Ángel Correa Atlético.
⚽ Atlético de Madrid

Ángel Correa, mucho más que un suplente de lujo para el Atlético

Diego Pablo Simeone siempre ha valorado a Ángel Correa, no ha necesitado que se fuera al Al-Ittihad para darse cuenta de lo necesario que es para el Atlético de Madrid. Eso sí, lo ha hecho a su manera. Con innumerables elogios, pero también con la cruda realidad de que si el resto de atacantes estaban atinados, su rol quedaría relegado al de revulsivo de lujo. En el fútbol también hay imprescindibles suplentes y el ‘10’ rojiblanco, siguiendo el ejemplo de Nacho Fernández, es uno de los mejores ejemplos. Al fin y al cabo, la mayoría de partidos se deciden en el tramo final, y ahí el argentino es diferencial como pocos. Así lo reflejan los datos y los hechos.

 

El afecto del ‘Cholo’ es tal que, ante los fuertes rumores de su marcha a Arabia Saudí en enero de 2024, el técnico alegó en todo momento que Ángel Correa se había ganado el derecho a decidir su futuro, pero que si de él dependiera, se quedaría. Conociendo el modus operandi del Atlético de Madrid, llama la atención que la operación se truncase en el último momento. Quizá Simeone esta vez sí dejase de un lado su papel de entrenador de equipo y convenciese a una directiva que no considera a nadie intransferible. O, tal vez, la oferta simplemente cayera en saco roto. Sea como fuere, el fichaje fallido, al menos de momento, no ha afectado al exjugador del San Lorenzo de Almagro, que para lo bueno y para lo malo, sigue siendo el mismo de siempre.

🧮 Más eficiente que eficaz

Hablar de Ángel Correa es hacerlo del futbolista más constante del Atlético de Madrid en lo que a cifras se refiere. Su ratio de frecuencia goleadora así lo refleja, no sale del top 3 en las últimas tres temporadas y firmó el mejor registro (gol cada 154 minutos) en la 2021/2022, por mucho que compartiese el frente de ataque con Antoine Griezmann, Luis Suárez y João Félix. Esa temporada fue el máximo goleador del equipo en la liga con 12 dianas y segundo máximo asistente con 5, solo superado por Yannick Carrasco (6).

El curso siguiente, más de lo mismo: 10 goles producidos directamente, entre anotaciones y últimos pases, el tercer mejor registro del Atlético de Madrid 2022/2023, solo superado por Morata (15) y Antoine (31). La estadística avanzada muestra, incluso, que debería haber marcado 9, dos más de los que convirtió, lo que refleja que es un delantero que genera mucho volumen ofensivo. Para no perder las buenas costumbres, esta temporada es el tercero  (8) de un ranking de goles producidos en el que se ha colado también Marcos Llorente (9).

🙃 El síndrome Ángel Correa, a la sombra de Griezmann

Uno de los mayores problemas que se ha encontrado Ángel Correa a lo largo de sus ocho años en el Atlético de Madrid tiene que ver con la confección de plantilla del equipo rojiblanco. Poco coherente, con muchos atacantes, pero limitada en la parcela defensiva. Eso no solo ha incitado al ‘Cholo’ a implementar esquemas tácticos alternativos, flexibles o asimétricos en muchos casos, y con una gran variabilidad entre ellos. La dirección deportiva colchonera ha condicionado a algunos jugadores, potencialmente titulares, que han perdido minutos o modificado su rol en son de equilibrar mejor al Atlético.

Durante sus primeros años en la capital de España, Ángel Correa fue un delantero indefinido, a medio camino entre la doble punta o los costados, especialmente el derecho, del 1-4-4-2 casi inamovible de Simeone. Como volantes estaban Koke y Saúl Ñíguez, en la versión prime de ambos, o cerca de ella, por lo que Correa era más recurso que discurso. Y en la delantera se encontró con que Antoine Griezmann, antes de marcharse al Barcelona, era el centro neurálgico del Atlético de Madrid, con mucha libertad de movimientos. Diferente en forma, pero igual en el fondo.

Ángel Correa Atlético de Madrid

Ángel Correa llegó en 2015 al Atlético de Madrid. Es el quinto jugador con mayor antigüedad de la plantilla, tras Koke, Giménez, Saúl y Oblak,

Por ello, demandaban la figura de un ‘9’ referencia, aguerrido en los choques, hábil descargando juego directo, pujante al espacio y con amenaza al cargar el área, tal y como lo fue Diego Costa. El hispano-brasileño salió en 2014 rumbo al Chelsea y dejó un vacío importante. Tal vez, el argentino mereciese por momentos entrar como titular habitual en esa época, pero el sistema pedía otro tipo de delantero. Ángel Correa siempre ha sido, dentro de sus picos más altos o más bajos de forma, un delantero útil para el Atlético de Madrid. Futbolista de rol. O de roles, mejor dicho. El jugador número ‘12’. El comodín que se adaptaba a las necesidades sin rechistar. Y eso, que no deja de ser una virtud de lo más valiosa, le jugó en contra durante un tiempo.

Con el aliciente de que, además, su energía, autosuficiencia en contextos ofensivos y la rebeldía que irradia su fútbol, servía para cambiar partidos y, por ende, le ha convertido siempre en el mejor revulsivo. Altruista en presión o repliegue, rápido en conducción, exageradamente ágil para revolverse por dentro, combativo y generoso en los desmarques, con impacto goleador en minutos finales… La cuestión es: ¿siempre ha sido revulsivo por falta de capacidades para ser titular o porque el resto de jugadores no podían desempeñar su papel?

Esta es la misma tesitura que la de Rodrygo Goes hasta este verano en el Real Madrid, con la diferencia de que el brasileño tiró la puerta abajo, con cinco años menos que Correa y una proyección que le sitúa como un prospecto de estrella mundial. Meses después, el impacto de ‘Rodry’ en el Bernabéu es menor que como revulsivo, al menos por ahora. Pero, al menos, Ancelotti lo ha probado. Simeone casi nunca le ha dado las llaves a Ángel Correa y eso ya parece imposible a día de hoy. Solo lo vimos, con asteriscos, en la 2020/2021, que terminó con una liga bajo el brazo. Nos quedaremos con la duda. Y eso que el Atlético de Madrid ha cambiado mucho de un tiempo a esta parte, desde el sistema, hasta la plantilla, pasando por el estilo. Lo que se mantiene es el eterno rol secundario, pero necesario, de Ángel Correa, que también ha asumido galones de veterano, sin sobrepasar la barrera de los 28 años.

Un jugador que, ya sí, está más que definido. Es un segundo punta ideal para un modelo de asociación corta, tal y como muestra este Atlético de Madrid 2023/2024, que agradece tener cierta libertad posicional, socios con los que permutar y jugar cerca del área rival con y sin balón. Esfuerzos más cortos, pero más explosivos. Presión alta intensa, en vez de carreras más pronunciados a menores revoluciones. Esto se complementa bien con Antoine, pero no es la figura de atacante que más le potencia, camino de sus 33 años. El galo brilla más junto a Morata.

No es casualidad que Correa siga como recurso y no como discurso, al igual que tampoco lo fue que explotara tras la marcha de Griezmann y que volviese a perder titularidades con su regreso. Diego Pablo Simeone apostó a medio plazo y se olvidó de que su delantero más en forma era Correa. Y tampoco se puede decir que no haya acertado, por mucho que nos hayamos quedado con la intriga de ver un Correa diferente.

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