Real Madrid - Leipzig - Champions League
Champions League

El Madrid escapa vivo de una noche aciaga y avanza a cuartos

El Real Madrid pasó a los cuartos de final de la Champions League pese a ser inferior al Leipzig. Tanto en la ida como en la vuelta. Lo mejor de todo, el resultado. Lunin y Brahim fueron los salvadores de la ida, mientras que en la vuelta, el gol al contragolpe de Vinícius y la resistencia merengue fueron clave. Orbán empató el choque tres minutos después del tanto de ‘Vini’. A partir de ahí todo fue una película de terror. Susto tras susto. Poco más se puede decir de un Madrid dominado durante muchos minutos en la eliminatoria y que vio como el larguero salvaba una prórroga que olía a tragedia tras una vaselina de Dani Olmo.

La presión avanzada de los alamanes ahogó al Madrid más centrocampista y estuvo mal con y sin balón. El nerviosismo fue tal que cada despeje, saque de banda o recuperación eran celebrados como una victoria. Incluso los jugadores alentaban al público para que presionara a sabiendas de que su actuación no estaba siendo la esperada. El final fue feliz. La víctima escapó del asesino. Pero esto es un aviso a navegantes. El Madrid jugó con fuego y estuvo a punto de quemarse. Sin embargo, estará en el sorteo del próximo 15 de marzo.

😨 Prueba y error para el Madrid

Ancelotti le quiso dar importancia al centro del campo. El 0-1 de la ida y el hecho de finiquitar la eliminatoria en casa declinó al italiano a apostar por una medular muy densa con Tchouaméni, Kroos, Camavinga, Valverde y con los híbridos de Bellingham y Vinícius. Ningún atacante puro y mucha movilidad. Evidentemente, Marco Rose sacó un equipo más ofensivo con la idea de poner en dificultades a los madridistas. Lo consiguió el equipo alemán. Como en la ida, la presión germana fue voraz y la lucha por las segundas jugadas también cayó del lado del conjunto de la bebida energética.

Avisó Šeško, un futbolista con una movilidad y un sentido de la posición extraordinario, pero arrancó en fuera de juego. Tras eso, Openda falló un disparo sin oposición en el pico del área en otra arrancada del Leipzig. El conjunto de Ancelotti no podía mantener el balón bajo su poder. Los blancos no sabían ni conseguían superar la presión alemana, con errores constantes e impropios de noches como estas. La mala disposición madridista chocó una y otra vez ante la valentía de los de Rose. No obstante, la figura de Lunin, ya decisiva en la ida, volvió a aparecer antes del descanso para evitar un gol de Xavi Simons.

Vinícius - Bellingham - Madrid

Vinícius y Bellingham celebran el único tanto del Madrid en el partido.

Otra vez el ucraniano sobresalió con su espigada figura para salvar los muebles. Para hacerse una idea del primer tiempo, los blancos solo tuvieron, según Opta, 0,09 goles esperados en los primeros 45 minutos ante el Leipzig con tres remates, aunque ninguno de ellos a puerta. Es el registro más bajo de xG en un primer tiempo de un partido de esta temporada del Madrid en cualquier competición. Hasta el público dedicó algún silbido al equipo para buscar una reacción en la segunda mitad.

😅 Agobio, sufrimiento, un larguero… pero a cuartos

Ancelotti reaccionó en la salida del segundo tiempo quitando a Camavinga e introduciendo a Rodrygo para sumar un atacante más al equipo. Pero la tendencia no mejoró en exceso. El Madrid siguió con más dudas que certezas y, sobre todo, permaneció hundido en su campo. Contrariamente, el Leipzig buscó de nuevo la presión y la velocidad de sus puntas. Lunin, héroe hasta el momento, estuvo cerca de liarla parda ante Openda, aunque el belga, muy escorado, no pudo reaccionar y el ucraniano volvió a hacerse con el balón.

En un respiro de los germanos, el Madrid se pudo estirar y lo aprovechó a la perfección con sus primeros disparos a puerta, de Kroos y Rodrygo, detenidos magistralmente por Gulácsi. En esas, los blancos encontraron una contra y metros para correr. Kroos recuperó el balón en su campo, y después de un gran pase en largo a Bellingham, el inglés encontró el movimiento rompiendo hacia dentro de Vinícius y el brasileño marcó el primero con un disparo potente a la escuadra. Los blancos se quitaron un peso enorme de encima y ampliaron distancias en el global de la eliminatoria.

 

No obstante, la alegría fue escasa. Tres minutos después del tanto de ‘Vini’, Orbán cabeceó magníficamente un centro desde la izquierda de Raum para poner la igualada. La impaciencia volvía a apoderarse del Bernabéu. Más todavía después de un nuevo cabezazo de Orbán que se fue lamiendo el palo. El Leipzig embotelló a los madridistas y el runrún se hizo más palpable. Lunin estuvo seguro para detener algunos latigazos desde fuera del área de los alemanes y el Madrid tiró de experiencia, garra y de santos divinos para defenderse.

Todo el mundo achicó agua en los últimos ataques de los germanos. Desde Rüdiger, imperial sobre el campo, hasta el espectador del cuarto anfiteatro. Había gente que no quería ni mirar lo que pasaba en el verde. Aunque eso, igual les permitió no ver la última del Leipzig. Dani Olmo, solo en el área, tiró una vaselina a Lunin, pero el balón golpeó en la parte superior del larguero. Ese gol hubiese significado la prórroga. No fue el mejor partido del Madrid. Dominado en bastantes tramos del partido y sufriendo con y sin balón. Pero Lunin, el golazo de Brahim en la ida, y la jugada de Kroos, Bellingham y Vinícius permiten a los blancos avanzar en su competición fetiche. Por eso es su torneo, porque aunque juegue mal, el equipo avanza. Aunque esta vez el Madrid jugó con fuego.

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