Athletic - Barça
⚽ Copa del Rey

Los Williams vuelan y dejan al Barça en la estacada

Llueve sobre mojado en el Barça. Los azulgranas son incapaces de encadenar dos partidos buenos. Tras la leve mejoría mostrada ante el Betis, el equipo de Xavi volvió a las andadas. Esta vez por sobrecalentamiento. A los catalanes les faltó fuerza para afrontar un partido intenso en San Mamés que se fue a la prórroga. No existió el Barça en el tiempo extra, lleno de jugadores tiesos y con jóvenes utilizados como parches improvisados. Un equipo sin alma. Pese a esto, el conjunto culé llegó a sobreponerse al tanto inicial de Guruzeta y a la lesión, en principio grave, de Balde. Lewandowski, con algo de fortuna, y Lamine Yamal, el único con chispa, dieron la vuelta al marcador para llegar al descanso por delante.

Pero todo lo demostrado en el primer tiempo se fue por el desagüe tras un testarazo de Sancet. Con el empate, el partido se convirtió en un correcalles con golpes fallidos por parte de los dos equipos. Lamine erró dos mano a mano, uno a portería vacía, mientras que el Athletic acudió a la llamada de los Williams, en particular de Iñaki. El grande de los hermanos quedó eliminado el lunes de la Copa de África con Ghana y llegó este miércoles a Bilbao para entrar en la convocatoria in extremis y ser el salvador. Él fue el encargado de incendiar la eliminatoria en la prórroga, mientras que Nico la cerró antes del pitido final. Su energía se comió a un Barça que se queda tiritando tras caer también en la Copa del Rey, su competición fetiche.

😉 Lamine se doctora en San Mamés

Se preparó el Barça para un partido duro en San Mamés. El Athletic es uno de los equipos que mejor presiona de España y se jugaba mucho en este encuentro copero. Igual que los azulgranas, sabiendo que con la eliminación del Real Madrid tenían una buena oportunidad, con el permiso del Atlético, de llevarse la Copa del Rey y tomarse la revancha de la Supercopa de España en cuanto a títulos. Sin embargo, esa recuperación futbolística que exhibieron los azulgranas por momentos en el duelo liguero ante el Betis, se vio truncada a los 35 segundos.

Lamine, que parece que ha vuelto a recuperar su puesto en el once, se dejó atrás un balón y los leones salieron a la carrera. El Barça no supo despejar el posterior centro al área y tras varios rechaces el esférico cayó en los pies de Guruzeta, que la enchufó por la escuadra. Xavi no daba crédito a lo sucedido. Aunque, al contrario que otras veces, el Barça siguió con su plan, con un 1-4-3-3 con Frenkie como clave en el triángulo de la medular con Pedri y Gündoğan, y también en defensa, casi incrustándose como un central más en tareas defensivas y haciendo bascular hacia su derecha a Christensen.

 

Poco a poco, el conjunto azulgrana se fue estirando y cogiendo sensaciones, pese a la lesión de Balde, que se fue llorando del campo. Los azulgranas empezaron a superar la presión de los vascos a través de la calidad de Pedri y Frenkie o con envíos largos a las referencias de Ferran, Lamine y Lewandowski. El Barça necesitaba un empujón que llegó disfrazado de fortuna. En un balón directo de Christensen a Ferran, el valenciano encontró la entrada de Pedri, que se trastabilló, pero ‘Lewy’ sacó toda la picaresca para ir a presionar el despeje de Yuri, prácticamente dentro del área pequeña, con la mala suerte para el lateral que su pelotazo pegó en el pie del polaco y sorprendió a Agirrezabala.

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Pedri intenta cortar un pase de Paredes durante el partido.

El plantel de Xavi se encontró con un empate casi regalado, pero eso acabó por trasladar la euforia al equipo azulgrana, que aunque tiene problemas para dominar a sus rivales, posee mucha calidad en la plantilla. Con un destello de brillantez llegó el segundo del Barça. Lamine, generoso en defensa y desequilibrante en ataque cuando tuvo espacio para correr, se cosió el balón a su pierna izquierda, trazó la diagonal que más le gusta engañando a rivales y sacó un disparo imparable de zurda al palo largo para adelantar a los suyos.

 

El Athletic siguió rígido con su presión alta, aunque fue algo descoordinada. Sin embargo, los leones siempre van a máximas revoluciones y Sancet estuvo cerca de empatar con un remate de cabeza que, aunque centrado, sacó con buenos reflejos Iñaki Peña. El Barça tuvo su respuesta en los resquicios del primer tiempo. Ferran enroscó un remate desde la izquierda y Agirrezabala se estiró para evitar el tanto. Aunque el asistente levantó la bandera por fuera de juego del de Foios, la repetición dejó claro que la acción era válida.

🌩️ La energía de los Williams destrozó al Barça

El Barça, sin ser brillante, había cuajado un buen primer tiempo. Pero su inconsistencia no le permite vivir de rentas. Todo lo que construyó el equipo en 45 minutos, lo echó por la alcantarilla nada más salir, de nuevo sin tensión, a la segunda mitad. Nico Williams puso un centro con fuerza a la espalda de un Frenkie descolocado y que perdió la marca de Sancet, y el internacional español envió el balón a la red de cabeza. Nuevo comienzo de partido y casi de eliminatoria.

 

 

Los vizcaínos encontraron su llave de paso particular ante la defensa del Barça con centros laterales. Ni Héctor Fort, ni Christensen, que dejó su sitio al joven Curbasí, e incluso a veces Araújo, supieron defender estos balones que buscaron a Guruzeta y Sancet, primero, e Iñaki Williams y Villalibre cuando salieron de refresco. Los catalanes se destensan con demasiada facilidad y su suerte en la mayoría de los partidos depende especialmente de la propuesta del rival. Nico y Sancet perdonaron el gol, justo después de que Lamine también fallara un mano a mano de libro ante Agirrezabala.

Fue la única muestra de vida del Barça en la segunda parte y la última aportación de Lewandowski en el partido. El polaco ya no es intocable. Con el choque igualado se fue al banquillo en el minuto 78 para dejar sitio a João Félix y liberar su zona a Ferran. Con los cambios bajó el ritmo del duelo, aunque Lamine pudo evitar la prórroga con otro cara a cara ante Agirrezabala que volvió a fallar. Sin duda, el joven de 16 años fue el mejor del plantel catalán pese a sus dos errores en la definición.

 

En el tiempo extra solo existió el Athletic. Con la capacidad física de los hermanos Williams, los vascos se vieron superiores a un Barça que acabó el encuentro con cinco canteranos y con Héctor Fort más cojo que otra cosa. No pintaba bien para los de Xavi. Tras un aviso de Nico, su hermano Iñaki tiró la puerta abajo en una pérdida criminal de Sergi Roberto en la salida de balón. El Barça tuvo encefalograma plano en la prórroga. La eliminación estaba casi cantada y cayó por su propio peso con el tanto de Nico al filo del pitido final.

San Mamés disfrutó, cantó y celebró la clasificación s semifinales del Athletic. Por su parte, Xavi sale muy tocado. La liga está muy cuesta arriba y solo queda la Champions League como salida tenebrosa para cumplir el expediente de una temporada con tintes dramáticos.

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