Atlético de Madrid

Saúl Ñíguez vuelve ver la luz en La Cerámica

Algo ha cambiado esta Semana Santa para el Atlético de Madrid, aunque no demasiado. Los de Diego Pablo Simeone parecen destinados a sufrir lejos del Metropolitano partido a partido, pero esta vez le salió bien a los rojiblancos el toma y daca final de un duelo al que sí entraron bien. Witsel volvió a ser clave con su tempranero tanto, aunque el héroe fue Saúl Ñíguez, autor del 1-2 definitivo en el minuto 86, que corta la buena racha liguera del Villarreal y tira por la borda una magnífica reacción de los de Marcelino tras el paso por vestuarios. Una que comenzó con el decimocuarto gol de Sørloth en esta liga, no culminada por un Dani Parejo al que parece que le ha sentado bien la renovación esta semana.

🧑‍🏫 Las novedades de Simeone, mejores que las de Marcelino

De inicio, el Atlético de Madrid sorprendió con la presencia de Rodrigo Riquelme como carrilero del 1-3-5-2, que en fase defensiva mutaba en muchas ocasiones a 1-5-4-1 gracias al compromiso de Griezmann, y de Samuel Lino partiendo desde la línea de centrocampistas. Más allá de nombres, se vio un equipo más intenso sin balón, activo en la defensa hacia delante y con la verticalidad necesaria para hacer que el Villarreal tuviese que correr hacia atrás. La dupla en la derecha, entre Llorente como carrilero y Pablo Barrios de interior, fue una de las mejores vías de transición ofensiva para el Atlético. Antoine, lastrado físicamente estos últimos dos meses, también dejó brotes verdes con su interpretación de juego para ser el nexo entre los centrocampistas y Memphis.

En cualquier caso, el Villarreal no entró bien al partido y pagó un día más su fragilidad a balón parado. Witsel no perdonó de cabeza a los diez minutos, tras un buen envío de ‘Roro’ y, con el marcador a favor, se vieron los mejores minutos del Atlético. Los ataques de los locales quedaron reducidos a posesiones algo erráticas y lentas de lado a lado, que terminaban en situaciones de centro lateral sin ventaja, defendidos con solidez por Reinildo, Giménez, de regreso, y por el propio Witsel como centrales. Con la libertad que tanto agradece para interiorizar su posición, Gerard Moreno era la pieza que generaba algo de run run, partiendo desde la banda derecha del 1-4-3-3, con cuatro centrales de formación, Mosquera y Cuenca reconvertidos a laterales. Incitado por las bajas atrás, Marcelino se suma a la moda de Pep.

👼 El Villarreal despertó y Saúl Ñíguez les ajustició

A la vuelta de vestuarios, el cuadro groguet salió con otra cara y obtuvo premio pronto, a pesar de que Alexander Sørloth no parecía estar especialmente enchufado en el primer acto. El noruego, asistido por Gerard Moreno, como no podía ser de otra forma, puso las tablas en el minuto 49 y desenterró las dudas de un Atlético que venía de sumar solo 5 de los últimos 27 puntos posibles a domicilio. El cambio del Villarreal fue más de chip que en la pizarra. Le tocaba mover ficha a Simeone, que ya había introducido a Stefan Savić al descanso por Riquelme, retrasando a Samu Lino y situando a Witsel como mediocentro para dar rienda suelta a la energía de Pablo Barrios en el ida y vuelta. La mala noticia para Barrios, uno de los más destacados, fue ver una polémica quinta amarilla que acarrea sanción en la decisiva visita del Girona al Metropolitano.

El Villarreal creció en el choque y poco a poco se adueñó del balón, se instaló en campo contrario y parecía tener el partido donde quería, con el 2-1 más cerca que el 1-2. Morata y Correa fueron los elegidos por el ‘Cholo’, pero vivieron lejos de la meta rival, daba la impresión de que tenían que sacar su versión más autosuficiente para llegar al área. En el carrusel final de ocasiones, Morata peinó otro saque de esquina que se estrelló en la parte alta del travesaño, aunque la más clara fue para Dani Parejo, en lo que hubiera sido la guinda a su resurrección. El Atlético de Madrid, de nuevo, concedió espacio en la frontal del área para que el de Coslada y un incansable Mosquera amenazasen a la portería de Jan Oblak.

Atlético de Madrid Saúl Níguez

El Atlético de Madrid ganó más de dos meses después fuera de casa.

Lo que no entraba en casi ninguna quiniela era que Saúl Ñíguez, otro de los revulsivos de Simeone, fuese a cambiar el signo del partido en una acción similar a la que desperdició Dani Parejo. Cerca del área, Ángel Correa sí fue diferencial con su facilidad para revolverse, hay cosas que nunca cambian. Premio para uno de los principales señalados del equipo colchonero, quien sabe que no atraviesa un buen momento, tal y como reconoció por redes sociales tras fallar el penalti de la tanda contra el Inter en Champions. Todavía hubo tiempo para una más, que subió a 120 pulsaciones por minuto a los atléticos, con un centro envenenado de Bertrand Traoré que cerca estuvo de sorprender al meta esloveno.

Esta vez sí, se rompe la maldición, y el Atlético gana a domicilio más de dos meses después, para dormir en la cuarta posición. El Villarreal, por su parte, aguarda el favor del Athletic si gana la final de la Copa del Rey, para que la séptima dé acceso a Confecence League y, con ello, se mantenga con un objetivo de aquí a final de temporada, ahora que el Betis parece especialmente tocado.

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