Brad Stevens ha sido galardonado con el trofeo al ejecutivo del año en la NBA, para premiar que Boston Celtics ha sido el mejor equipo de la liga durante la temporada regular 2023/2024. ‘Los Orgullosos Verdes’ han cosechado un récord de 64 victorias y 18 derrotas, el cuarto mejor balance de su rica historia y la decimotercera vez que consiguen superar la barrera de los 60 triunfos.
Los Celtics ya contaban con una plantilla espectacular, un buen entrenador y eran uno de los favoritos para alcanzar, al menos, ‘Las Finales’, pero los movimientos de Brad Stevens les han convertido en un equipo que parece imparable. El de Indiana aterrizó en la franquicia en 2013 como entrenador y desde entonces ha sido el principal artífice de su reconstrucción. Si bien es cierto que Boston no gana el anillo desde 2008, Stevens, primero en el banquillo y ahora en los despachos, ha devuelto a la franquicia su aura perdida como la más ganadora de todos los tiempos.
President Stevens 🫡
Congrats Brad on being named @NBA Basketball Executive of the Year pic.twitter.com/bEW6vbxxRL
— Boston Celtics (@celtics) April 30, 2024
🏀 Indiana y Boston, conectadas por el baloncesto
«Es difícil no estar enamorado del baloncesto cuando eres un niño que crece en Indiana», comentó Brad Stevens en una entrevista en la que recordaba sus primeros años. Nació en octubre de 1976 en Zionsville —Indiana—, al mismo tiempo que Larry Bird debutaba en la Universidad de Indiana State. Posteriormente, ambos, nativos de Indianapolis, triunfarían a más de 1.500 kilómetros de su estado y se convertirían en piezas fundamentales en la historia de la franquicia más laureada de la NBA: los Boston Celtics.
Brad Stevens, desde que tenía cinco años, obligaba a sus padres a grabarle partidos de baloncesto para verlos una y otra vez antes de ir al colegio. Su padre solía conducir más de una hora para hacer el trayecto que les separaba de Bloomington para llevar al pequeño Brad a ver a los Hoosiers de la Universidad de Indiana. Posteriormente, comenzó a perfeccionar su juego en el jardín de un amigo al que le regalaron una canasta y para poder jugar le llevaba sandwiches de queso fundido.
Larry Bird nació en West Baden Springs, un pueblo de Indiana de apenas 500 habitantes, y se convirtió en leyenda de los Boston Celtics de la NBA.
En el instituto se convirtió en uno de los jugadores estrella de Indiana. Siempre usó el número 31 en su camiseta en honor a Reggie Miller, estrella de los Indiana Pacers en aquel momento. Actualmente todavía ostenta múltiples récords del Zionsville Community High School. Mientras entrenaba baloncesto resolvía puzzles y acertijos que aplicaba para estudiar mejor a sus rivales. Fue reclutado para jugar en la DePauw University de la tercera división de la NCAA. Allí se graduó en económicas y conoció a su mujer, Tracy Wilhelmy, a la que en su tercera cita la llevó a ver un partido de baloncesto de instituto.
🙋♂️ Brad Stevens, sin miedo al fracaso
Tras terminar su carrera universitaria Stevens comenzó a trabajar como economista con un buen sueldo. Sin embargo, su cabeza solo estaba en ser entrenador de baloncesto. En el verano del 2000, se le ofreció la oportunidad de trabajar como voluntario en la oficina de baloncesto de Butler (Indianapolis). Su mujer le apoyó para dejar su trabajo y lanzarse a la aventura. Mal remunerado se alojó en un sótano y lo compaginó con un trabajo en la cadena de restaurantes Applebee’s.
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Un año más tarde ascendió al puesto de asistente en el que estuvo hasta 2007. Tras la marcha del entrenador Todd Lickliter para dirigir a los Hawkeyes de Iowa, Brad fue nombrado como entrenador jefe del equipo a sus 29 años. Dirigió durante seis cursos en los que llegó en dos ocasiones consecutivas (2010 y 2011) hasta la final del March Madness —entrenador más joven en conseguirlo—.
Paralelo a su etapa en la Universidad de Butler, el entrenador Doc Rivers revitalizó y devolvió a lo más alto a Boston Celtics. Desde la retirada de Bird no ganaban nada y esto se acabó cuando Rivers conquistó el anillo en 2008 de la mano de Paul Pierce, Kevin Garnett, Ray Allen y Rajon Rondo. En 2013, Doc pidió ser liberado de su contrato para marcharse a Los Angeles Clippers y los Celtics eligieron a Stevens, de 37 años, como su sustituto.
Marcus Smart fue el jugador más utilizado de la etapa de Brad Stevens como entrenador y se convirtió en emblema de Boston Celtics.
En su primera temporada demuestra que sin riesgo no se gana y, junto a Danny Ainge, leyenda celtic y presidente de operaciones, deciden traspasar a Garnett, Terry y Pierce a Brooklyn Nets para conseguir futuras rondas del draft. En los próximos años, Stevens seleccionaó a Marcus Smart —puesto 6 en 2014—, Jaylen Brown —puesto 3 en 2016— y Jayson Tatum —puesto 3 en 2017— en el draft. Y de la noche a la mañana, con fichajes como Isaiah Thomas, que bajo su mando fue dos veces All-Star, Kyrie Irving, Kemba Walker y Gordon Hayward, al que entrenó en la Universidad de Butler, llevó al equipo a los playoff desde 2015 a 2021 de forma ininterrumpida.
🍀 Un paso al lado para transformar a sus Celtics
Pese a que vivía un sueño como entrenador en la NBA y que sus Celtics eran, de nuevo, una de las potencias de la liga, nunca superó las finales de la Conferencia Este. Brad Stevens sintió que con él en el banquillo Boston nunca alcanzaría el anillo y tomó el puesto de Ainge como presidente de operaciones de la franquicia de Massachusetts en 2021.
Stevens ha dado desde entonces el empujón definitivo que ‘Los Orgullosos Verdes’ necesitaban para llegar a la cima. Ese primer verano se libró de los contratos tóxicos de Kemba Walker y Gordon Hayward para recuperar a Al Horford. También nombró como entrenador a Ime Udoka, al que le dio su primera oportunidad al frente de un banquillo en la NBA. Con un estilo defensivo cimentado en su joven columna vertebral con Tatum, Brown, Smart y Robert Williams III los Celtics alcanzaron, por fin, Las Finales de la NBA.
Ime Udoka condujo a Boston Celtics hasta Las Finales de la NBA en su primera temporada al frente del equipo.
Boston salió derrotado ante Golden State Warriors (4-2) y los problemas no cesaron ahí. Udoka fue destituido por violar las políticas del equipo relacionadas con una relación íntima inadecuada con una miembro del personal de los Celtics. Brad le sustituyó con Joe Mazzulla, asistente de Udoka, al que le dio también su primera oportunidad en un banquillo NBA.
Los Celtics cambiaron repentinamente el estilo de uno cerrado y defensivo a uno alegre, rápido y ofensivo. Esta circunstancia obligó a Stevens a deshacerse de dos de sus piezas favoritas —Smart y Williams— que no casaban con esa forma de jugar, y a mover hilos para conseguir a Jrue Holiday, uno de los mejores bases de la liga desde sus rivales del Este —Milwaukee Bucks—. También consiguió el traspaso de Kripstas Porzingis, que ha renacido por completo en Boston y todo sin perder activos valiosos. Estos movimientos le han convertido en el ejecutivo del año y le dejan a un pasito de cumplir su objetivo y ganar el anillo con los Celtics, aunque sea desde los despachos.
