5 por partido. Y, para más inri, ha anotado cuatro goles en sus últimos cuatro compromisos.
Un total de 14 jugadores, entre todas las competiciones, ya han marcado desde el inicio de la temporada, de los cuales tres han alcanzado las dobles cifras: Lautaro Martínez (25), Marcus Thuram (12) y Hakan Çalhanoğlu (11). A esto se suman los asistentes, con Federico Dimarco a la cabeza (8), seguido de cerca por Thuram (7). Y para llegar a alcanzar estos números, el Inter despliega varias cualidades, desde el regate, hasta el juego profundo por las bandas con el propio Dimarco y Dumfries, principalmente.
En comparación con la campaña pasada, la media de regates intentados y logrados, según datos de Opta, ha aumentado significativamente, pasando de 3,80 a 5,95, al igual que la cantidad de lanzamientos, 7 por partido, lo que evidencia un juego más impredecible y variado. Como equipo, el Inter es un conjunto que se sitúa en una línea baja, a menos de 34 metros del área, pero que fluye por sus bandas, donde empieza a estirarse. De hecho, el 62% del total de las jugadas realizadas por los nerazzurri se desarrollan en los costados, mientras que la precisión en los pases está sobre el 83%, algo clave para la construcción de las jugadas.
Marcos Thuram y Mkhitaryan celebran un gol con el Inter de Milán.
🤔 Un estilo de juego directo y vertical
Regates, centros, verticalizaciones, contraataques, balones largos… es todo lo que ha mostrado el Inter en lo que va de curso. El de Inzaghi es un juego que se desarrolla a un ritmo elevado e intenso y que implica un esfuerzo general en defensa. Y es en la zaga, con tres centrales y dos carrileros, donde se genera todo. Aparte de Barella (198), Çalhanoğlu (133) y Mkhitaryan (126), los mejores generadores de juego, Bastoni (83), central, es el siguiente en la plantilla con más pases progresivos. Sucede lo mismo en cuanto a los desplazamientos en el último tercio del campo. El italiano es el cuarto con más envíos, con 35. Suficiente para entender que el Inter es un equipo capaz de atacar de diferentes formas: zona central, bandas y envíos largos.
En la medular, el capitán de todo es Çalhanoğlu, que ha heredado de la mejor forma posible el legado de Brozović. El medio turco es el primero en pases clave (41), toques (1767), pases acertados (1359) y tercero en tiros detrás de los dos delanteros titulares (39). Por eso no es de extrañar que el Inter lleve algo más de un mes viendo portería. El último encuentro sin anotar fue el 0-0 de la Champions League ante la Real Sociedad el pasado 12 de diciembre. En liga, el plantel de Inzaghi ha celebrado al menos un tanto en todas las jornadas. Desde que el italiano se hiciese cargo del banquillo del Giuseppe Meazza, salvo en dos partidos, las oportunidades de gol creadas por el Inter en cada partido de liga han superado los dos dígitos.
Y eso que los dos atacantes reservas del equipo, Marko Arnautović y Alexis Sánchez, solo han marcado dos goles cada uno. Muy por debajo de los números de Lautaro y Thuram, que han generado, entre tantos y asistencias, 38 goles de los 58 totales de la plantilla. Pero es que el Inter no ha necesitado en exceso la aportación de talento de las nuevas incorporaciones. Y eso que el club hizo hasta 14 nuevas contrataciones. Sacando de la ecuación a Thuram, Fratessi, Carlos Augusto y Sommer, el resto de nuevas inscripciones no tienen un peso importante en el equipo. Eso sí, aportan un fondo de armario realmente de calidad con nombres como Klaassen, Bisseck, Asllani, Pavard, Alexis Sánchez, Cuadrado o Arnautović.
Siempre se puede hacer mejor, pero los números indican que el equipo de Simone Inzaghi es un grupo rocoso y con las armas suficientes para intentar penetrar en cualquier defensa. Y como ya demostró la temporada pasada, el equipo nerazzurri es especialmente letal en eliminatorias a doble partido. Un punto de esperanza para los aficionados, que sueñan con ver al equipo ganando la Champions League 14 años después.
