Esta 2023/2024, para lo bueno y para lo malo, el hincha rojiblanco sabe qué esperar de su equipo en cada partido. Aquellos en los que se desempeña como local tiene la certeza de que, jugando mejor o peor, ganará casi todos. Tan solo el Barcelona (0-3) en la segunda vuelta de la liga y el Athletic Club (0-1) en la ida de semifinales de la Copa del Rey son las excepciones que rompen la regla. El resto de compromisos, el Atlético de Madrid los cuenta por victorias, salvo por la visita del Getafe al Metropolitano, en un encuentro que terminó en tablas (1-1). Lo que pasa más desapercibido es que estos números históricos en casa son la tendencia en Champions desde que Diego Pablo Simeone llegó al club de su vida en calidad de entrenador.
💪 El Calderón fue un fortín para el Atlético en Champions
Después desgranaremos hasta qué punto domina el Atlético de Madrid la escena como local, pero lo primero que hay que dejar claro es que los colchoneros nunca han perdido en su estadio un partido perteneciente a las eliminatorias de la Champions League. En total ha jugado 17; con un balance de 11 victorias y 6 empates a lo largo de las últimas once ediciones de la máxima competición continental de clubes. Eso ayuda a explicar que solo haya caído en dos ocasiones en octavos (2019 y 2021), la misma cantidad de veces que no fue capaz de superar la fase de grupos (2018 y 2023).
De esos 17 partidos, el Atlético de Madrid ha dejado su portería a cero en 12 ocasiones. Y en las otras cinco, tan solo ha encajado un gol. En el debut de Simeone en una eliminatoria de Champions, de octavos en ese caso, Ricardo Kaká anotó el primero, en un 2014 en el que los rojiblancos terminarían jugando la final ante el Real Madrid, con desenlace trágico para ellos en Lisboa.
Pasaron más de tres años sin encajar un gol en casa a partir de 2014 en eliminatorias europeas. Eso sí, la racha se rompió con uno de los más dolorosos que se recuerdan, por recibirlo precisamente contra el Real Madrid en mitad de un conato de remontada en las semifinales de 2017, tras perder 3-0 la ida y llegar con 2-0 a favor al minuto 42 de la vuelta. Entonces, la magia de Karim Benzema apareció bajo el diluvio para silenciar al Vicente Calderón en su último partido continental antes de la demolición. El gol fue de Isco y la asistencia de Kroos, pero todo el mundo lo recuerda por cómo ‘El Gato’ emuló la jugada de Fernando Redondo en Old Trafford.
🏟️ El Metropolitano mantiene la esencia
Desde entonces, el Atlético de Madrid no ha cosechado resultados tan positivos en la Champions. Al fin y al cabo, jugaron dos finales, una semifinal y unos cuartos en los cuatro primeros años que ‘El Cholo’ dirigió al club en la máxima competición continental. Y, casualmente, en todas le eliminó el Real Madrid. El estreno en el Metropolitano fue complicado, porque en la 2017/2018 ni siquiera alcanzó la ronda de octavos y porque aunque en 2019 regresó a esa instancia y se redimió al ganar con solvencia (2-0) en la ida a la Juventus, la ira de Cristiano Ronaldo se encargó de apear de nuevo al Atlético con un hat-trick del luso en la vuelta. No era el rival de siempre, pero como si lo fuese.
En 2020, en la atípica temporada marcada por la llegada de la pandemia, el Atlético de Madrid cayó de nuevo en Lisboa, en Final Eight final disputada en verano a partido único, con sede neutral. Sin embargo, dio tiempo antes del parón obligado por condiciones sanitarias a derrotar al todopoderoso Liverpool de Jürgen Klopp, que era el rival a batir en Europa en condición de vigente campeón de la Champions en ese momento. Gracias al 1-0 en la ida y al meteórico partido de Marcos Llorente en la vuelta (2-3), prórroga mediante. Ese fue el inicio de la recuperación del equipo colchonero en la Liga de Campeones, tras otra de las primeras noches mágicas en su nuevo feudo.
En 2021, el Atlético no pudo jugar en el Metropolitano por la pandemia y, a puerta cerrada en Budapest, cayó en octavos (3-0 global) contra el Chelsea. Otra prueba más de lo que necesita su casa y a su afición.
Una de las particularidades que llaman la atención es que durante estos once años, el Atlético de Madrid ha ganado tres de las únicas cuatro tandas que se jugaron entre 2015 y 2024 en la Champions. Una frente al PSV Eindhoven, otra contra el Bayer Leverkusen y la última, frente al Inter, con el paralelismo de que las tres se disputaron en la casa del Atlético. La afición jugó su carta. La otra la ganó el Arsenal, también en su feudo contra el Oporto esta misma edición.
Otra de las cuestiones que vale la pena destacar es el cambio de chip del Atlético de Madrid en función de si juega como local en la ida o en la vuelta, así como la desaparición del valor doble de los goles marcados fuera de casa en la Champions. Hasta que eso sucedió, en las seis eliminatorias que comenzaron en el Calderón o en el Metropolitano y se decidieron a domicilio, el Atlético no encajó nunca un gol en la ida: ni ante el Chelsea, ni contra el Real Madrid, ni ante Bayern, Leicester City, Juventus ni frente al mismo Liverpool. Estaba muy claro lo que buscaba Simeone, aun a riesgo de empatar a cero como sucedió en los dos primeros casos mencionados, para jugarse la clasificación sabiendo que un tanto suyo obligaría al rival a marcar uno más antes de llegar a la prórroga. Estaba todo pensado.
El gran pero reciente está en que en tres de las últimas cuatro eliminatorias disputadas en el Metropolitano, el equipo de la capital de España no ha podido dejar la puerta a cero. Eso sí, le ha servido para superar esas eliminatorias. Elanga en 2023 y Dimarco y Haller en 2024 se han encargado de derribar el muro de Jan Oblak, otro de los artífices que han permitido hacerse fuerte al Atlético con esta receta. Paradigmático es también el enfrentamiento contra el Manchester City en 2023, el día que más desnaturalizado ha estado el Pep Team coincidió con su visita al nuevo hogar de Simeone. Ningún estadio en Europa marca tanto la diferencia como los del Atlético en la última década, por mucho que el propio Manchester City lleve más de cinco años sin perder como local en un partido de Champions League.
