Paolo Banchero es el jugador con la progresión más espectacular en lo que va de temporada en la NBA. Los Orlando Magic son uno de los proyectos más atractivos de esta 2023/2024. Pese a que son un equipo muy coral, en el que la mano de Jamahl Mosley, su entrenador, se nota mucho, el auge de Orlando se debe en gran medida al crecimiento brutal que ha experimentado el último rookie del año. Banchero ha despertado su magia y mejora en cada partido, en cada jugada, y demuestra una evolución notable incluso más allá de las estadísticas.
No hay un solo mes de competición en el que los números de Paolo no hayan crecido, tanto ofensiva como defensivamente. Banchero se ha convertido en el claro líder de Orlando Magic y su progreso es imparable. Paolo Banchero firma números de All-Star y sería muy extraño no verle formar parte del partido de las estrellas. Aunque los sophomore no suelen incluirse en las quinielas para el premio al jugador más mejorado, podría optar perfectamente al galardón.
Paolo Banchero, durante un partido de la NBA.
📈 Paolo Banchero y su constante desarrollo
Si hay una palabra que define la carrera (y la vida) de Paolo Banchero es “desarrollo”. Siempre vivió una transformación ininterrumpida una vez entró en el instituto. Cuando abandonó el fútbol americano y Rhonda Smith, madre y mítica jugadora de la WNBA, le terminó por convencer para que explotara su talento en el basket.
Paolo Banchero presenta un cuerpo con proporciones idílicas para la NBA y el baloncesto moderno. Un ala-pívot con 2,08 metros de estatura, 7 pies (2,13 metros) de envergadura y 113 kilos. Un jugador híbrido, alto y fuerte, que puede competir con interiores, pero que al mismo tiempo es ágil, rápido y habilidoso para amenazar desde el exterior. Es el prototipo más NBA de la plantilla de Jamahl Mosley en los Magic y el que de verdad marca las diferencias en los momentos complicados.
Orlando Magic revive su época ‘noventera’ y sorprende a la NBA
Banchero realizó un magnífico curso como novato, aunque se mantuvo alejado de los focos, pues Orlando es un equipo poco mediático. Pero, precisamente, los Magic de Mosley son la franquicia que mayor progreso ha experimentado a lo largo de los últimos tres años. Paolo cerró su etapa de rookie con una media de 20 puntos, 6,9 rebotes y 3,7 asistencias; números de futura estrella… con dos destacadas debilidades: la defensa y el triple (29,8%).
Precisamente, un ala-pívot de sus condiciones físicas no podía carecer de estas dos cualidades si quería ser relevante en la mejor liga del planeta. En el triple ya se le vio una pequeña mejora durante los dos últimos meses del campeonato y actualmente va camino de solucionar el problema prácticamente por completo. Sin ser una superamenaza desde el 6,75, su nuevo y mejorado 36,1% de acierto obliga a los defensores a estar mucho más cerca cuando se encuentra en el perímetro.
En defensa todavía tiene margen de maniobra, aunque sus números y especialmente su presencia e importancia en el sistema de Mosley han crecido. Su calidad defensiva es superior a la de antaño. Queda reflejado en los robos, pues consigue más de uno por encuentro (1,1). Cierra mejor el rebote defensivo (5,9) y, pese a mejorar ligeramente, con unos brazos tan largos podría colocar más tapones de los que pone por partido (0,6). El trabajo defensivo es fundamental para Mosley, que basa la eficacia de su equipo en este aspecto y ha conseguido que Orlando sea el equipo que menos puntos permite de la NBA (112,8) y el segundo en rating defensivo (111,4).
💫 Números de All-Star
Si comparamos las estadísticas globales de lo que llevamos de la temporada 2023/2024 con las que terminó en la 2022/2023, apenas se observan diferencias. Sin embargo, hay que estudiar a Banchero de una forma mucho más profunda, casi partido a partido, para descubrir el verdadero progreso del alero de Seattle.
En sus primeros encuentros del mes de octubre estuvo muy lejos de su nivel. De hecho, Franz Wagner fue el líder del equipo; una extensión de los momentos de forma que atravesó cada jugador tras el Mundial de Filipinas.
De momento, Paolo promedia 22,9 puntos, media que claramente se ve lastrada por su dubitativo comienzo. En noviembre ya dio un salto de casi 8 puntos más por noche, y otro de 4 en diciembre. Durante ese tiempo, en el que Mosley fue galardonado con el premio a entrenador del mes, Orlando avanzó en conjunto y Banchero lideró la entidad de Florida. Pocos esperaban a los Magic en la lucha por playoff y mucho menos entre los primeros puestos de la Conferencia Este. En enero, Paolo ha dado ese paso definitivo y ha roto la barrera de los 30 puntos por jornada (34,3).
Orlando parece el lugar idóneo para que los jóvenes evolucionen. Anthony Black, su base rookie —sexta elección en el draft 2023—, fue el novato que más aumentó sus números entre noviembre y diciembre en la NBA. Black es un ejemplo de la forma de trabajar en los Magic, aunque con la vuelta de los lesionados han bajado sus minutos; no la confianza. Banchero juega casi dos minutos más como sophomore —de 33,8 a 35,1— y no solo ha dado un salto en anotación, también en el rebote.
Jamahl Mosley ha creado una plantilla con un estilo más europeo. Un ataque coral, con muchos jugadores que comparten el balón, que ejecuta desde su férrea defensa. Un estilo de juego que exige tener calidad a la hora de pasar la bola, algo en lo que el de Seattle ha trabajado para evitar los dos contra uno con los que las defensas rivales comienzan a agobiarle. Paolo Banchero se ha hecho con las riendas, tal como se esperaba del cuarto número 1 del draft en la historia de los Magic y del rookie del año, elegido de forma casi unánime —98 de 100 votos—.
Una progresión que convierte a Paolo Banchero en un clarísimo candidato al All-Star Game. El ala-pívot es noveno en la votación de los interiores de la Conferencia Este y podría igualar a varios jóvenes que consiguieron entrar al partido de las estrellas en su año sophomore: Anthony Davis y Damian Lillard (2014), Joel Embiid (2018), Ben Simmons (2019), Luka Doncic y Trae Young (2020), Zion Williamson y LaMelo Ball (2022).
Todavía son palabras mayores y no se le puede comparar con el impacto que tuvieron los otros ones de la franquicia —Shaquille O’neal y Dwight Howard, además de Chris Webber que nunca jugó allí—. O’neal y Howard llevaron a Orlando Magic a Las Finales de la NBA. Y ahora, las sensaciones apuntan a que Paolo Banchero marcará una época en Florida. Sí las decisiones que tomen los directivos acompañan, tendremos que tener en cuenta a los pupilos de Mosley en la lucha por el campeonato próximamente.
