Infravalorado es una palabra que los diccionarios aún no se han atrevido a relacionar con Marcelo Brozović, pese a que muchos estuvieran de acuerdo en formular esa petición. Tan infravalorado, entonces, no estaría. Más bien, se trata de una pieza silenciosa, que pasa bastante de puntillas por coincidir con otros jugones que le eclipsan en la sala de máquinas. No indispensable, pero sí muy valioso para hacer equipo. Así es el mediocentro de Croacia, que lleva años junto a Modrić en la selección y que, tras perder peso en el Inter, es un posible fichaje para el Barcelona post Sergio Busquets.
Sergio Busquets y el adiós a la máxima expresión de una idea
💂♂️ El fútbol riguroso de Marcelo Brozović
Ante todo, el mediocentro balcánico es correcto y disciplinado. De los que miden bien los riesgos y no acostumbran a salirse del guion establecido. Organizador en la base de la jugada, preciso desde el pase y bastante pulcro en los controles. Se la puedes dar si no está extremadamente encimado, vaya, que él se encargará después de ordenar y comenzar a dar sentido a la circulación. Un faro.
Algunos, tal vez, le puedan achacar que es bastante diésel y no realiza sprints a máxima velocidad, pero en ningún caso que no haga subir el cuentakilómetros. También, se le reprocha que arriesgue poco con el esférico en su poder, lo cuál es tan cierto como que, con los socios que tiene (Nicolò Barella, Hakan Çalhanoğlu o Henrikh Mkhitaryan en su club; y con Modrić y Kovacić en la selección), no le resulta necesario. En lo que sí está acostumbrado a salirse de los cánones establecidos, es a la hora de presionar. Desde los tiempos de Antonio Conte hasta los de Simone Inzaghi, resulta común verle asfixiar a su par a 70 u 80 metros del meta nerazurro. Lo cual no quita que también intercepte balones en defensas más estáticas, que aguarden en bloque.
Marcelo Brozović suma 86 partidos como internacional absoluto en Croacia. Es el decimotercer futbolista con más encuentros en la historia del combinado ajedrezado.
Capaz de jugar a pocos toques gracias a su visión de juego y a que, a menudo, ha tenido que convivir con uno de los escenarios más difíciles para un pivote: posicionarse a la espalda de la primera línea de presión y recibir sin muchos socios cerca (en el Inter, que busca atraer miradas en la base para lanzar en largo después). Su olfato para mapear en terreno de juego y habilidad para ofrecer apoyos sin una agilidad corporal llamativa, le hacen especial. Más organizador que creador. Más práctico que elegante.
🤨 ¿Es titular en el Inter?
Sí, pero no. Lo fue en la final de la Champions, gracias a las molestias físicas que arrastraba Henrikh Mkhitaryan, aunque no por el camino a Estambul. Lo ha sido en el 50% de partidos de la Serie A, solo que de más a menos cantidad, hasta terminar por ser el jugador número 12, que relevaba a cualquier pieza del centro del campo de Inzaghi, con Çalhanoğlu como mediocentro o interior en función de las necesidades colectivas. Brozović es un activo importantísimo, más de lo que pueda parecer a simple vista o con los números en la mano.
En Champions, Marcelo Brozović solo ha sido titular en 5 partidos de 13 posibles. 4 se los perdió por lesión y otros 4, por decisión técnica.
🇭🇷 Con Croacia, pilar absoluto
Al que sí que le quita el sueño su ausencia, es a Zlatko Dalić, el seleccionador croata, que comparte eso de ser el olvidado. No tan indiscutible en el Mundial de 2018, ya que en el centro del campo contaba también con Milan Badelj y, especialmente, con Ivan Rakitić, además de los mencionados Luka y Mateo. Sin embargo, desde la retirada internacional del futbolista del Sevilla, a Brozović ya no hay quien le mueva de esa zona ancha.
Eclipsado por Modrić, eso sí, que tiene por costumbre vestirse de superhéroe y ejercer como todocampista omnipresente y omnipotente, sea en la base, en la segunda altura o entre líneas. ‘Brozo’ es el que compensa sus movimientos y quien le tiende la mano para combinar cuando más agitada viene la marea. Para el recuerdo el encuentro que dejaron contra Rusia, en el último partido de clasificación para el Mundial de Catar. Con el billete en juego y bajo el diluvio. Aunque no lo parezca, Marcelo también sabe remangarse y bajar al barro.
🤔 ¿Fichaje necesario para el Barcelona?
Tras la salida de Sergio Busquets, al Barcelona se le plantea un escenario desconocido desde hace casi dos décadas. La necesidad de buscar un centrocampista maduro, hecho y derecho como para ser importante desde el día 1 y a un módico precio, convierten al del Inter en un candidato ideal. Marcelo Brozović encaja a las mil maravillas con esos parámetros, es el mejor colocado en la lista junto a un İlkay Gündoğan que puede actuar ahí, pero recientemente ha lucido más por delante de Rodri Hernández. Serían un buen complemento, incluso.
El Barça pos-Busquets: los sustitutos que pueden relevar al capitán
Tiene contrato, aunque también 30 años, que podrían facilitar su salida sin necesidad de desembolsar grandes cantidades de dinero. Por encaje, sus características mencionadas y poso competitivo resultan de lo más apetecibles para un Barça que desea dominar partidos desde el balón y la presión, y que añora la personalidad propia de un centrocampista veterano sin ‘Busi’. Brozović es de lo más parecido a él. Buen piropo, por lo pronto. Aunque sea uno que seguramente él no quiera. Es demasiado inteligente como para añadir piedras a su mochila.
